Noche en el museo

El eterno soñador Larry Daley (Ben Stiller), a pesar de no contar a menudo con la suerte a su favor, está convencido de estar predestinado a hacer algo grande. Pero nunca pensó en algo tan "grande" cuando aceptó lo que parecía ser un sencillo trabajo como guarda de seguridad nocturno del Museo de Historia Natural de Nueva York. Durante la vigilancia de Larry empiezan a suceder cosas extraordinarias: mayas, gladiadores romanos y cowboys salen de sus exposiciones para participar en batallas épicas; en su búsqueda del fuego, un neandertal prende fuego a su propia exposición; Atila "el Huno" se dedica a saquear las exposiciones vecinas, mientras que un Tyrannosaurus Rex se encarga de recordar a todo el mundo porque es considerado el depredador más fiero de la Historia. Entre todo este caos, la única persona que puede ayudar a Larry es la figura de cera del presidente Teddy Roosevelt (Robin Williams), quien intenta que nuestro héroe pueda tener todo bajo control lo antes posible, detener una oscura trama oscura y salvar el museo.
Ben Stiller y Robin Williams protagonizaron esta divertida y espectacular comedia caracterizada por su falta de pretensiones y su nula intención de engañar al espectador. Una cinta familiar que nos ofrece lo que anunció, es decir, humor, diversión, efectos especiales y, sobre todo, un buen rato para toda la familia.
“Vigila que no entre nadie, pero sobre todo… que no salga nadie”.
Crítica de Noche en el museo
Muchos calificaron esta película como una comedia absurda, sin gracia y digna de ser olvidada cuanto antes. Pues para nada, ya que estamos ante una de esas comedias que te dejan sentado al asiento deseando saber qué sucederá en la secuencia siguiente, porque la película es divertida y sorprendente de principio a fin. Eso si, siempre y cuando tengamos en mente que se trata de una mera comedia fantástica, llena de gags y chistes quizás poco originales pero efectivos, y situaciones más que curiosas. Por lo tanto, buscar más de esto sería pedir peras al olmo. Por no hablar de todos los personajes del museo, que llegan a resultar muy entrañables y simpáticos.
El guión es simple pero coherente y sin altibajos (¿acaso una comedia que trata sobre la resurrección de las figuras de un museo necesita un guión meticuloso?), los actores están realmente notables y se les nota disfrutar con sus peripecias, y los efectos visuales están muy logrados, en especial los de todas esas secuencias donde aparecen los Cowboys y los Romanos de miniatura mezclándose con el entorno.
El reparto es otro punto a favor, ya que lo compusieron actores de comedia consagrados y eficaces, como los divertidos Ben Stiller (tan bien como siempre), el añorado Robin Williams y Owen Wilson, sin duda todo un cocktail explosivo. Además de contar también con la presencia (de un modo más anecdótico) de viejas glorias como Mickey Rooney (al que noto perdido en la cinta) o Dick Van Dyke, mejor que su otro compañero de reparto. Ambos actores más Bill Cobbs interpretaron a los viejos vigilantes nocturnos que están a punto de jubilarse y deben buscar un sustituto para sus puestos.
La presencia de Robin Williams y Owen Wilson fue mucho más larga de lo que se pensaba en un principio, de hecho, son ellos los que realmente secundaron a Ben Stiller en la película y, sin lugar a dudas, fueron los que le dieron el toque más simpático al film. El primero interpretando al presidente Teddy Roosevelt, que está locamente enamorado de la guapa India Sacagawea, además ayudará y hará recapacitar a Larry para que siga con su labor de vigilante y ponga orden en el museo. Mientras que el personaje de Owen Wilson es uno de los más graciosos y chulescos del film. En esta ocasión interpretó a todo un Cowboy con ansias de guerra contra sus otros compañeros miniaturizados, los romanos, cuyo jefe fue interpretado por Steve Coogan. Las batallas entre ambos ejércitos no se harán esperar, siendo uno de los puntos fuertes de la cinta, además, tendremos ocasión de conocer a… ¡Cristobal Colón! incluso a un furioso y salvaje Atila, obsesionado por despedazar a Larry.
Poco más me queda por decir sobre esta película en la que predominaron las aventuras (tanto dentro como fuera del Museo), el humor, las divertidas situaciones de cada personaje (incluso tendremos algún que otro romance entre varias figuras) y alguna que otra gamberrada que le propinan al pobre Larry Daley, el vigilante nocturno, que tras aceptar el trabajo y ser instruido previamente por los antiguos vigilantes, no olvidará jamás el consejo que uno de ellos le dio antes de su primera noche como guardia nocturno: “Vigila que no entre nadie, pero sobre todo… que no salga nadie”. Larry, extrañado por el significado de dicha frase, se percata de que algo raro sucede en el museo: el esqueleto del Tyranosaurus Rex que reposaba sobre la entrada… ¡¡¡ha desaparecido!!! o… ¿quizás esté bebiendo agua? A partir de ese instante, un aterrorizado Larry Daley deberá descubrir el misterio que se esconde en el museo y el por qué de la resurrección de todos sus “habitantes” durante la noche.
Y voy terminando esta crítica de Noche en el museo recordando que la película está basada en un libro de cuentos de Milan Trenc, un libro que narra la historia de un vigilante nocturno del Museo de Historia Natural de Nueva York que descubre asombrado que los objetos del museo cobran vida por la noche. El libro tuvo un éxito impresionante, por lo que la Fox se lanzó a comprar sus derechos para posteriormente adaptarlo a la gran pantalla. Poco después, Chris Columbus se interesó en producir el proyecto, bajo el sello de su productora particular: 1942 Pictures. El director elegido para ponerse tras las cámaras fue Shawn Levy que junto a Columbus, configuraron el estilo que iba a tener la película y buscaron personalmente a los actores que la protagonizarían, además de contratar a Alan Silvestri para componer la banda sonora.
El Jefe Cowboy no está dispuesto a que un gigante invada su territorio.
En resumidas cuentas.
Momias, dinosaurios, cavernícolas, vaqueros, romanos, indios y personajes míticos de la historia, hacen de ‘Noche en el museo’ una de las buenas comedias de los últimos tiempos. Un film pensado para toda la familia y, sobre todo, para entretener… siendo este su cometido principal y consiguiéndolo con creces. Recomendable.
Tráiler de Noche en el museo