Terroríficamente muertos
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Cuatro años después del estreno de la sensacional ‘Evil Dead’, el realizador Sam Raimi saltó definitivamente al estrellato gracias a su secuela. Hablamos de la divertidísima e imaginativa ‘Terroríficamente muertos’ (Evil Dead II). Más que una segunda entrega al uso, estamos ante un reboot de la original. Aquí reina el gore, el tono abiertamente autoparódico, los increíbles efectos especiales y un estupendo Bruce Campbell. Una delicia para todos los aficionados al cine de género.

“Me tragaré tu alma, me tragaré tu alma” (Demonio)

Crítica de Terroríficamente muertos

Esta joya del cine de terror se la debemos a un, por entonces, joven y apasionado cineasta llamado Sam Raimi. Nacido en 1959 en Michigan (Estados Unidos), Raimi siempre ha sido es un amante confeso del cine de terror y fantástico. A finales de 1979, y principios de 1980, se aventuró a escribir y dirigirPosesión infernal’, su primera gran obra. Para ello contó con tan sólo 375’000 dólares de presupuesto y un puñado de amigos y actores desconocidos. A pesar de la escasez de medios con los que disponía, y gracias al uso de la imaginación y a su tremenda creatividad, logró filmar una innovadora y genial cinta de culto. Y, pese a su claro look amateur, ‘Posesión infernal’ se convertiría en una de las películas de terror más laureadas y rentables del cine de género.

La película giraba en torno a un grupo de amigos que decidían pasar un fin de semana en una antigua cabaña en mitad del bosque. Allí descubrían una obra titulada ‘El libro de los Muertos’. El «Necronomicón» contenía hechizos y rituales macabros con los que poder despertar de su letargo a los espíritus malignos. Por error, el grupo de jóvenes terminaría por invocar a los espíritus demoníacos. A partir de ese instante, los demonios irían apoderándose del cuerpo de todos los miembros de la cabaña. Uno por uno se transformarían en monstruosas criaturas. Y aquí es cuando entra en escena Ash, interpretado por el magnífico Bruce Campbell, todo un icono del fantástico y actor fetiche de Raimi. Ash se vería obligado a hacer frente a los espíritus del bosque. Incluso debería ir más allá descuartizando a sus endemoniados amigos para intentar sobrevivir…

‘Posesión infernal’ logró dar un giro al género de terror gracias a la maniobra de su director. Raimi combinó brutales secuencias gore con terror sobrenatural y ciertas dosis de humor negro, muy negro. Todo impregnado por un escalofriante realismo gracias, precisamente, a esa falta de recursos y pretensiones de los que hablábamos al principio. A nivel mundial, el film logró recaudar en 1984 casi 10 millones de dólares para su ridículo presupuesto. Y lo más importante es que se convirtió en una venerada obra que crearía escuela. Actualmente sigue siendo referencia para multitud de cineastas 41 años después de su estreno. Pues bien, dado el inesperado éxito tanto de crítica como de taquilla, Raimi nos regalaría una “secuela”. Para la misma contó presupuesto mucho más holgado de 3’600’000 dólares y el título de ‘Evil Dead 2’. En España conocida como ‘Terroríficamente muertos’.

‘Evil Dead 2′ es una secuela extraña. No se trata de una rutinaria segunda entrega en el sentido más estricto de la palabra. De hecho, y por momentos, nos encontramos ante un inconfeso remake de la original, pese a que el rótulo del título contenga el típico ‘2’. Así pues, que no quepa la menor duda: estamos ante todo un híbrido entre reboot y secuela. Y todo sea dicho, ‘Evil Dead 2’ complementa a la perfección y enriquece lo narrado en la primera película. Tan es así que sus acontecimientos son relatados, brevemente, en el prólogo de esta «segunda parte». Por lo tanto, ‘Terroríficamente muertos’ funciona totalmente de un modo independiente a su predecesora. Incluso volveremos a presenciar la llegada a la cabaña del personaje de Ash y su pareja, el descubrimiento del Necronomicón y todo el festival de gore, humor negro y autoparodia descerebrada.

Prácticamente desde su inicio, la historia se centra en el personaje de Ash interpretado, nuevamente, por un magistral Bruce Campbell. El actor pasa buena parte del metraje en solitario y luchando descarnada y brutalmente contra las fuerzas del mal. Todo aderezado con un original y atípico aire a lo cartoon que otorgaría a esta película un carácter único y genial. Eso sí, haciendo uso esta vez de los medios técnicos y los trucajes visuales que Raimi no pudo emplear en la primera cinta debido al bajo presupuesto del que disponía.

Indudablemente esta cinta es mucho más cómica que el film de 1981. Tan es así que podemos considerarla en toda regla como una comedia con un gore brutal. Una película llena de mala baba, sangre, endemoniados y primeros planos grotescos. Pero comedia, al fin y al cabo. Un divertimento que convierte a Ash en una especie de mesías caricaturesco. Un atípico salvador y/o antihéroe sacado prácticamente de las viñetas de un cómic gracias a sus métodos, gestos y movimientos, más propios de un personaje animado que de uno humano.

‘Terroríficamente muertos’ es una pura genialidad de Sam Raimi. Original, imaginativa y tan buena y divertida como su algo más tenebrosa predecesora. Puro arte cinematográfico de terror y humor plasmado en pantalla y filmado con la misma solvencia y creatividad que Raimi mostró en su primer largometraje. Un film plagado de gags y situaciones tan grotescas, simpáticas y, a ratos, ridículas que resultan a todas luces hipnotizadoras para cualquier amante de la diversión, del gore y del fantástico en general. Litros de sangre, eficaz y maravilloso stop-motion, poseídos por doquier y constantes momentos de humor negro que no dejarán indiferente a nadie.

Sin duda, nos encontramos ante una forma inteligente de cómo hacer una secuela-reboot sin caer en la repetición y reiteración. Una obra culminada con un final, sencillamente, soberbio. Un cierre que nos transportaría al comienzo de una nueva secuela aún más alocada y divertida. Entre las tres películas forman una de las trilogías de culto más importantes y determinantes de toda la historia del cine fantástico. ¡Bravo por Raimi!

En resumidas cuentas.
Acabo esta crítica de Terroríficamente muertos, puro entretenimiento autoparódico que desatará risas y nostalgia a partes iguales. Una cinta que nos hará recordar un tipo de cine que ya no se hace en nuestros días. El film alzó al estrellato a su director, un hoy en día reputado Sam Raimi. Por supuesto, también sirvió de trampolín a la fama para una de las estrellas ochenteras más entrañables del género fantástico: Bruce Campbell. El actor que sería para siempre el icónico Ash. Ya sabéis… ese entrañable, simpático y, a ratos, asustadizo mata-demonios con una sierra mecánica como arma predilecta y que no duda en cortarse una mano si para ello consigue expulsar a un demonio de su cuerpo. Una maravilla.

Tráiler de Terroríficamente muertos

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