El jardín secreto
Comparte con tus amigos










Enviar

Jardín: Terreno en el que se cultivan plantas y flores ornamentales para hacer de él un lugar agradable. Secreto: Que solamente es conocido por un número limitado de personas. De la unión de estas dos palabras surge… ‘El jardín secreto’.

“Magia. Secretos. Ella” (Colin)

Crítica de El jardín secreto

Esta tercera película para cines de Marc Munden supone una nueva adaptación de ‘The Secret Garden’, la novela original publicada por Frances Hodgson Burnett en 1911. La obra de la escritora nacida en Manchester (1849-1924) ya ha sido varias veces adaptada en otros films y formatos. En consecuencia, el contenido es de sobra conocido o, al menos, así debería ser. En cualquier caso, la productora Rosie Alison defiende así su propuesta: “Han pasado casi 30 años desde el estreno de la última adaptación cinematográfica y, actualmente, hay toda una generación de niños que no conocen esta historia. Nuestra adaptación tiene un sello muy personal. Presentamos la historia desde un punto de vista más subjetivo y envolvente a través de los ojos de Mary. Los límites entre la realidad y la imaginación se funden más que en adaptaciones anteriores”.

Y lo cierto es que Alison tiene razón en lo que comenta. Particularmente acierta al explicar que todo se centra en la visión de Mary. Lo que quiero decir, y que ya expondré más adelante al hablar del reparto, es que casi el cien por cien del protagonismo de la trama recae en Mary y en la jovencita que la interpreta, Dixie Egerickx. Esto es algo clarísimo junto al ensalzamiento del valor de la Naturaleza y la amistad infantil.

Lógicamente en un film como este el aspecto visual es muy importante. Aquí tengo que decir que todo el diseño de producción rezuma elegancia, delicadeza y hermosura. Además, es muy destacable el contraste entre el mundo oscuro de la mansión y la luminosidad y alegría del jardín. Respecto a la mansión, hay que hablar de los tonos verdes de la habitación de Mary y la oscuridad gótica de los pasillos que recorre la chavalita. Esas secuencias te retrotraen claramente a viejos clásicos de terror y suspense. Eso sí, aquí no hay miedo sino exploración e investigación.

Exploración e investigación que Mary repite en sus juegos fuera de la mansión. Así es como llegará a descubrir el citado jardín secreto. Y lo cierto es que el jardín es un canto total a la Naturaleza. Para su recreación se intentó huir del CGI acudiendo a entornos plenamente naturales del Reino Unido. Entre estos cabe citar las praderas de Yorkshire, el arco de árboles y el riachuelo de Bodnant en Gales, y las impresionantes gunneráceas y helechos de los jardines subtropicales de Trebah en Cornualles. También se visitó Puzzlewood en el bosque de Dean y las asombrosas terrazas de los jardines de Iford Manor. Los efectos visuales tan sólo se emplearon para ciertos retoques y determinadas escenas. Por cierto, atención a la acertadísima combinación y contraste de colores entre la flora del jardín y los vestidos que va luciendo Mary en sus visitas al mismo.

Por otro lado, destaca el enfoque aleccionador de ‘El jardín secreto’ y su mensaje. El primer punto se revela en el hecho de reconocer que los niños nos pueden enseñar lecciones (algo que terminará reconociendo el propio Lord Archibald Craven). Y el segundo dejando claro que no puedes vivir atado a los fantasmas del pasado y dejar que estos te devoren o inhabiliten (véanse los ejemplos de la propia Mary o el de Colin Craven). No hay duda de que el libreto nos ofrece dos buenos consejos. En este sentido, resaltar que el script es obra de Jack Thorne, quien ya hiciera una gran adaptación en Wonder (Stephen Chbosky, 2017).

La banda sonora del oscarizado Dario Marianelli va en total armonía con todas las imágenes del film. La música del maestro italiano resulta totalmente clásica y natural, bella y elegante. También encontramos pasajes muy delicados que se dejan para que el piano ponga todo su sentimiento.

La gran protagonista de ‘El jardín secreto’ es Dixie Egerickx, una jovencita inglesa escogida entre 800 aspirantes. Para ella esta ha sido su gran oportunidad y a fe que la ha aprovechado. Bien puedo decir que Dixie es toda la película estando presente en la práctica totalidad de escenas (en varias de ellas hablando sola) y cargando con todo el peso del film. Aquí también me gustaría resaltar lo bien que interactúa con el perro Fozzie (Jemima en la película). De verdad, dar trabajo a un animal para que pueda divertirse e interactuar al lado de los personajes humanos es algo que no tiene precio.

El protagonismo de Dixie es tal que el resto de personajes humanos casi no importan. La joven actriz hace una interpretación muy destacada cargando de personalidad y temperamento a Mary. En la película queda muy claro que ella sabe cuidarse por sí misma. También la veremos evolucionar de un carácter desvergonzado y altivo hacia una personalidad mucho más amable. En definitiva, una completa performance y con la cámara enamorada de ella y de su infantil carisma, arrojo y presencia.

Los dos amigos infantiles a destacar están interpretados por Edan Hayhurst y Amir Wilson. El primero es Colin, el hijo de Archibald Craven. Decir que Edan encarna a un joven enfermizo y temeroso. Un miedo que le ha sido contagiado por su propio padre y por él mismo. A lo largo del film, y al igual que Mary, también irá evolucionando. Por su parte, Amir interpreta en un tono muy agradable a Dickon, un chaval que merodea por la finca en busca de recursos.

Respecto a Colin Firth muy poco se puede decir puesto que aparece en contadas escenas. Da vida a Lord Archibald Craven, el tío de Mary. Resaltar que en lo poco que sale deja constancia de su buen hacer encarnando a un hombre abatido por la muerte de su esposa e incapaz de dar alientos positivos a su inválido hijo. Resulta muy logrado el símil que se establece entre la derrota personal de Lord Archibald y el derruido aspecto de su mansión. Finalmente nos queda Julie Walters en un típico rol de áspera ama de llaves. La veterana actriz se hace con el personaje sin esfuerzo ni dificultad y la única pena es que queda poco explotada en la película.

“Qué lugar tan misterioso” (Mary)

En conclusión.
Finalizo esta crítica de El jardín secreto, una película para explorar un “mundo” nuevo y descubrir todo el talento que asoma y promete en Dixie Egerickx. Recomiendo ver este film en primavera o verano porque su entorno natural la hace propicia para estas dos estaciones. También recomiendo verla con los jovencitos de la casa para que descubran que al aire libre hay muchas opciones de entretenerse sin estar pegados a los videojuegos.

Tráiler de El jardín secreto

Escucha nuestro podcast