Mentes poderosas
Una pandemia desconocida se propaga por el mundo aniquilando a los niños y convirtiendo a los pocos que sobreviven en una especie de mutantes con diferentes clases de poderes. Para no perder el control sobre ellos, los adultos deciden encerrarlos en campos de internamiento y experimentación. Una de las niñas internadas es Ruby que posee grandes poderes telepáticos que la convierten en una potencial amenaza. (Cineycine).
¿Qué ocurriría si los niños y los jóvenes adquirieran una serie de habilidades y poderes que pusieran en entredicho la autoridad de los mayores? La respuesta la tenemos en este nuevo intento de franquicia adolescente que responde al título de… ‘Mentes poderosas’.
“Si puedes oír esto eres de los nuestros. Si eres de los nuestros puedes encontrarnos”
Crítica de Mentes poderosas
Con esta nueva propuesta tenemos otro intento de crear la enésima saga para adolescentes asentada en el marco de un futuro distópico. Un futuro cercano en el que los niños y los jóvenes se han vuelto un peligro para los adultos. En consecuencia, surge la desconfianza hacia ellos, la marginación y los intentos de “curaciones” imposibles…
La trama, basada en la obra de la joven escritora Alexandra Bracken (la primera de su saga de cinco novelas), no presenta nada nuevo. De esta manera, lo que tenemos en pantalla es una mezcla de sagas como ‘Divergente’ (la separación por facciones aquí es sustituida por colores según el poder) con franquicias como las de los ‘X-Men’ (el tema de los poderes y el miedo al diferente). Así pues, la aportación argumental de ‘Mentes poderosas’ resulta muy pobre. Para más inri, toda su nueva mitología se cuenta tan rápido que queda expuesta incluso antes de que salga el título en pantalla. Así que cuidado con llegar tarde a verla.
Ahora bien, por el contrario a lo ya comentado, la película sí que ofrece un buen retrato de su cuarteto protagonista. Cuatro jóvenes diferentes buscando su lugar en el mundo a través un primer tramo en forma de “road-movie”. Esta parte se hace bastante entretenida, en cierta manera resulta original y se ve con agrado. La pena es que, posteriormente, ya cae en los tópicos de campamentos de chicos y demás historietas mil veces vistas y repetidas.
Detrás de las cámaras encontramos a la directora surcoreana Jennifer Yuh Nelson en la que es su primera película de imagen real. Anteriormente sólo había dirigido las películas de animación de ‘Kung Fu Panda 2’ (2011) y ‘Kung Fu Panda 3’ (2016). Lo cierto es que su trabajo es bueno y logra captar cierto interés. Además sabe aprovechar y sacar rédito a los escasos 34 millones de presupuesto para mostrarnos una película de buen aspecto y logrados efectos visuales.
También destaca la realización de todas las secuencias de acción que resultan muy bien filmadas y ejecutadas. Lo malo en este aspecto es que son ciertamente escasas a lo largo del metraje. Además están resueltas con mucha brevedad (supongo que por la falta de un mayor presupuesto). El ejemplo más claro de esto sería la presentación de “los rojos”. Una presentación tan contundente, tétrica y espectacular como fugaz…
El punto más fuerte de ‘Mentes poderosas’ lo encontramos en su reparto con un casting muy bien escogido y cuyo joven elenco da lo mejor. Liderando la producción tenemos a la joven Amandla Stenberg que se alza con el protagonismo en su papel de Ruby. Amandla exhibe una gran personalidad y se acomoda totalmente a las diferentes situaciones por las que pasa su personaje: una poderosa telépata que no sabe qué rumbo tomar en su vida.
Muy lograda es la relación que Amandla Stenberg consigue con Harris Dickinson en su rol de Liam. Aquí tenemos a un joven con el poder de la telequinesis que aboga por el respeto, siendo su lema en la vida: “Fuertes si, crueles no”. Lejos de los intérpretes despersonalizados de otras sagas adolescentes que se enamoran de la protagonista de turno, Dickinson recrea a un chico con personalidad, temperamento y educación que le da una gran réplica a Amandla.
El cuarteto de amigos lo completan Miya Cech y Skylan Brooks. La primera entrega una interpretación puramente gestual como Zu, una chiquilla con el poder de la electricidad en sus manos. Por su parte, Skylan desempeña el típico rol de amigo cómico de Liam. Ahora bien, la suya es una comicidad muy suave, puntual y nada cansina que hace que su personaje de Chubs te termine cayendo realmente bien. El poder de Chubs es la inteligencia asociada a los números y las Matemáticas.
Dentro de los secundarios también buenas noticias con Wade Williams. Este rudo actor consigue, una vez más, un rol de esos desagradables que tan bien se le dan. Aquí interpreta al abusador y cruel capitán del campo del que escapa Ruby. Para Mandy Moore y Bradley Whitford van pocos minutos como una médica que ayuda a Ruby en su escapada (Mandy) y como el presidente de los EEUU (Bradley).
También un papel breve y limitado a dos apariciones puntuales es el que tiene Gwendoline Christie como Lady Jane, una dura cazarrecompensas que actúa sin miramientos ni remordimientos. Finalmente, el joven Patrick Gibson aparece una vez superada la parte de road-movie. Su aparición tiene una importancia muy especial en un rol que no desvelaré…
“Toda guerra empieza sin avisar”
En conclusión.
Acabo ya esta crítica de Mentes poderosas, una película que estrenada hace siete u ocho años habría corrido mejor suerte. No es un mal ni un pésimo film y está bien dirigido e interpretado, pero su historia resulta ya muy tópica y está muy gastada. Se la recomendaría a aquellos espectadores que sigan con hambre de franquicias distópicas en las que los adolescentes se convierten en los héroes a seguir.
Tráiler de Mentes poderosas
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