Get Carter (Asesino implacable)
Jack Carter es un “liquidador financiero” de Las Vegas que pone rumbo a Seattle para asistir al funeral de su hermano pequeño, Richie. Una vez en la ciudad comenzará a sospechar que este fue asesinado e iniciará una implacable investigación. (Cineycine).
Ya han pasado más de 20 años del estreno en Estados Unidos de este film protagonizado por Sylvester Stallone. Toca comentar una película bastante machacada y que pasó sin pena gloria quedando olvidada por el tiempo. Hoy toca conocer a un personaje un tanto diferente en lo que es la filmografía de Stallone. Dejen paso a ‘Get Carter (Asesino implacable)’.
“Me llamo Jack Carter y no le interesa conocerme” (Jack Carter)
Crítica de Get Carter (Asesino implacable)
A finales del siglo XX, y principios del XXI, la carrera de Sylvester Stallone no atravesaba por un buen momento. Atrás habían quedado sus grandes taquillazos y también el estilo de los viejos action-man. Era tiempo de otro tipo de héroes más jóvenes y modernos. En estas circunstancias de capa caída fue cuando tuvo lugar el estreno de ‘Get Carter’. El film llegó a cines USA un 6 de octubre del 2000 distribuida por Warner Bros.
Ante todo, esta cinta es un remake/actualización del film homónimo protagonizado en 1971 por Michael Caine. La trama básicamente es la misma cambiando Londres y Newcastle por Las Vegas y Seattle. Y rebajando cierto grado de violencia y desnudez. Ambas películas se basan en la novela ‘Jack’s Return Home’, escrita en 1970 por Ted Lewis. Expuestos los antecedentes entremos en materia.
Ahondando en la película nos encontramos en la dirección con el neozelandés Stephen Kay que aquí tuvo su gran oportunidad. Sin embargo, el gran fracaso de ‘Get Carter’ (63 millones de coste por 19 de recaudación mundial) mandó su carrera directamente a la televisión y también canceló cualquier posible secuela. No obstante, lo cierto es que la dirección de Kay no está nada mal, pero quizás no cuadraba con lo que las nuevas generaciones de espectadores demandaban. Comento esto porque su trabajo, salvo por ciertos toques “modernos”, es totalmente clásico y realista. No hay en esta película flipaciones ni escenas que quiten el hipo y esto seguramente influyó en la escasa repercusión del film.
El realismo comentado en la realización está presente en todas y cada una de las escenas de acción. En pantalla tenemos algunas peleas (pocas) filmadas con total crudeza y sin ningún tipo de exageración. Lo mismo sucede con las persecuciones automovilísticas que son del tipo de las que pueden protagonizar agentes de policía reales y no sujetos como Dominic Toretto. Finalmente, en lo que respecta a tiros y demás decir que aquí las armas de fuego tienen poco hueco. Así pues, quien guste de ver un tipo de acción totalmente cercana a la realidad encontrará en ‘Get Carter’ una buena apuesta.
Respecto a la trama tenemos entre manos un thriller de investigación con toques de violencia. En ‘Get Carter’ seguimos los pasos del personaje interpretado por Sly a la vez que va interrogando sospechosos, visitando lugares y reuniendo pistas. Todo para determinar si la muerte de su hermano fue accidental o un asesinato. Esta narración principal se va viendo interrumpida, brevemente, por los segmentos de una subtrama que liga a Carter con su trabajo en Las Vegas. Esta subtrama la veo totalmente innecesaria puesto que no aporta nada y lo único que hace es desviar la atención. Por su parte, el argumento principal tampoco descubre la pólvora. La historia se mantiene en pie gracias a varias frases acertadas y a la galería de personajes que pululan por el metraje.
En la banda sonora tenemos al ya bastante conocido Tyler Bates. En esta ocasión, huye de sus composiciones más vibrantes para adaptarse totalmente al estilo setentero. De esta forma homenajea a la música creada por Roy Budd para el film de 1971. Los muy cuidados títulos de crédito iniciales son un claro ejemplo de esto que comento.
Liderando el póster del film y el casting destaca el nombre de Sylvester Stallone encarnando a Jack Carter. La performance de Stallone se aleja por completo de sus héroes clásicos del hombre de la calle tipo Rocky o Kit Latura. En esta oportunidad representa a un auténtico matón que viste impecablemente de Armani y que reparte unos puñetazos auténticamente brutales. Ojo también a la percha que presenta Sly en esta película con un tren superior del cuerpo muy musculado y voluminoso.
El único punto débil de Carter es su sobrina Doreen. Ella es la única que le hace sacar un lado más cercano y hasta sensible. De su encarnación en pantalla se ocupa Rachael Leigh Cook entregando a una adolescente con dos caras: una rebelde y otra débil y herida que sólo deja salir ante Jack. Precisamente esta relación permite a Stallone dar algunas de sus buenas lecciones de vida y autoestima: “Todos somos algo raros, Doreen. De los normales es de quien hay que preocuparse”.
Al margen de Sly, también llama mucho la atención la poderosa y estrambótica presencia de Mickey Rourke como Cyrus Paice, otro matón reconvertido ahora en una especie de hombre de negocios del submundo pornográfico. Presten atención a todos los tensos cara a cara entre Stallone y Rourke y a sus monumentales zurras. Como curiosidad resaltar que, por aquella época, Rourke estaba prácticamente desahuciado. De hecho, fue Stallone el que le consiguió este rol pagando incluso de su propio bolsillo parte del salario del antaño cotizado actor.
También es justo destacar a un tipo que casi nunca defrauda. Me refiero a Alan Cumming. En la trama interpreta de manera muy amanerada y conseguida a Jeremy Kinnear, un genio y millonario informático que tiene dinero hasta aburrir y turbios negocios con Cyrus. Por supuesto, no me olvido de Michael Caine que optó por participar en este remake del film que protagonizó décadas atrás por su amistad con Stallone. Su papel es un tanto breve y se limita a estar sentado detrás de la mesa de su despacho. Interpreta a Cliff Brumby, el dueño del local en el que trabajaba el hermano de Jack. Completan el reparto importante Miranda Richardson (Gloria, la viuda madre de Doreen), Rhona Mitra (Geraldine, una prostituta perdida en el mundo de Cyrus) y Johnny Strong (Eddie, un guaperas compañero del hermano de Jack).
“La venganza no es la solución” (Cliff Brumby)
En conclusión.
Finalizo esta crítica de Get Carter (Asesino implacable), un thriller seco y duro que me animo a reivindicar. Está claro que no es un film de acción non-stop y tampoco es uno de los tops de Stallone… pero dista mucho de la catastrófica fama que ha arrastrado desde el día de su estreno. Desde aquí les espoleo a que le den una oportunidad, tanto si la han visto y guardan de ella un mal recuerdo… como si todavía no lo han hecho.
Tráiler de Get Carter (Asesino implacable)
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