El exorcista: Creyente
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“El exorcista fue absolutamente innovadora en su época y deseábamos honrarla con esta continuación. Han transcurrido 50 años y se han estrenado miles de películas desde entonces. Queríamos encontrar una historia tan inquietante como la original e intentar comunicar el horror que puede sentir un padre o una madre cuando su mundo, su hijo o hija se ven amenazados y se ven obligados a enfrentarse a lo desconocido”. Jason Blum y David Gordon Green nos presentan ‘El exorcista: Creyente’.

“Tú no crees” (Angela)

Crítica de El exorcista: Creyente

Hace 50 años, en 1973, llegaba a las grandes salas una de las obras maestras del cine de terror. Me refiero aEl exorcista’. La película estaba dirigida por William Friedkin y basada en la novela escrita por William Peter Blatty sobre un suceso real. El éxito del film fue tal que logró trascender al propio ámbito cinematográfico convirtiéndose en cultura popular. Naturalmente, y cómo siempre sucede en estos casos, en los años siguientes fueron estrenándose una serie de secuelas. Todas estas continuaciones bajaron claramente el listón y la calidad respecto a la cinta original de Friedkin. Por ello, había ganas de volver sobre la misma para darle un nuevo y actual impulso a la franquicia… ¡y más en estos tiempos en los que la nostalgia vende mucho!

Teniendo en cuenta lo anterior, los actuales poseedores de los derechos de la obra de Blatty contactaron con Jason Blum y David Gordon Green. Tanto productor como director venían de triunfar con su revival de la saga ‘Halloween’. Visto el éxito del “resucitamiento” de Michael Myers, a los dueños de ‘El exorcista’ les pareció una buena idea repetir la fórmula allí aplicada. Ya sabéis, retornar al film primigenio y anular por completo todas las continuaciones posteriores. Y a eso se han aplicado Blum y Gordon Green en ‘El exorcista: Creyente’.

Para los más fans de la franquicia, no parece tan claro que ‘El exorcista: Creyente’ invalide completamente lo visto en ‘El exorcista II: El hereje’ (John Boorman, 1977) y ‘El exorcista III’ (William Peter Blatty, 1990). Si recordamos, la primera básicamente trataba del destino de Regan MacNeil y la segunda hacía lo propio con el supuestamente fallecido padre Damien Karras. Nada de eso se menciona en ‘Creyente’, pero tampoco se “tacha”. Esta nueva “continuación” simplemente desarrolla un nuevo caso de posesión y su enlace con ‘El exorcista’ es muy leve. Fundamentalmente, el film de Friedkin se utiliza como mero cebo para atraer, por igual, a los fans de la saga y a los desencantados con la mediocre deriva actual del subgénero de posesiones y exorcismos. Y el elemento principal de este cebo no es otro que la recuperación para la causa de Chris MacNeil, el personaje de Ellen Burstyn.

El propio director, David Gordon Green, ha escrito el guión de ‘Creyente’ en colaboración con su amigo Danny McBride, Peter Sattler y Scott Teems. La idea inicial es ir contando esta nueva historia a lo largo de tres películas, tal y como ya hicieron con ‘Halloween’. Que las nuevas continuaciones lleguen o no a cines ya dependerá del éxito de este primer largometraje. De momento, lo que se sabe es que la segunda cinta llevaría por título ‘The Exorcist: Deceiver’ (título que encaja con lo visto en Creyente). Es importante facilitar esta información porque ‘Creyente’, pese a funcionar como película individual, deja aposta ciertos vacíos argumentales y/o detalles no explicados, aclarados ni tampoco desarrollados plenamente.

El guión sigue el patrón del subgénero de exorcismos. Esto significa que unas jovencitas practican un ritual abriendo la puerta al Mal. A partir de ahí las novedades más significativas son: el respeto al tratar el tema de las religiones, la unión de las mismas, la presencia de dos poseídas en vez de una y, sobre todo, el hecho de creer o no en el Bien y el Mal como conceptos y entes sobrenaturales. Precisamente de esto último es de donde viene la coletilla “Creyente”. Lo cierto es que la trama está expuesta con seriedad y el suficiente drama para que te impliques con los protagonistas. Y también merece cierto reconocimiento el hecho de referirse a otras religiones, no centrándose exclusivamente en la católica… aunque esta sea claramente la más decisiva. El mismo Gordon Green llegó a afirmar sentirse fascinado por las religiones.

Toca ahora comentar los efectos especiales, el maquillaje, el horror,… que son parte de los elementos más valorados por todo buen aficionado al cine de género. En este campo la película no supera en nada a lo visto en el film de Friedkin y tampoco lo pretende. Lo que sucede es que las expectativas, lógicamente, se disparan por las nubes al “adueñarte” del título ‘El exorcista’ y autoproclamarte como la verdadera secuela. En cualquier caso, los trucajes y el maquillaje cumplen bien para lo que es un film de este subgénero… aunque personalmente creo que se quedaron cortos y me quedé con ganas de ver mucho más horror y sugestión. Digamos que el terror de ‘Creyente’ se centra más en el drama. De hecho, parte inicial de la película es una réplica del esquema de las cintas de desapariciones y sus consecuencias.

Respecto a la música hay que destacar la recuperación del famosísimo “Tubular Bells” de Mike Oldfield. Esta magistral composición suena dos veces. La primera en una versión adaptada a ‘Creyente’ y la segunda es la clásica que todos conocemos. Por último, y antes de entrar con el reparto, Gordon Green deja a lo largo de la película algunos guiños a la cinta de Friedkin en forma de secuencias e imágenes que, por supuesto, no desvelaré.

Leslie Odom Jr. es el protagonista principal interpretando a Victor Fielding, un fotógrafo profesional que carga con un pasado dramático y que ahora deberá ayudar al máximo a su hija, Angela. Debo decir que Odom Jr. queda bastante bien delante de la cámara y asumiendo el peso de la producción. Es un actor que sabe transmitir personalidad al público y eso es importante en este tipo de films. A su hija, Angela, la interpreta Lidya Jewett que no desentona en un rol tan importante como es el de una poseída. Aclarar que tanto ella como su amiga Katherine, interpretada por la debutante Olivia O’Neill, son dobladas por profesionales del doblaje en sus estados demoníacos… tal y como sucedió con Linda Blair en la ya varias veces citada ‘El exorcista’. Eso sí, ni Lidya ni Olivia llegan, ni por asomo, al nivel top exhibido por Blair.

Otro personaje importante es el interpretado por la actriz Ann Down dando vida a una enfermera y vecina de los Fielding. Al principio su personaje parece que va a quedar en mera anécdota, pero terminará asumiendo un peso importante en la trama. La que no tiene muchos minutos en pantalla es Tracey Graves como Sorenne Fielding, la esposa de Victor y madre de Angela. Básicamente sale al principio dotando de una destacada elegancia natural a su personaje para luego desaparecer. En cualquier caso, el recuerdo de Sorenne no se pierde nunca en la historia llegando a ser trascendente. Y por último está el tan cacareado regreso de la veteranísima Ellen Burstyn retomando su papel de Chris MacNeil. En ‘Creyente’ vemos a lo que ha dedicado su vida tras los sucesos de ‘El exorcista’ y poco más.

“Protégela…” (Sorenne)

En conclusión.
Concluyo esta crítica de El exorcista: Creyente, una gran oportunidad lastimosamente desaprovechada para haber rescatado la franquicia original llevándola al lugar top que merece. Como película del subgénero de posesiones y exorcismos cumple bien, pero a una cinta que hace uso del título “El exorcista” siempre hay que exigirle lo máximo… y más después de haber estado esperado 50 años para reencontrarnos con el Mal.

Tráiler de El exorcista: Creyente

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