Millennium 1: Los hombres que no amaban a las mujeres
Cuando Mikael Blomkvist, un periodista de investigación, es condenado a una pena de prisión por difamación, Henrik Vanger, un empresario retirado y miembro de una de las familias más poderosas de Suecia, le contrata para que le ayude a arrojar luz sobre la desaparición de su sobrina Harriet Vanger. Harriet lleva desaparecida 36 años y su tío sospecha que su poderosa familia tiene algo que ver en esa desaparición. Blomkvist se traslada temporalmente al lado de Henrik, donde va conociendo poco a poco, detalles inquietantes de la familia y anotaciones peculiares en el diario de Harriet. Pero no avanzará demasiado en la investigación, hasta que tropieza con Lisbeth Salander, una inquietante e inteligente jovencita. Juntos, se adentrarán en una tenebrosa y terrible secuencia de hechos y circunstancias, que obligarán a cada uno a enfrentarse con lo mejor y lo peor de la naturaleza humana. (Cineycine).
Hay países, ciudades, barrios y gentes para los que la educación, las buenas maneras, los detalles, la sociedad y todo aquello que se considera un pilar del humanismo, tienen una importancia sin igual. Sin embargo, muchas veces, hay que preguntarse qué hay detrás de esa aparente “perfección” social. La ingenuidad, aunque bonita, es una trampa mortal de la que todo hombre y mujer debe huir, si no, corres el riesgo de ser devorado por todo aquello que está podrido en la sociedad y que no sale a la luz, salvo cuando encuentra una exquisita víctima ante la que mostrar su poder. ¿Qué prefieres, desconfiar y defenderte o cultivar tu ingenuidad en una tumba?
«¿Qué haces con lo que te han hecho?».-Jean Paul Sartre.
Valoración.
Hay muchas historias contenidas dentro de la trama principal de ‘Millennium 1: Los hombres que no amaban a las mujeres’, y un único tema como trasfondo: la naturaleza humana. Para mí, la película es descorazonadora. Interesantísima y descorazonadora. Interesantísima porque bucea en lo profundo del alma humana, y descorazonadora por lo que puedes encontrar al bucear, quedando una terrible reflexión en el aire: “cada uno elige quién quiere ser”.
A pesar de las circunstancias. A pesar de las familias. A pesar de quién eres, de tu naturaleza… casi siempre puedes elegir quién quieres ser. Entran ahí tus gustos, tus intereses, lo que te excita, lo que te divierte, lo que te hace sentir bien, lo que te hace sentir mal, tu sentido de la justicia… y entra también tu ética y tu moral… y tu conciencia social.
“Los hombres que no amaban a las mujeres” es una historia de misoginia, es una historia de amor, una historia de supervivencia, una historia de fraudes, una historia de engaños, una historia de crímenes… Pero, sobre todo, es una historia para saber quién eres y cuál es tu posición en el mundo. Frente a los demás. Frente a ti mismo. Frente al horror y al amor.
Me atrevería a decir, casi, por último, que es la historia de un “superhéroe”. “Un superhéroe moderno” encarnado en la figura de Lisbeth Salander, frágil en apariencia y dura como una roca, hecha a sí misma, superviviente nata. Venganza y justicia unidas, al margen de la colectividad. Si tuvo ingenuidad en algún momento de su vida, hace tiempo que la ha olvidado.
Curiosidades.
-Esta película es la primera parte de la trilogía de novelas “Millennium”, escrita por Stieg Larsson (1954-2004), y que ha vendido más de diez millones de ejemplares en todo el mundo. Larsson no vivió para ver el fenómeno en que se ha convertido su obra y murió repentinamente en 2004 poco después de entregar los manuscritos a su editor sueco.
–Noomi Rapace es una actriz autodidacta que nunca pisó una escuela de teatro, se tomó su papel de Lisbeth muy en serio. Cambió radicalmente su imagen, se cortó el pelo, dio clases de boxeo, se puso piercings en la ceja, labio, oreja y nariz. Además se sacó el carnet de moto. Todo es real en Noomi, menos el enorme tatuaje con el que aparece.
“Cada uno elige quién quiere ser”.-Lisbeth.
Escucha nuestro podcast