Hereditary
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“Es una película sobre la herencia, sobre el concepto de no poder elegir a los miembros de la familia ni la sangre de cada uno. No se me ocurre nada más terrible que la noción de estar absolutamente indefenso”. Ari Aster se presenta ante el gran público con… ‘Hereditary’.

“Mi madre era una mujer introvertida y reservada. Una mujer difícil de entender” (Annie Graham)

Crítica de Hereditary

Estamos ante la ópera prima de Ari Aster, un cortometrajista neoyorquino que también se ha ocupado del guión del film. Un film que viene avalado por esa tan manida etiqueta de “la película de terror del año”. Una etiqueta que, por regla general, siempre esconde pufos monumentales. ¿Es este el caso? La respuesta es ¡no! (afortunadamente) y ‘Hereditary’ se alza como una de las buenas películas de género de los últimos años. Ahora bien, ya advierto que determinadas características de la misma harán que no sea aplaudida por todos… o que pueda causar incomprensión y/o insatisfacción en una época en la que el CGI, los superhéroes y los dinosaurios lo son todo.

Por temáticas, ritmo y personajes, la influencia más clara de la cinta la encontramos en una de las obras cumbres de Roman Polanski, La semilla del Diablo (1968). Si os gusta la obra del realizador polaco es seguro que os gustará lo que Ari Aster nos propone a lo largo de los 127 minutos de la película. En este sentido, decir que el metraje inicial se iba hasta los 180 minutos, pero Aster decidió recortarlo buscando una mayor convencionalidad.

Entrando en lo que es la trama decir que nos encontramos con una exposición bastante lenta en su primer tramo. El director y guionista se toma su tiempo en presentar a los personajes y, sobre todo, sus circunstancias y ambientes (principalmente la casa de campo familiar). Ahora bien, nada de esto es banal y hay que estar atento porque algunos diálogos y frases sin importancia aparente luego toman mucha trascendencia en el tramo final. Es en esa parte donde la película se desata y se entrega ya mucho más a lo que es claramente un film de horror.

En cuanto a las temáticas desarrolladas, la base es la familia expuesta desde diferentes puntos de vista: el dolor de la pérdida de los seres queridos, las relaciones pasadas, la convivencia,… Además, hay otros temas importantes que se van incorporando de manera sutil al film y que terminan por explotar con un giro tremendamente dramático que desemboca luego en los últimos minutos. Esa parte donde el terror explícito e implícito se hace el dueño del metraje. No voy ahondar en realizar una mayor exposición de las tramas para no arruinar sorpresa alguna…

En cuanto a la filmación, ‘Hereditary’ destaca muy claramente por el uso de planos generales. Aster se recrea en este tipo de encuadres a la hora de mostrarnos la casa, su entorno o las diferentes habitaciones. Se produce así una especie de símil entre las miniaturas en las que trabaja Annie Graham y lo que vemos nosotros como espectadores. Todo filmado con gran claridad y sin ningún tipo de alarde visual ni brusquedad.

También es obligado destacar los elementos terroríficos de la cinta. A este respecto cabe decir que el miedo, el terror, el horror… se provoca por lo que vamos viendo y escuchando. Hay muchísima insinuación y, llegado el clímax, varias imágenes perturbadoras. Además, se abusa muy poco de la técnica del sobresalto, y los que hay han sido incluidos casi “por obligación” porque Aster tampoco quería “decepcionar” al espectador amante de los mismos.

Finalmente, la banda sonora de Colin Stetson bien puedo decir que es media película. Sus composiciones son absolutamente tétricas, siniestras, desasosegadoras y tremendamente inmersivas. Es una música que, ya desde sus primeras notas, te deja bien claro que lo que vas a ver es una historia familiar terrible.

“Ella no se ha ido…”. La familia Graham.

El reparto de ‘Hereditary’ está claramente marcado por la excelente labor de Toni Collette como Annie Graham. La actriz entrega una actuación de una fuerza sentimental increíble. En pantalla la vemos llorar y sufrir de manera desgarrada, pero también la vemos furiosa al máximo y hasta desconcertante. Su labor claramente tapa al resto del elenco familiar.

De ese elenco familiar también llama mucho la atención la debutante Milly Shapiro en el rol Charlie. No es la suya una interpretación que brille al mismo nivel que la de Toni Collette, pero su aspecto físico hace ya mucho a la hora de retratar a la inquietante hija pequeña del matrimonio. También buena labor es la que hace Alex Wolff recreando a un adolescente que piensa más en las fiestas y en las drogas que en prestar atención a su hermana. Más tapado queda Gabriel Byrne en su labor de Steve, el marido y padre. No es que sea la suya una mala actuación, lo que sucede es que su personaje es un hombre taciturno y falto de carácter que no invita al brillo. Finalmente, también tiene buenos minutos Ann Dowd dando vida a Joan, una mujer ciertamente sociable y empática que se introducirá en la vida de Annie.

En conclusión.
Acabo ya esta crítica de Hereditary, probablemente la película de horror del año y que nos acerca a un tipo de cine que, desgraciadamente, ya no se hace. Un film que no causará indiferencia y que es necesario ver un par de veces para sacarle el máximo partido y captar todo aquello que, en un primer visionado, seguramente se nos pasará por alto.

Tráiler de Hereditary

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