La momia
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Oculta bajo el suelo de Irak se encuentra una fuerza inconmensurable. Una fuerza que, tras cientos de años, ha vuelto para asolar al mundo. Se trata de la princesa Ahmanet que clama venganza y quiere arrasarlo todo. Tan sólo Nick Morton la puede detener. En Cineycine somos testigos del inicio del Dark Universe y del poder de… ‘La momia’.

“Bienvenido a un nuevo mundo de dioses y monstruos” (Dr. Jekyll)

Crítica de La momia

Con la mítica frase del personaje de Russell Crowe, sacada (convenientemente) de ‘La novia de Frankenstein’ (James Whale, 1932), se abría un nuevo universo cinematográfico: el Dark Universe. Y aunque esto es tendencia actualmente en nuestras salas de cine, hay que dejar claro que el primer estudio en explotar esta fórmula fue la propia Universal. El mítico estudio fue el gran pionero allá por principios de los años 30. Basta con recordar sus clásicos como Drácula (Tod Browning, 1931) y ‘Frankenstein’ (James Whale, 1931). Un universo extendido casi 17 años con títulos tales como: ‘La momia’ (Karl Freund, 1932), ‘El hombre lobo’ (George Waggner, 1941), El fantasma de Frankenstein’ (Erle C. Kenton, 1942), ‘Frankenstein y el hombre lobo’ (Roy William Neill, 1943), o la última cinta del estudio: Abbot y Costello contra los fantasmas’ (Charles Barton, 1948).

Así pues, esto que es considerado actualmente como un “invento”… es algo que existía mucho más atrás en el tiempo dentro de la industria del cine, siendo Universal la primera en este sentido y estando siempre orgullosa al respecto. Hablamos de uno de los mayores legados cinematográficos dentro de la historia. Un legado con una galería de personajes que han protagonizado remakes (la mítica Hammer los explotó hasta la extenuación), secuelas (dentro de la propia Universal) y crossovers (siendo el primero de la historia, la citada ‘Frankenstein y el hombre lobo’, con Bela Lugosi y Lon Chaney Jr. dando vida a dos de los monstruos más icónicos de la factoría).

Con el actual panorama de “universos y franquicias cinematográficas”, Universal no se iba a quedar atrás de sus competidoras. Por ello empezó a mover sus mecanismos para esta nueva “serie de películas”. Sus primeros pasos fueron el fichaje del guionista Alex Kurtzman junto con Chris Morgan (guionista de la casa gracias a “Fast & Furious”) para lanzar este universo y gestionar la creación de una línea de unificación de todos estos personajes. Todo ello a través de la creación de la organización Prodigium, encabezada por uno de los personajes más clásicos del cine, el Doctor Jekyll. En este Dark Universe, Prodigium es la encargada del reconocimiento, contención y destrucción del mal. A destacar los múltiples guiños/easter eggs que la rodean.

Además, al margen de Tom Cruise, Russell Crowe y Sofia Boutella… se confirmaron los fichajes de Javier Bardem como Frankenstein y Johnny Depp como el hombre invisible. También Angelina Jolie se subió al carro como la novia de Frankenstein, o Dwayne Johnson que sonó como el hombre lobo. Finalmente, también se habló de recuperar otros monstruos como Drácula (sin Luke Evans), el fantasma de la ópera o el jorobado de Notre-Dame. Desgraciadamente, y al final, ya sabemos cómo terminó todo esto…

Entrando ya en materia en esta crítica de La momia, cabe decir que no suelo hacer caso de las afirmaciones que se vierten después de los visionados de los tráilers. El muy socorrido, y tan de moda, “pintaza”… que se suele exclamar sólo por ver unos dos minutos de imágenes en movimiento, no suele ser fiable ni serio. Por si fuera poco, reconozco que este film despertó en mi interior varias cosas y ninguna positiva. Una película de monstruos protagonizada por Tom Cruise, a priori, resultaba rara y bastante extraña. A esto sumaría el destrozo que sufrió el film por parte de la crítica norteamericana que mermó sus previsiones taquilleras. Todo esto se juntó y provocó un aparente bajón, aun teniendo a una superestrella como Cruise a bordo.

Dejémoslo claro: ‘La momia’ no es tan horrible como se ha pintado en diferentes críticas. No obstante, tiene cierto aire a “batiburrillo” y se nota que es “un quiero y no puedo”. Eso sí, sus 125 millones de presupuesto se notan para bien, sobre todo en lo que se refiere al campo de los VFX que están lo suficientemente logrados y bastante solventes ¡ojo a las “dobles pupilas”! Por otro lado, la cinta se hace más o menos amena, salvo quizás algún bajoncillo de ritmo en mitad de la obra; especialmente cuando se trata de encajar este nuevo Dark Universe.

En sus primeros minutos, la cinta de Alex Kurtzman, su segunda película como director, resulta un producto entretenido gracias a su planteamiento. Ahí nos recuerda poderosamente al film que dirigió Stephen Sommers en 1999. Pasado ese tramo se van alternando momentos entretenidos con algunas secuencias bastante “mixtas”. Sin ir más lejos, la cinta va recordando, sin llegar a extremos, al film de John Landis Un hombre lobo americano en Londres (1981). Tan es así que coge un elemento de aquella… que aquí, por desgracia, no funciona como en la película de Landis.

El principal problema es que el armazón sobre el que se construye todo esto (me refiero al guión de David Koepp, Christopher McQuarrie y Dylan Kussman) no es tan sólido ni coherente como se pretendía. Aquí tenemos un libreto que intenta acercarse al tono aventurero de la cinta de Sommers (sobre todo a la primera) pero al mismo tiempo intenta insuflarle un aire oscuro y más “realista”, siendo un film de monstruos… Esto provoca una constante colisión de “tonos” a lo largo y ancho del metraje.

En lo que se refiere a las interpretaciones la suerte es dispar. Tom Cruise es un buen actor, pero fatalmente escogido para este personaje (especialmente por las innumerables cosas que le pasan a lo largo de la película). Su problema no es la falta de evolución, sino de cómo se enfoca su rol al que no termina de calar ni de dar empaque. Todo lo contrario que Russell Crowe y Sofia Boutella. Ambos, tanto en términos de guión como de interpretación, son los que mejor salen parados, sobre todo ella.

Y es que Sofia Boutella destaca poderosamente gracias a su presencia física y por cómo enfoca a su personaje. Quizás ella se trate de lo mejor de la cinta cuando, curiosamente, la propia Boutella se mostraba reacia a interpretar a otro personaje maquillado, puesto que acababa de finalizar el rodaje de Star Trek: Más allá (Justin Lin, 2016). Sin embargo, Alex Kurtzman la convenció… y su trabajo como La momia resulta carismático. Además se refuerza con su pasado trágico que se va dejando sentir a lo largo y ancho de todas las acciones de su personaje. Cerrando con el casting no se puede hablar tan bien del rol de Annabelle Wallis. La actriz, en términos femeninos, queda tapada por el personaje de Boutella. Básicamente intenta ser un carácter femenino fuerte, pero realmente es una damisela en apuros.

En otros aspectos de la producción es innegable que Alex Kurtzman le ha puesto ganas en su labor. Se ha filmado en negativo (la fotografía de Ben Seresin es bastante competente) y en los desiertos de Namibia (donde se rodóMad Max: Furia en la carretera’, en varios segmentos). Por descontado se muestra una construcción de sets bastante lograda, especialmente los que tienen que ver con la organización Prodigium. Es en este lugar donde se encuentran diversos easter eggs a personajes del mundo de monstruos de la Universal.

Los aspectos técnicos y de producción citados dotan del segmento de la película relativa a Prodigium del tono gótico esperado. Sin embargo, no se puede decir lo mismo del resto del film. Así pues, ya he comentado anteriormente que su enfoque va colisionando a lo largo y ancho de los minutos. Así hasta llegar a un final que no se sabe si plantea una secuela o un hilo conductor al Dark Universe…

En conclusión.
‘La momia’ no es un film mediocre… es más bien irregular. Tiene buenas intenciones y entretiene más o menos a lo largo del metraje. No obstante, su mezcla de ideas y su “indefinición” terminan por convertirlo en un producto, como digo, irregular. Una lástima porque podía haber sido mucho mejor.

Tráiler de La momia

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