Le Mans ’66
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“Los excéntricos personajes que lideraron el mundo de las carreras, como los astronautas y los pilotos de prueba, ponían sus vidas en peligro cada día. Los coches eran prototipos únicos y, a veces, eran trampas mortales, bestias recién nacidas y tan poderosas que podían hacerte trizas…”. James Mangold nos da una entrada en primera fila para asistir a la carrera del siglo. Bienvenidos al deporte de las cuatro ruedas. Bienvenidos a ‘Le Mans ’66’.

“La velocidad no se puede comprar” (Carroll Shelby)

Crítica de Le Mans ’66

Después de su éxito con Logan (2017), el director James Mangold sigue acelerando a tope en Hollywood. Ahora abandona las adaptaciones del mutante más famoso de ‘La Patrulla X’ para adentrarse en otro género muy popularizado en nuestros tiempos: los biopics. En concreto, ‘Le Mans ’66’ se acerca a tres personalidades diferentes que juntaron sus caminos en un momento determinado. Me refiero a los protagonistas de la sinopsis: Henry Ford II, Carroll Shelby y Ken Miles. La película de Mangold se toma sus libertades para contarnos la historia de cómo estos tres hombres hicieron frente a los invencibles coches de Enzo Ferrari en la mítica carrera de Las 24 horas de Le Mans. Todo esto nos lo cuenta en un periodo que abarca desde 1959 al año del título del film, 1966.

Teniendo en cuenta lo que acabo de comentar, el libreto de la película nos muestra, paso a paso, todo el proceso previo a la carrera y la carrera misma. Así las cosas, a lo largo de los 152 minutos asistiremos al reclutamiento de Shelby y Miles, el proceso de fabricación de un nuevo coche de competición para Ford, las carreras previas y, finalmente, la mítica prueba de Le Mans 1966 que pasó a la historia. Todo está muy bien montado y expuesto de tal manera que no hay lugar para el aburrimiento. Naturalmente los entendidos en el tema, y en la historia de este evento, notarán algunas libertades. Ahora bien, esto es algo propio de cualquier biopic y no creo que sea necesariamente reprochable.

También es muy importante resaltar el diseño de producción del film. Un film que fue rodado en escenarios reales. Mangold quería que la película supiera a verdad y huyó todo lo que pudo del CGI y de los platós. La cinta se filmó en el sur de California, Georgia y Le Mans.

Lo expuesto anteriormente se enmarca dentro de la relación de amistad que mantienen Shelby y Miles. En pantalla vemos como el primero trata de aplacar y responder por el peculiar carácter del segundo. También veremos cómo ambos hombres tendrán que hacer frente a las trabas propias de algunos directivos de la Ford que no creen en ellos. Tanto Shelby como Miles deberán aprender a confiar el uno en el otro, especialmente Miles. El libreto se completa retratando las incidencias familiares de Ken Miles, el único protagonista al que se nos muestra en su entorno familiar.

Al margen de conocer a los personajes citados, y de tratar de ahondar en la rivalidad Ford Vs Ferrari, el otro gran aliciente del film son las carreras. En este aspecto me tengo que quitar el sombrero porque la recreación de las mismas es espectacular. Mangold nos ofrece unas competiciones impresionantes, veraces y rodadas desde todos los planos y ángulos posibles. Aquí podremos ver planos generales de los circuitos, planos de detalle del interior de los vehículos, primeros planos con la tensión del piloto y muy diferentes adelantamientos.

Y todo esto viendo en pantalla vehículos clásicos de los años 60. Bólidos de la marca Ford, Ferrari, Chevrolet y, por encima de todos, el Ford GT40 MKII. Un detalle muy importante es que todos los vehículos que vemos son reales. Para conseguirlos se acudió a coleccionistas privados y también a empresas especializadas en la fabricación de réplicas vintage. Algunos de los coches exhibidos en el film son únicos en el mundo. En fin, si os gustan los deportivos y la alta competición, entonces, no podéis dejar de ver ‘Le Mans ’66’.

Otro apartado muy destacado son las interpretaciones con Matt Damon y Christian Bale brillando a gran altura. Ambos actores se compenetran tan bien que no es necesario que el libreto ahonde demasiado en su amistad. Damon y Bale casan sobresalientemente juntos y hacen innecesarias las explicaciones y los antecedentes propios de la amistad de ambos hombres.

Entrando en sus roles comentar que Matt Damon encarna a Carroll Shelby, un excampeón obligado a retirarse y que ahora frecuenta su propio concesionario. Atención a cómo brilla Damon a la hora de dirigir las carreras desde los boxes y a sus divertidas tretas con respecto a los mecánicos de Ferrari. Por su parte, Christian Bale nuevamente está excelso dando vida a Ken Miles. El actor galés recrea a un hombre fanático del motor y los coches de competición. Un hombre de temperamento muy fuerte y peculiar que le ha impedido conseguir mayores logros o aclimatarse en ambientes profesionales. Decir que Bale puede ser candidato al Oscar por este papel no es descubrir nada nuevo… como tampoco lo es el alabar esta nueva encarnación suya. Mucha de la culpa de que ‘Le Mans ‘66’ funcione a un alto nivel la tienen Damon y Bale.

Entre los secundarios es justo citar la superior transformación física de Tracy Letts para interpretar a Henry Ford II. En pantalla tenemos al típico empresario que sabe lo que cuesta triunfar, que aplica ese lema a sus trabajadores y que no está dispuesto a dejar que un constructor italiano le llame “hijo de papá y gordo”. Al lado de Letts tenemos a un no menos sobresaliente Josh Lucas. El actor nacido en Arkansas brilla como nunca dando vida a Leo Beebe, el hombre de confianza de Ford II. Atención a como Lucas otorga un toque elevado y presuntuoso a su personaje con todos su gestos y palabras. De la empresa Ford también merece mención Jon Bernthal que destaca en un papel muy diferente a lo que estamos acostumbrados a verle. El duro actor anula sus firmezas y se asienta en su papel del comercial Lee Iacocca.

El resto del elenco también es de nivel top en el apartado interpretativo. Por ejemplo, tenemos al jovencito Noah Jupe y Caitriona Balfe perfectamente acomodados a sus roles del hijo y la fuerte esposa de Ken Miles. Incidir en el joven Noah porque se está trabajando una filmografía ciertamente interesante. Finalmente, destacar el papel de buen mecánico y buena persona que desempeña Ray McKinnon como Phil Remington. La verdad, todo este casting de ‘Le Mans ‘66’ es sobresaliente.

“70.000 revoluciones por minuto ¿Quién eres?” (Carroll Shelby)

En conclusión.
Finalizo esta crítica de Le Mans ’66, un film técnica e interpretativamente irreprochable. Una cinta que te atrapa tanto como la velocidad a Ken Miles. Sus 152 minutos se pasan en un suspiro descubriendo los entresijos de este gran pedacito de historia de la mítica prueba del deporte del motor. Si te gustan las películas biográficas, de amistad y de velocidad, entonces, esta es una gran opción.

Tráiler de Le Mans ’66

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