Bienvenidos al fin del mundo
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Finalizando su “trilogía Cornetto”, Edgar Wright homenajea al cine de ciencia ficción en ‘Bienvenidos al fin del mundo’. Aquí tenemos una divertida película que mezcla realmente bien la comedia, la acción y la ciencia ficción. Todo esto lo combina estupendamente con el habitual estilo de humor británico. Preparaos para disfrutar de las aventuras de este grupo de colegas en su objetivo de llegar al mítico bar: «El Fin del Mundo».

«Como los 5 mosqueteros» (Gary King)

Crítica de Bienvenidos al fin del mundo

Que Edgar Wright se ha convertido en un director de culto es incuestionable. Lo consiguió gracias a Shaun of the Dead(2004) y ‘Hot Fuzz’ (2007), films que me niego a citar por sus horrorosos títulos en español. Wright ya es un cineasta bastante «geek», fan puro y duro, y que es capaz de mezclar el habitual sentido del humor británico (un tanto difícil de entrar, pero bastante mejor que lo que hacen los estadounidenses en sus comedias) con los parámetros palomiteros más clásicos. A esto hay que sumarle una enorme cantidad de referencias cinéfilas. El film de los zombies homenajeaba y parodiaba al cine de los podridos. Por su parte, en ‘Hott Fuzz’ lo hacía con el de policías y las buddy movies. Finalmente, en ‘Bienvenidos al fin del mundo’ rinde un divertido tributo al cine de invasiones alienígenas y fantástico de los 80.

De la “trilogia Cornetto” diré que ‘Shaun of the Dead’ sigue siendo la mejor de las tres. No obstante, ‘Bienvenidos al fin del mundo’ se sitúa bastante por encima de ‘Hot Fuzz’, más que nada porque el ritmo de la presente y su enorme comicidad superan con creces a esa otra cinta. Amén de la enorme presencia de un buen puñado de actores británicos y la química entre ellos. Por otro lado, uno de los más grandes aciertos de Wright es que va directo al grano. En esta película no hay escenas de relleno o altibajos. La trama es dinámica y alterna gags realmente divertidos con algunos momentos conmovedores o terroríficos, dependiendo de la secuencia en particular.

El reparto sencillamente es pura química, siendo Simon Pegg un robaplanos en toda regla. Su interpretación de Gary King realmente es soberbia. A destacar, especialmente, su tremenda labia que se hace presente en varias de las secuencias o algunos gags bastante físicos (mención al momento «héroe» durante una de las múltiples escapadas).

El resto de actores resultan lo suficientemente metidos en sus papeles para destacar todos ellos. En concreto hay que llamar la atención de la gran compenetración mostrada, una vez más, con Nick Frost. Por supuesto citar a Martin Freeman, que es todo un acierto con su cara de tío estirado. Un tipo que siempre va con el teléfono manos libres y con los habituales trajes que le vienen al pelo. A Paddy Considine con su cara de pringado nos lo creemos a la primera. Y, finalmente, de Eddie Marsan y Rosamund Pike diré que cumplen con muy buenas maneras.

La dirección de Wright es bastante notable, sabe coreografiar las escenas de acción que resultan satisfactoriamente nítidas. Además, el cineasta logra enganchar al público desde el principio. Esto lo logra gracias a su ritmo trepidante, sus diálogos avispados y la enorme complicidad con los diferentes espectadores.

Por su parte, los efectos especiales (en su mayoría artesanales) están muy logrados. En general, todo lo técnico de la película no desentona y cumple a rajatabla con lo que se presupone son los elementos de una comedia fantástica. Por último nos queda la banda sonora de Steven Price. Su música logra compaginarse con las imágenes destacando esos sonidos rockeros sonando a lo largo del metraje.

En conclusión.
Concluyo esta crítica de Bienvenidos al fin del mundo, una divertidísima comedia con homenajes múltiples a la ciencia-ficción. Entretenida, con buenos momentos (algunos sensacionales) y una excelente química entre sus actores. Además, cuenta con unos buenos efectos visuales y la notable dirección (y estilo) de Edgar Wright. ¡No se la pierdan!

Tráiler de Bienvenidos al fin del mundo

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