Toy Story 2
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Cuatro años después del clamoroso éxito de ‘Toy Story’ se estrenó su esperada segunda entrega. Obviamente ya no cuenta con el factor sorpresa. Sin embargo, esto no impide que John Lasseter nos ofrezca una secuela a la altura de lo esperado. Recordemos todo lo bueno que nos ofrece ‘Toy Story 2’.

Crítica de Toy Story 2

Cuando Pixar decidió embarcarse en este proyecto tenían un objetivo muy claro: ser fieles a la fórmula original. Y la verdad es que lo consiguieron. Lo que podemos encontrar en ‘Toy Story 2’ es prácticamente la misma frescura visual y los mismos diálogos que convirtieron a estos juguetes en uno de los buques insignia de la productora. Cierto es que determinadas situaciones podrán calar más hondo entre los más jóvenes. Del mismo modo sólo los más adultos captarán muchos de los numerosos guiños cinematográficos de la película. Entre ellos: El imperio contraataca(Irvin Kershner, 1980), Parque Jurásico(Steven Spielberg, 1993) o ‘El abismo negro’ (Gary Nelson, 1979). En general puedo asegurar que estamos ante un producto que satisface sin problemas a todo tipo de público.

Curiosamente, esta película no estaba pensada para ser estrenada en cines. Al igual que otras secuelas como las de El rey león (1994) o La Sirenita (1989) estaba previsto su lanzamiento directo al mercado doméstico. De hecho, no sólo es curioso… sino que resulta incomprensible. El acabado técnico y gráfico de ‘Toy Story 2’ es impecable en todas y cada una de sus facetas.

Toy Story 2

Para esta segunda entrega el equipo de guionistas da un paso adelante en el argumento. La historia comienza en el mismo punto donde acabó la primera película. Así es como tenemos a Woody como principal protagonista y a un Buzz Lightyear ya plenamente integrado en la pequeña comunidad. El claro objetivo es ahondar en el ideal de lealtad. Por una parte de la mano de Woody que, sintiéndose abandonado por Andy, acaba haciendo migas con un grupo de juguetes que van a ser vendidos a un coleccionista. Por la otra los amigos de Woody, liderados por Buzz, que no dudarán en arriesgarlo todo para rescatarlo. El nexo de unión de las tramas, y catalizador que hará que Woody reaccione, será Jessie. Aquí tenemos a una muñeca cowboy abandonada por su ama. Tras años en el olvido, Jessie ha perdido la fe en los niños.

Al final de todo lo que se busca es mostrar que los amigos nunca se abandonan. Además se incide en el hecho de que en esta vida el objetivo es ser feliz sin importar las consecuencias. Para ello se humaniza a los juguetes mostrando que su felicidad depende del cariño que le profese su dueño. En consecuencia, cuando el niño crece y deja atrás su infancia, el juguete acaba condenado a una triste existencia sin sentido ni fin.

Ahondar en la personalidad y pasado de los personajes es otro de los puntos positivos a destacar. Este es el caso de Woody, de cuyos orígenes no sabíamos nada. A partir de su «secuestro» acabará descubriendo que la familia que él conocía no es la única a la que pertenece. Otro ejemplo es el pingüino Wheezy, que fue abandonado en una estantería polvorienta a la espera de ser reparado. Sin embargo, ha sido olvidado por todos y se muestra como un ser indefenso, débil y enfermo. Wheezy asume su destino con pena y resignación. También hay un claro intento de mostrar que los juguetes pueden ser malvados. En esta línea se nos presenta a un juguete que jamás ha sabido lo que es jugar con un niño. Esto se traducirá en una actitud egoísta y mezquina que le llevará a engañar y maquinar para conseguir sus propósitos.

Como he comentado al principio, el proceso creativo que hay detrás de esta película es impecable. Especialmente destacable es el minucioso acabado de las texturas, la iluminación y el tratamiento del color. La animación es fresca y genial. Cada personaje refleja sus emociones y su forma de ser de forma única. Además, en esta ocasión, la figura humana cobra un nuevo protagonismo y una considerable mejora técnica. Esto último se traduce en el coleccionista Al o en otros personajes. También algunos juguetes como Mr. Potato o Rex acaban teniendo mayor protagonismo, aunque su principal función es amenizar la historia con situaciones cómicas. Y si bien todo gira alrededor del secuestro de Woody, veremos añadidas líneas argumentales paralelas como la aparición de Zurg, el archienemigo de Buzz, que ignora que es un juguete en clara referencia a la primera Toy Story(1995).

Toy Story 2

El apartado musical es correcto, aunque no llega a alcanzar las cotas de su predecesora. Quizás el tema más entrañable sea el que canta Jessie cuando le relata a Woody sus orígenes. Jessie cuenta cómo compartió su vida con su dueña y cómo fue abandonada en una caja cuando la niña se hizo mayor. En cierta forma nos recuerda mucho al tema «Hay un amigo en mi» que canta Woody en ‘Toy Story’, un tema que, por cierto, es versionado al final de la película de un modo muy simpático.

Obviamente recomiendo el visionado en versión original para poder disfrutar de las canciones y, sobre todo, de las voces originales. Comprobareis por qué Tom Hanks y Tim Allen se han apropiado por méritos propios del alma de sus personajes. No obstante, reconozco que el doblaje es francamente bueno. Un doblaje muy alejado de cosas tan vergonzosas como‘El espantatiburones’ (2004).

Toy Story 2

Conclusión.
Termino esta crítica de Toy Story 2, una cinta que repite la experiencia con la misma profesionalidad que la primera vez. Es lo suficientemente fresca y atractiva como para que todo el mundo pueda disfrutarla sin importar sexo o edad. Es más, no son pocos los que opinan que John Lasseter se superó a sí mismo. Aunque debatir cuál de las dos películas es mejor o peor no creo que sea lo importante en este caso. El mensaje de esperanza que traen estos entrañables juguetes es sencillo: ser feliz. Ser feliz sin importar los peligros y miedos a los que tengas que enfrentarte. Para aprender esa lección tan sólo hay que ver esta película y disfrutar de los juguetes como cuando éramos niños.

Tráiler de Toy Story 2

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