El ejército de las tinieblas
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Tras los hechos ocurridos en la anterior entrega, el irreverente Ash Williams acababa en una época medieval. Ahora, armado con su fiel «Escoba de fuego» y su motosierra sustituyendo a su mano, deberá enfrentarse a las fuerzas de la oscuridad en su empeño por regresar a casa. Abramos, una vez más, el Necronomicón y enfrentémonos a… ‘El ejército de las tinieblas’.

«Saluda al rey, muñeca» (Ash Williams)

Crítica de El ejército de las tinieblas

Este film supuso, en su momento, el nuevo y último acercamiento cinematográfico de Sam Raimi a la que fuera la saga con la que comenzó su exitosa carrera. ‘El ejército de las tinieblas’ (Army of Darkness) fue la tercera entrega de la franquicia «Evil Dead». Eso sí, aquí perdería su coletilla original, «Dead». Aunque la intención de Raimi era haber titulado esta entrega como The Medieval Dead’. Su hermano, Ivan Raimi, se encargaría de escribir el guión, junto al propio Sam, tras la negativa de Scott Spiegel. Esta último estaba ocupado en ese momento trabajando en ‘The Rookie’ (Clint Eastwood, 1990).

Esta tercera entrega da un cambio casi radical en lo que a su planteamiento se refiere. Si en las anteriores primaba el terror sobre la comedia o el splatstick, en este caso el humor es su arma principal. El miedo en esta tercera parte queda como algo casi secundario… De hecho, ni siquiera es una de sus bazas. Además, el nivel de sangre se redujo drásticamente en comparación a los chorros del líquido rojizo que salpicaban en las cintas precedentes.

‘El ejército de las tinieblas’ es una revisión del género fantástico de la forma que tanto le gusta a Sam Raimi. Esto incluye momentos en los que no te tomas en serio a la propia película… lo cual no es malo, ni muchísimo menos. Es como si alguien desmontase un puzzle y lo reconstruyese de una forma estrafalaria y ocurrente. El film está lleno de gags o secuencias divertidas y/o absurdas. Todas ellas dejan al espectador con una sonrisa en la boca durante los 89 minutos de duración.

Para el papel protagonista volvería Bruce Campbell repitiendo como Ash J. Williams. El actor de Michigan, amigo de «fechorías» de Raimi, regresaba una vez más para el que se convertiría en su personaje más famoso. En esta tercera entrega es cuando Ash pasaría a tener un carácter mucho más cínico y arrogante que en Terroríficamente muertos(Sam Raimi, 1987). Este cambio le permitiría enfrentarse a los espíritus oscuros con bastante soltura y desparpajo.

Siguiendo con Campbell, uno no tiene dedos suficientes en sus manos para contar la cantidad de geniales frases que va soltando por su boca de fanfarrón. Aunque muchas veces muerda más de lo que pueda masticar. Su Ash J. Williams está considerado uno de los mejores héroes del mundo del cine de todos los tiempos. Y también es de los más influyentes en muchos medios como en los cómics o videojuegos (clara influencia en ‘Duke Nukem’). Todo gracias al nivel interpretativo de un genial Bruce Campbell que se siente en su salsa en este entorno… El resto del reparto lo componen Embeth Davidtz como la bella Sheila (interés romántico de Ash), Marcus Gilberth como Lord Arthur e Ian Abercrombie como el Anciano Mago. Apariciones especiales también para Patricia Tallman, Bridget Fonda y Ted Raimi, hermano de Sam e Ivan.

En el apartado de efectos especiales y visuales hay que decir que, ciertamente, los escenarios no son realmente destacables. Sin embargo, cumplen con su objetivo. Y lo cumplen, sobre todo, gracias a los diversos planos de cámara que dejan un buen sabor en todo el conjunto. Por otro lado tenemos buenos detalles en algunas máscaras de los poseídos, aunque unos son más cantosos que otros… Lo cierto es que, pese a que tuvieran un presupuesto superior a la anterior entrega, se notan las limitaciones a las que se vieron sometidos. Ahora bien, el homenaje que realizan a Ray Harryhausen al hacer el ejército de no-muertos mediante stop-motion resulta hilarante. Y todavía más mezclándolo con algunos gags cómicos.

Como era habitual en la saga, el compositor Joseph LoDuca volvería para colaborar con Raimi, añadiendo a cada una de las escenas su toque especial. Además, Danny Elfman, quien se uniría al realizador en la saga ‘Spider-Man’ (2002) y anteriormente con ‘Darkman’ (1990), entre otros títulos, colaboraría en uno de los temas más recurrentes de la entrega: “The March of the Dead”.

Como detalle curioso, pero no menos importante, resaltar que se rodaron dos finales totalmente distintos. Esto fue así debido a que el estudio quería un final mucho más féliz” para el personaje de Ash. En el original, obviamente, no leer este párrafo si se está interesado en ver la película, Ash tenía que beber una poción para dormir y despertar en su era… pero se equivocaba con la dosis y aparecía en una versión post-apocalíptica de Londres. En el final insertado finalmente en el metraje, Ash volvía a su época y mostraba sus habilidades nuevamente en medio del S-Mart, la tienda en la que trabajaba.

Conclusiones finales.
Termino esta crítica de El ejército de las tinieblas, una película ya con 30 años a sus espaldas que resulta única, divertida a rabiar y totalmente recomendable. Como parte de la trilogía «Evil Dead» es el broche final que necesitaba para cerrar «el círculo infernal» de Sam Raimi. Irrepetible y con un gran legado… y eso a pesar de no lograr una gran repercusión en cines. No obstante, llegaría a ser considerada como un film de culto (igual que sus anteriores entregas) y sería altamente homenajeada en muchos otros productos como videojuegos, muñecos y una ingente cantidad de cómics (incluyendo múltiples crossovers con otras marcas y sagas de diversas compañías).

Tráiler de El ejército de las Tinieblas

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