El hombre lobo
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La bestia está de regreso y la campiña se cubrirá de sangre una vez más. Acompañadnos en esta reseña si quieres saber algo del nuevo hijo de la Luna que nos amenaza en esta nueva revisión del mito. Ya podemos sentir su presencia y su aullido suena a lo lejos. Es hora de levantar el telón y dejar paso a… ‘El hombre lobo’.

“Incluso un hombre con el corazón puro y que reza cada noche puede convertirse en hombre lobo cuando florece el matalobos y brilla la Luna de otoño” (Leyenda gitana)

Crítica de El hombre lobo

Apenas nada nuevo bajo la Luna llena. Estamos ante un clarísimo remake del clásico film de la Universal ‘El hombre lobo’ (George Waggner, 1941). Resaltar que ese hombre lobo fue interpretado por Lon Chaney Jr y se le pudo volver a ver en otros títulos de la Universal como ‘Frankenstein y el hombre lobo’, ‘La zíngara y los monstruos’ o ‘La mansión de Drácula’. Este nuevo remake simplemente viene a actualizar la vieja versión. Eso sí, lo hace de manera muy notable y con alguna que otra sorpresilla. Además, en pantalla veremos en toda su crudeza vísceras y desmembramientos varios.

La idea para rodar esta nueva versión le vino a Benicio Del Toro cuando un día, su representante y productor, Rick Yorn, vio en su casa un póster de ‘El hombre lobo’. Al verlo, Yorn sintió curiosidad y le preguntó: «¿Te gustaría hacer un remake de esta película?». A Del Toro la idea le encantó y quiso homenajear no sólo a ‘El hombre lobo’, sino también a ‘El lobo humano’ (Stuart Walker, 1935). Atención porque el homenaje va tan lejos que incluso el logo de la Universal que vemos en los créditos iniciales es el de los años 40.

En el género de terror, y de hombres lobo en particular, considero que los mejores films ya están hechos. Difícilmente se hará uno que sea capaz de superar a todo un clásico como Un hombre lobo americano en Londres (John Landis, 1981), la mejor película de hombres lobo que pienso veré jamás y a la que este film homenajea en una secuencia casi calcada. Una secuencia con un accidente de autobús por medio… Tampoco puedo olvidarme de Aullidos (Joe Dante, 1980) con aquellos espectaculares y temibles lobos-hombres. Y, finalmente, imposible no citar la más cercana en el tiempo. Me refiero a la original, gore y macarra ‘Dog soldiers’ (Neil Marshall, 2002).

Esta versión de Joe Johnston es una buena propuesta, y resulta excelente en algunos aspectos, pero tendría que haber ido más lejos. Y es que el film tan sólo sirve, como acabo de exponer, para actualizar la versión de 1941. No obstante, es cierto que también puede sorprender a los que estén alejados de esta temática. Ahora bien, para los que ya tenemos dientes y orejas de lobo no nos sorprenderá. Pese a esto, no puedo negar que estamos ante una película muy bien filmada y con una ambientación de primerísimo nivel. Nada más hay que ver la recreación de la millonaria, pero abandonada, hacienda de los Talbot… o el resto de localizaciones. En este sentido, se nota que Johnston dio buena cuenta de los 150 millones de presupuesto ayudado por el fabuloso diseño de producción de todo un maestro como Rick Heinrichs.

En el primer párrafo de esta reseña me referí a la crudeza y violencia de sus imágenes. Esto es así y Joe Johnston no hace ascos a la hora de mostrar los salvajes ataques del hombre lobo y sus consecuencias. Así pues, aquí veremos: intestinos tirados por los suelos, cortes de brazos e incluso alguna decapitación. Me descubro, me pongo a cuatro patas y aúllo hacia la Luna de placer y agradecimiento. En el cine actual y, sobre todo, en aquellas producciones que intentan hacer “caja fácil”, ver escenas como las que muestra en pantalla esta película es harto complicado. Por lo tanto, mi más sincero aplauso y reconocimiento público.

Ahora es obligado hacer mención al diseño de hombre lobo que veremos en esta cinta. En este film nos encontraremos con una criatura muy bien conseguida en su acabado final. Un monstruo que responde a los patrones clásicos de los films de la Universal y de los representados por el incansable y mítico Paul Naschy. No es de extrañar que este hombre lobo luzca de manera destacada, y es que el mismísimo Rick Baker fue el encargado de todo el diseño de maquillaje. Por su labor en esta producción fue premiado con su séptimo Oscar y segundo por alumbrar a una criatura de la Luna (el primero de estos dos se lo llevó por su trabajo en la anteriormente citada ‘Un hombre lobo americano en Londres’).

Al margen de respetar los patrones clásicos, este hombre lobo presenta como principal novedad el diseño arqueado de sus piernas. Esto, de alguna forma, es una cierta novedad que le diferencia de sus “antepasados”. Esta característica le permite moverse como un hombre, pero también le posibilita para poder ponerse a cuatro patas y correr a gran velocidad como si fuera totalmente un lobo. Para su total recreación se empleó un sistema híbrido entre efectos digitales, prótesis y maquillaje. Rick Baker quería homenajear la creación de los años 40 de Jack Pierce del que admiraba su criatura. En sus palabras: “Quise ser fiel a lo que hizo, aunque con toques modernos. Sigue siendo el hombre lobo de Jack Pierce, pero con un poco de Rick Baker. Me pareció que debía ser más salvaje y tener un aspecto mucho más peligroso”.

“A veces los monstruos te cazan a ti”. Lobo.

En cuanto al reparto decir que está repleto de caras conocidas. El rol principal de Lawrence Talbot va para Benicio Del Toro. El actor de Puerto Rico interpreta a Lawrence Talbot, un reconocido actor teatral que se siente obligado a regresar a casa para investigar la muerte de su hermano. Benicio nos entrega a un hombre serio, educado (sobre todo con Gwen) y con un enfrentamiento soterrado con su propio padre. También lo veremos atormentado y pesaroso, pero nos ofrece su mejor versión cuando se mete en la salvaje piel del lobo.

En la hacienda familiar de Blackmoore lo espera Sir John Talbot, su padre. El encargado de ponerle rostro es el siempre genial Anthony Hopkins. Aquí nos entrega a un hombre duro, desaliñado y más asalvajado que de costumbre. Un anciano rocoso que lleva a cuestas la dramática muerte de su esposa y el hecho de no haber congeniado nunca con Lawrence. Por otro lado, a la dama de esta versión la interpreta una intencionadamente «apagada» Emily Blunt. La actriz inglesa ya empezaba entonces a despuntar en Hollywood. Blunt cumple bastante bien con su triste papel de Gwen Conliffe y en el clímax será fundamental. Este trío son los protagonistas más destacados sobre los que se apoya la propuesta. El último morador de la mansión es Art Malik encarnando bajo toneladas de barba y pelo a Singh, el asistente hindú de Sir John.

Entre los secundarios nos encontramos con Hugo Weaving que le toma bastante bien el pulso a su papel de investigador de Scotland Yard. Hugo aparece a los 40 minutos de metraje, más o menos, y tiene una combativa conversación con Lawrence con referencias incluidas a Jack «El destripador». Atención también a la aparición de Asa Butterfield encarnando a la versión joven de Ben, el hermano de Talbot. No quisiera dejar pasar estos comentarios sobre el reparto sin hacer mención a la presencia de una casi irreconocible Geraldine Chaplin. La veterana actriz encarna a Maleva, la jefa de los gitanos que se ve venir todo el drama sin poder evitarlo. ¡Ah! y ojo a la aparición del mismísimo Rick Baker como un lugareño que habla del hombre lobo en la taberna local.

“Cosas terribles, Lawrence. Has hecho cosas terribles” (Sir John Talbot)

En conclusión.
Finalizo esta crítica de El hombre lobo, una película realizada y filmada de manera muy notable. Sus aspectos más positivos son la actualización, diseño de producción, violencia y contundencia de las secuencias en las que hace acto de presencia el monstruo (y que son varias todo sea dicho). Si el objetivo de Benicio Del Toro, y del resto del equipo embarcado en este proyecto, era actualizar la versión de 1941, rendirle homenaje y, a la vez, introducir alguna novedad, entonces, lo han conseguido.

“Su escalofriante aullido es un canto a la muerte”

Curiosidades.
-Los aullidos que en este film lanza el hombre lobo salieron de la garganta de un cantante de Ópera (un bajo) de Los Ángeles. “Sus aullidos recorren una amplia gama de emociones”, explica Joe Johnston, “desde la ira, pasando por el triunfo, hasta el desgarro. Reducimos la tonalidad un 40% para hacerlos realmente aterradores, convirtiéndolos en horrendos sonidos animales. Son escalofriantes” sentencia Johnston.
-En la versión del director editada en DVD y Blu-ray hay una escena inicial en la que sale el mítico actor Max Von Sydow junto a Benicio Del Toro. Sydow finalmente no quedó acreditado en este film, pero le entrega al personaje de Benicio un bastón muy «especial».

Tráiler de El hombre lobo

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