Operación Dragón
Comparte con tus amigos










Enviar

“El arte marcial significa mucho para mí porque todo lo que soy como actor, como artista marcial, como ser humano,… todo lo he aprendido del arte marcial”. En 1973, Bruce Lee alcanzó la cumbre con ‘Operación Dragón’.

“Señor Lee, he venido a hablarle de un torneo del arte de la lucha. Un torneo para el cual ha recibido usted una invitación…” (Braithwaite)

Crítica de Operación Dragón

Hoy toca comentar está mítica película protagonizada por el gran maestro marcial y filósofo Bruce Lee. Y lo de mítica escrito con toda la razón del mundo y por varios motivos. Entre ellos, está el hecho de ser la primera gran producción marcial abanderada por un estudio importante, la Warner Bros, y capitaneada por Lee. Desgraciadamente, también fue su última aparición viva en cines. Nunca antes el maestro de las Artes Marciales había protagonizado una superproducción de un estudio relevante a nivel mundial. Y, por otro lado, de todos es bien sabido que Lee falleció antes del estreno del film. ‘Operación Dragón’ fue lanzada en NY un 17 de agosto de 1973. De hecho, la posterior ‘Juego con la muerte’ (1978) fue completada con el uso de dobles e imágenes de archivo previamente grabadas por el propio Bruce Lee.

Además de lo anterior, bien puedo decir que ‘Operación Dragón’ fue el primer largometraje comercial que hizo uso de la atractiva mitología de los torneos de artes marciales para construir parte destacada de su trama. Luego vendrían muchas imitaciones que todavía se mantienen actualmente… ¡y no sólo en el campo cinematográfico! Y uno de los grandes herederos del legado de este tipo de películas sería Jean-Claude Van Damme. No olvidemos que el coloso belga se lanzó a la fama protagonizando cintas comoContacto sangriento (Newt Arnold, 1988). Como curiosidad, Bolo Yeung está en ambas películas. Y en ‘Bloodsport’ lanza una frase guiño a ‘Enter the Dragon’ cambiando las tablas por un ladrillo.

Por último, ‘Operación Dragón’ también supuso el premio a años de sacrificado trabajo por parte de Bruce Lee. Recordemos que en su faceta como actor se vio rechazado en los Estados Unidos por sus rasgos orientales. Por ello, tuvo que granjearse su fama y leyenda en el mercado asiático. Allí logró convertirse en todo un icono y figura de culto en Hong Kong. Y así podría seguir escribiendo líneas sobre cómo esta cinta logró trascender, pero pasemos ahora a ver lo que realmente nos ofrece…

Para dirigir la película se contrató a Robert Clouse, un director que no había dirigido nada trascendente. De hecho, bien puedo decir que lo ficharon para poner un nombre norteamericano detrás de las cámaras. En cualquier caso, supo amoldarse perfectamente a lo que Bruce Lee quería… dejándole construir su visión del film. Además, el maestro no sólo se hizo con el papel protagonista, sino que también dirigió todas las coreografías del film y reescribió el guión original. Y en el caso de las peleas no estamos hablando de una sola set-piece. De hecho, ‘Operación Dragón’ está trufada de combates, tanto individuales como grupales. Y todos estos enfrentamientos están excelentemente dirigidos. Inclusive, en algunas escenas se hace uso de todo un hit para la época como era la cámara súperlenta.

Tengo que insistir en la excelencia de los combates porque no se recurrió a aficionados. En esta película el que más y el que menos había practicado y/o triunfado en diferentes disciplinas marciales. Aquí podemos encontrar a tipos como Robert Wall, el anteriormente citado Bolo Yeung, Jim Kelly, Shih Kien o el menos experimentado de todos, John Saxon. Por si fuera poco, el mismísimo Jackie Chan aparece a modo de cameo recibiendo cera por parte de Bruce Lee. En resumen, hablamos de gente que sabía lo que hacía y esto se nota en cada combate. Cierto es que no se llega a la espectacularidad actual, pero se compensa con el realismo de cada impacto. Eso sí, las peleas multitudinarias van al margen y no resultan tan logradas como las individuales. De hecho, en estas últimas es posible apreciar varios golpes lanzados al aire y dados por buenos.

Volviendo con los enfrentamientos que presenta ‘Operación Dragón’ creo oportuno citar mis favoritos. Personalmente me quedo con el vs entre Lee y Robert Wall (atención a la patada lateral que encaja Wall). También muy destacada es la tremebunda presentación de Bolo o los movimientos de Jim Kelly en sus combates. Y, por supuesto, no puedo obviar la legendaria pelea a muerte en el salón de los espejos. En calidad no supera a los combates que he citado, pero su puesta en escena la hizo trascender. Tan es así que ha sido muchas veces imitada. Sin ir más lejos, hay una muy parecida en Conan el destructor (Richard Fleischer, 1984).

El borrador inicial del guión lo firmó Michael Allin en su primer script para cines. Este libreto sería posteriormente modificado por el propio Bruce Lee, aunque su trabajo en este apartado quedaría sin acreditar. Lo más interesante de la trama fue poner, tal y como ya expuse ante, en el mercado comercial el mundo de los torneos de Artes Marciales. Lógicamente esto fue completado con otros temas como: el espionaje tipo James Bond, el acercamiento a las motivaciones de los tres luchadores principales (ojo a la denuncia del racismo en el caso de Williams) y un tema que desgraciadamente siempre está de actualidad como es la trata de blancas.

La película principalmente se rodó en los exóticos exteriores de diferentes localizaciones de Hong Kong. Destaca, sobre todo, la filmación en el puerto de Aberdeen cuando los luchadores llegan en barcas individuales para embarcar en el junco que los trasladará a la isla de Han. Allí prácticamente todo destaca por sus decorados construidos de forma manual con mejor o peor detalle. Ayudando mucho a completar la buena ambientación tenemos la banda sonora del muy famoso y reconocido Lalo Schifrin. Fiel a sus trabajos anteriores, Schifin dota a ‘Operación Dragón’ de sus buenos toques setenteros completados, para la ocasión, con claras partituras y sonidos orientales.

Respecto al reparto, tenemos a Bruce Lee encabezando el casting con uno de los mejores cuerpos de su trayectoria. Lee se muestra físicamente fibroso y emocionalmente estoico, invencible e insobornable. Sus míticas posiciones de combate y gritos alcanzan aquí una de sus cimas gracias al mayor coste de la producción. Por su parte, John Saxon representa la cuota blanca y americana que exigía el estudio. En el film es el que intenta conseguir más registros que el puramente marcial interpretando a Roper, un luchador y empresario adicto a perder millones. También tenemos a Jim Kelly con una destacada presencia y personalidad como Williams, un karateka negro que no pasa desapercibido con su pelo a lo afro y el kimono amarillo. Del lado de los buenos el último en destacar fue el veterano locutor Geoffrey Weeks como el responsable internacional que encarga la misión a Lee.

El bando de los villanos está liderado por Kien Shih como Han, un maestro shaolin que traicionó a los suyos para convertirse en el gerifalte de una isla perdida. El tono que Shih da a su papel recuerda bastante al de los villanos más estrambóticos de la saga Bond. El tiempo le hizo pasar a la historia como el maloso de las garras… Sus dos esbirros principales son Bolo Yeung y Robert Wall. El primero ya avisaba que su poderoso físico y fuerza bruta marcarían su carrera… y el segundo interpreta a un karateka sin honor que no duda en mancharse las manos para salir victorioso. Por último, resaltar la intervención de Ahna Capri como la “alcahueta” de Han, una mujer que ha puesto su personalidad al servicio de un villano y para la que Roper representa su última oportunidad.

“Mi estilo es el arte de luchar sin luchar” (Lee)

En conclusión.
Termino esta crítica de Operación Dragón, la película que convirtió a Bruce Lee en una figura inmortal al no poder verla estrenada. Puede que sea discutible que estemos ante el mejor film de Torneos y Artes Marciales… pero lo que no es discutible es que estamos ante el gran clásico que puso a este tipo de cine en lo más alto del mercado internacional. En este sentido, su importancia la convierte en imprescindible.

Tráiler de Operación Dragón

Escucha nuestro podcast