Barbarian
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“He herido a alguien, sí que importa. Igual soy una mala persona. Puede que lo sea. Quizá sea mala persona. O quizá sea una buena persona que ha hecho algo malo. No puedo cambiar lo que he hecho. Puedo intentar arreglarlo. Y eso es lo que voy hacer. Voy arreglarlo…”. Bienvenidos a ‘Barbarian’.

“¿Este es el 476 de Barbary, verdad?” (Tess)

Crítica de Barbarian

Pocos géneros como el terror son tan agradecidos para darse a conocer o para, desde una historia pequeña y con un presupuesto modesto, ir labrándote una carrera. Y sí encima la historia se desarrolla en un entorno aislado con cierta mitología, entonces, mucho mejor. Incontables son los casos de cineastas que han empezado sus filmografías con films de este estilo. Y lo han hecho con el germen de una idea, situando su prisma y visión por encima del dinero a disponer y buscando claramente el favor del público y la crítica.

En ‘Barbarian’ el desconocido propuesto a destacar es Zach Cregger, antes actor y luego firmante de dos films que nadie vio. Con esta nueva película ha logrado llamar la atención de otros directores venerados del género. Y también de algunas figuras representativas del mismo. Del mismo modo ha logrado su fugaz cota de virilidad por Halloween. Ahora falta ver si logra trascender más allá de la “efervescencia” del momento…

‘Barbarian’ es un film claramente serie B. Un largometraje muy consciente de los elementos que introduce. Y, aunque puede parecer que no, también es una cinta muy claramente teledirigida para presentar elementos tópicos y retorcerlos para jugar con el espectador. Estos vendrían a ser: la final girl, el tipo inquietante, el capullo integral, el terror desconocido y, por último, la peor versión del horror humano.

Además de director, Cregger también firma el guión, siendo lo suficientemente hábil como para reclutar a una buena serie de pequeños y diferentes iconos del horror moderno. Me refiero a gente como Bill Skarsgard, Justin Long y Richard Brake. A todos ellos les sirve en bandeja de plata papeles en los que el público no sabe muy bien qué esperar… Hasta en tres ocasiones el director y guionista juega con el espectador. Este último llega a imaginar hasta tres posibles escenarios dentro de la película. Y siendo estos tres escenarios, en parte, nunca explotados del todo. Aunque sin consiguen por momentos su cometido.

En líneas generales al film le pasa lo mismo, es decir, ‘Barbarian’ cumple en tensión y a nivel de ambientación opresiva. Pero falla en sus recursos de guión y en jugar demasiado con algunas imágenes… o abusar de un inenarrable personaje/figura, que una vez descubiertas sus motivaciones puede llevar a la chanza más absoluta… Pero antes de eso asistimos a una estructura dividida hasta en tres partes que la audiencia deberá de cargar como una especie de mochila, en ocasiones, llena de piedras. La palma del aguante se la lleva la presentación del personaje de Justin Long. Su trama no podía estar escrita para resultar más insoportable. Y sus actos harán que nos replanteemos seriamente el desearle un buen viaje solo de ida al sótano.

‘Barbarian’ es, sobre todo, un juego de aguante. De ver qué pasará y hasta dónde nos llevará el film. Pero claro, las expectativas en ocasiones no ayudan a hacer el viaje más “reconfortante”. Y cuando vamos descubriendo según qué misterios nos preguntamos si realmente la idea daba para ello… o sí lo que han hecho es unir conceptos para llevar el metraje a una duración estándar dentro de una idea con posibilidades que podían estar indudablemente mejor explotadas.

La mejor parte del film, o por lo menos la más prometedora, es la inicial con la aparición de Bill Skarsgard como Keith y la presentación de Tess. Keith es un joven de apariencia retraída y que hace todo lo que buenamente puede por agradar. Y eso a pesar de haberse visto envuelto en un error inmobiliario y en una situación donde debe defenderse de la muy reticente posición de una mujer. Este lío nos lleva a preguntarnos qué es de verdad una casualidad y qué no, sobre todo al tener en nuestra mente la figura de Pennywise tan arraigada al actor. Para más ironía, en un momento dado, introduce un dialogo clave para defenderse de las sospechas de la protagonista y del propio espectador: “¿Qué crees que soy una especie de monstruo?”.

Por cierto, la mujer, personaje clave del largometraje, es Tess, interpretada por Georgina Campbell, la más desconocida del elenco. Pero no por ello Georgina entrega un trabajo menor, siendo en muchos momentos la mayor conexión humana con el espectador. Posteriormente al follón entre Keith y Tess hay un giro total que rompe directamente con todo para presentarnos a Justin Long como A.J. El actor hace con su personaje e interpretación todo lo posible para entregarnos un rol de auténtico capullo integral. Además los actos en donde nos es presentado lo terminan por redondear… Sucede que ese personaje nos debe acompañar (en primera instancia debe ser así) durante el resto del film. Y, si bien entendíamos las motivaciones de Keith y Tess, no podemos simpatizar en ninguna con A.J. más que esperar a ver dónde nos llevará el asunto…

Para lo último nos queda Richard Brake, un intérprete de rostro sumamente inquietante que personificó al “Rey de la noche” en la popular ‘Juego de tronos’. Brake, que apenas hace acto de contrición en el film, es Frank, un tipo clave en el devenir del relato. Este personaje irrumpe a modo de flashback en un momento dado del metraje. Y lo hace para presentar una subtrama que emparenta ‘Barbarian’ con otra cinta de horror, supervivencia e invasiones domesticas como fue No respires (Fede Alvarez, 2016).

La referencia a ‘No respires’ nos lleva a cerrar el círculo. Precisamente de ese film dirigido por Fede Alvarez, y del estilo de comedia negra del Sam Raimi de ‘Arrástrame al infierno’ (2009), es de donde toma más prestado Zach Cregger para su ‘Barbarian’. Así pues, el film se mueve en esa “liga” y funciona a medias en ese aspecto porqué, más allá de una conseguida atmósfera de tensión y una buena serie de imágenes desasogantes, la propuesta contiene también una serie de taras que provocan la división en su público potencial… Saber más de su trama, y situaciones, jugaría en contra del efecto sorpresa y del poder de atracción que el film pueda crear en la audiencia. Lo mejor en este caso es dejarse llevar… Y si es una noche lluviosa y solitaria mejor que mejor, ya que en ese ambiente fue creada para ser vista.

“¡Eh!, jovencita, ven aquí, ¡sal de esta casa!” (vagabundo)

En resumidas cuentas.
Termino esta crítica de Barbarian, una película con una premisa ciertamente prometedora. Sin embargo, va de más a menos cuando decide romper con el ritmo y tensión creados en sus primeros 45 minutos para “rehacer” el film. Y todo a costa de presentarnos a un personaje que claramente nos pondrá a prueba de nuevo. Su reformulación de los hechos es la que acaba por jugar en su contra. Podría haberse contentado con ser un survival áspero, pero acaba por ser un pastiche que no le favorece. Aún con todo, merece un visionado por su condición de curiosidad anual y, sobre todo, sí se es fan del género.

Tráiler de Barbarian

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