Fanático
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En 1996, Robert De Niro acosó hasta más allá del límite a Wesley Snipes. 23 años después, fue John Travolta el que haría lo propio con Devon Sawa. En ambos casos se sobrepasó la admiración personal por el ídolo para terminar convirtiéndose en un ‘Fanático’.

“Tú eres un fan. Sin ti no soy nada” (Hunter Dunbar)

Crítica de Fanático

Estamos ante un nuevo directo a video del antaño resucitado y cotizado John Travolta. Ahora, como de todos es sabido, Travolta camina por la misma senda que otros compañeros como Nicolas Cage, Van Damme, Liam Neeson, Frank Grillo, o el ya retirado Bruce Willis. Expuesto esto, hay que reconocer que ‘Fanático’ presenta una calidad visual bastante superior a la media de este tipo de films. Sin ir más lejos, lo que se nos muestra en la pequeña pantalla bien podría haber dado lugar a un estreno limitado en cines. Seguramente esto se deba a su director. Me refiero a Fred Durst, todo un especialista en videoclips donde la imagen lo es casi todo. En consecuencia, y en el aspecto puramente visual, la película me sorprendió. Realmente esperaba algo típico de la baja calidad de las cintas “protagonizadas” por el citado Willis, por ejemplo.

El guión también es obra de Fred Durst y del debutante con los lápices Dave Bekerman. Dato curioso es que la trama parece estar basada en un suceso de acoso real sufrido por el propio Durst cuando era vocalista del grupo Limp Bizkit y fue acechado por un fan. Ahora bien, y dejando eventos reales al margen, lo cierto es que la película no presenta nada nuevo en este tipo de subgénero de fans acosadores. Leída la sinopsis, más que menos, todos sabemos por dónde va a evolucionar el film y los personajes. En consecuencia, el guión termina siendo un poco pobre y algunas frases (como la de “No tengo mucho tiempo, tengo que hacer caca”) resultan ridículas y descolocantes a más no poder. Y, para colmo, se repite el nombre de “Hunter Dunbar” hasta la extenuación…

No obstante lo anterior, y para el cinéfilo de pro, el libreto está bien trufado de multitud de referencias cinematográficas del propio universo creado en la película en relación con films y artistas reales. Así pues, en pantalla se citará a gente como Ben Affleck o Jamie Lee Curtis. Y también a personajes como Freddy Krueger o Jason Voorhes. Otro detalle a destacar es el carácter retrasado del personaje interpretado por Travolta. Esto, de alguna manera, da lugar a ciertas “sorpresas” en su comportamiento… puesto que nunca se sabe cuándo va a estallar (aunque las escenas nos lo dejan muy claro). También el abuso y burla al débil queda reflejado en la película. Y poco más hay que rascar, quizás estaría también el hecho de denunciar el nulo afecto para con los fans de determinas “estrellas” y su mal encauzada vida de puertas para adentro.

El gran protagonista es John Travolta como Moose. Desde luego no creo que nadie pueda negar que Travolta ha sido muy valiente al aceptar un papel como este en el que resulta fácil chotearse exteriormente del actor. Comento esto porque las pintas que gasta son ridículas hasta decir basta. En el film lo veremos con una peluca que simula un corte de pelo de “loser” total, barba sucia, camisetas estrambóticas y hawaianas, pantalones cortos, gafas, mochila de adolescente,… Lógicamente este vestuario tan ridículo va en consonancia con su personaje. Y es que Moose es un retrasado y un perdedor, un niño atrapado en el cuerpo de un adulto. Respecto a su actuación diré que es intencionadamente patética. Travolta combina momentos en los que nos hace sentir algo de pena y otros en los que nos irrita por su enorme pesadez.

Con el héroe de Moose en la ficción no hay medias tintas y directamente cae mal. Me refiero a Devon Sawa como Hunter Dunbar, una estrella de acción de Serie-B. Sawa hace todo lo posible para que aborrezcamos a su personaje. Tanto que resulta increíble que no entienda que Moose es un deficiente mental que lo admira sobre todas las cosas y que tan sólo quiere un autógrafo. Así las cosas, la supuesta víctima termina convertido en un “villano” por su nula comprensión y compasión, y por su excesivo genio para con un hombre mentalmente frágil.

Entre los secundarios destaca Ana Golja que interpreta a Leah, una paparazzi que es la mejor amiga de Moose. Su personaje además hace las veces de innecesaria narradora del asunto. Y ojo a la presencia de James Paxton, el hijo del fallecido Bill Paxton, como un facineroso que roba carteras en la noche angelina mientras su abusador socio, interpretado Jacob Grodnik, se dedica a distraer al personal con performances de clavos y sangre.

“Sin nosotros… usted no es nada. Yo no soy un acosador, soy un fan” (Moose)

En conclusión.
Termino esta crítica de Fanático, una película que no resulta tan desastrosa ni canta tantísimo a directo a video como otros films de este tipo que hemos ido analizando en esta misma página. Ahora bien, es cierto que no ofrece nada nuevo en el subgénero de fans-acosadores y que su visionado queda limitado a los fans de John Travolta. Aquí podrán ver a su actor favorito en una perfomance diferente con una caracterización totalmente ridícula, pero acorde a su personaje.

Tráiler de Fanático

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