Terminator: Destino oscuro
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Tras varios años sin retomar su propia franquicia, James Cameron recuperó los derechos de su criatura. Y cómo no podía ser menos “rebooteó” lo que otros destrozaron. Al proyecto se le unieron Tim Miller, y los clásicos Linda Hamilton y Arnold Schwarzenegger. El futuro de la humanidad es oscuro, acecha un nuevo enemigo y sólo Sarah Connor parece ser capaz de detenerlo. Bienvenidos a la era de… ‘Terminator: Destino oscuro’.

“Volveré” (Sarah Connor)

Crítica de Terminator: Destino oscuro

A estas alturas, no es sorpresa el afirmar que, desde que James Cameron abandonase esta saga después deTerminator 2 (1991), la misma ha ido dando altibajos.Terminator 3 (Jonathan Mostow, 2003) no era un desastre, pero distaba mucho de la potencia de las dos primeras entregas. Por su parte, Terminator Salvation (McG, 2009) ofrecía un interesante punto de partida, pero los fans no lo aceptaron. Y, finalmente, Terminator Génesis (Alan Taylor, 2015) casi lo sepulta todo. Irónicamente, un eufórico Jim Cameron se declaró fan de esta última para luego comerse sus propias palabras tan solo unos años después.

Posteriormente, Cameron lanzaría un aviso advirtiendo de la vuelta de los derechos de la franquicia a su poder. También indicaba que retomaría las riendas y daría el rumbo adecuado a la saga. Evidentemente, y al estar enfrascado en las secuelas deAvatar (2009), su puesto como director en el nuevo film iba a ser algo imposible. En consecuencia, decidió buscarse un sustituto. Así surgió Tim Miller, pasando a ocupar las labores de dirección. Miller aportaba ideas para la franquicia y además acababa de salir de ciertas disputas que le alejaron deDeadpool 2 (David Leitch, 2018).

Para los despistados, que siempre los hay, en el canon oficial, ‘Terminator: Destino oscuro’ es la tercera entrega de la saga. Así pues, se obvia lo visto en las tres secuelas precedentes. Además, se recupera la estructura narrativa de las dos primeras entregas de una manera eficaz. Cameron y sus guionistas consiguen lo que los de ‘Génesis’ no pudieron. Me refiero a captar la fiereza y la adrenalina que transmitían ‘T1’ y ‘T2’. Todo ello consumado a través de un montaje trepidante con 128 minutos que se pasan en suspiro.

En cuanto a la dirección, comentar que a Tim Miller no le tiembla el pulso en las gigantescas set-pieces. Especialmente destacado es el gran tercer acto con un avión del ejército incluido. Miller da al film la visceralidad que parecía haber perdido la serie. Tan es así que la película, por fin, recupera la vieja calificación “R”.

Lo que hizo de las cintas originales un producto mítico no solo fueron los one-liners de Arnold y sus set-pieces. También se convirtieron en films de culto por sus personajes. Algo que las secuelas no alcanzaban, salvo quizás ‘Salvation’. En este aspecto, ‘Destino oscuro’ supera ese escollo al presentar un grupo de personajes carismáticos. Como principales reclamos nos reencontramos con una estupenda Linda Hamilton y un Arnold Schwarzenegger en un sorprendente rol. Hamilton no ha perdido ni una gota de la personalidad que destilaba en ‘T2’ y sigue siendo muy dura. En cuanto a Arnie, su personaje es sorprendente por la evolución que le han dado los guionistas. Aquí resulta bastante más natural y superior a lo que se perpetró en ‘Génesis’, especialmente viendo los sucesos previos en la saga.

Respecto al nuevo villano venido del futuro decir que nos encontramos con un convincente Gabriel Luna. El actor nacido en Texas es el Rev-9, un nuevo modelo de Terminator combinación del clásico T-800 y del T-1000. Ahora bien, es cierto que no alcanza las cotas de “malrollismo” con las que, en su día, nos deleitó Robert Patrick.

Por su parte, Mackenzie Davis realiza un portentoso despliegue físico y muestra su dureza en rol de Grace, la soldado enviada para proteger a Dani Ramos. A esta última la encarna Natalia Reyes a la que se nota que no tiene, todavía, la personalidad que el resto de sus compañeros de reparto ofrecen. Por si fuera poco, queda bastante tapada entre tanto personaje duro.

Finalmente, como en toda película de viajes en el tiempo, hay una cierta cantidad de dudas referentes a ciertos eventos e ideas que pueden destruir la “verosimilitud” de lo que se nos cuenta. Tampoco hay que olvidarse de la música de Tom Holkenborg. De todas las bandas sonoras desde ‘T2’ creo que es la que más respeta el legado de Brad Fiedel… y no solo por su mítico tema central.

“Nosotros no somos máquinas, hijo puta de metal” (Sarah Connor)

En conclusión.
Concluyo esta crítica de Terminator: Destino oscuro, un film que recupera (en el mejor sentido) la buena línea que marcaron ‘Terminator’ y ‘Terminator 2’. La película saca buen provecho del buen pulso de Tim Miller con las set-pieces y respetando el legado de la franquicia en general. Además, queda abierto un futuro interesante para próximas entregas que puedan venir…

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Tráiler de Terminator: Destino oscuro

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