JCVD
Jean-Claude Van Damme, a la edad de 47 años, es un hombre en plena crisis. Su carrera se ha estancado y solo participa en subproductos de acción directos a video, el pago de impuestos le está dejando los bolsillos vacíos y ha perdido la custodia de su hija. El otrora indestructible Van Damme decide regresar a su hogar, en Bélgica, un lugar donde su mito todavía no se ha desvanecido. Cuando se encuentra disfrutando de un merecido descanso en su Bruselas natal, el actor sufre una repentina crisis existencial. De repente la gran estrella de cine que todos conocemos se convierte en un tipo corriente, aquejado de miedos, contradicciones y esperanzas.
Con este film estamos ante una auténtica revelación que conmovió a los seguidores de Van Damme. ‘JCVD’ se convirtió rápidamente en una cinta de culto que cambió hasta niveles insospechados la percepción que muchos tenían sobre el belga. La película es todo un ejemplo de humanidad, sinceridad y honestidad de un mito venido a menos. Una confesión que hará recapacitar a todos aquellos que jamás le dieron ni el beneficio de la duda, y que hará llorar a sus fans de toda la vida. Una tragicomedia perfecta, brillante, original y sorprendente. Un Van Damme arrollador que dejará atónitos a sus detractores más acérrimos. Una gran obra del cine francés y puede que la mejor película de su extensa filmografía.
JCVD – Preparando el regreso triunfal de Jean-Claude Van Damme
Superada la etapa más oscura de su vida, el belga de oro consiguió algo que nunca lograron otros colegas de su misma profesión y género: ser reconocido por la crítica como un muy buen actor. Algo que se había ido ganado a pulso gracias a su esfuerzo en dar lo mejor de sí mismo. Esto quedó de manifiesto con sus buenas actuaciones en películas como ‘Salvaje’ (Ringo Lam, 2003), ‘Justa Venganza’ (Phillipe Martínez, 2004) o ‘Desafío a la muerte’ (Simon Fellows, 2007). Aunque lo mejor aún estaría por llegar…
‘JCVD’ significó el retorno de Van Damme a los cines de todo el mundo. Incluyendo un estreno limitado en versión original que se llevó a cabo en USA el 6 de noviembre de 2008 (en Los Ángeles y Nueva York, principalmente), Sudamérica y Hong Kong, algo que no sucedía desde el estreno de la desastrosa ‘Soldado Universal: El retorno’ (Mic Rodgers,1999). En lo que respecta a su proyección en Europa, el film destacó en Francia, cosechando excelentes y sorprendentes críticas. No obstante, las cifras obtenidas en taquilla no fueron excesivamente espectaculares (aunque tampoco malas). El mayor error que cometió la productora «Gaumont» fue estrenar el film en una fecha donde películas como la cuarta entrega de «Indiana Jones» o la adaptación cinematográfica de la serie ‘Sexo en Nueva York’ (seguida por millones de espectadores) encabezaban de forma contundente el ranking de taquilla. A pesar de ello, ‘JCVD’ se coló en su primer fin de semana de exhibición entre las cuatro primeras películas que encabezaban el ranking, justo por debajo de las anteriormente mencionadas, logrando una recaudación final cercana al 1.500.000 de euros en el país vecino.
Mejor le fue en Bélgica, Luxemburgo y Suiza, donde se estrenó en muy pocos cines pero obteniendo una recaudación media por copia más que importante. Incluso en algunos de estos países decidieron ampliar el número de salas de proyección. No obstante, hay ocasiones en las que el dinero y las recaudaciones no lo son todo. A veces es más importante realizar un buen trabajo en un producto de categoría que sea reconocido por la crítica y público, que amasar millones de dólares con una producción de dudosa calidad que, tarde o temprano, terminará reduciendo el caché de la estrella de la función… y precisamente de esto Van Damme sabe mucho…
Crítica de JCVD
Presupuestada en 10 millones de euros, la estupenda ‘JCVD’ se podría catalogar como una tragicomedia con tintes auto-biográficos. Una película que gira en torno a la vida de Van Damme. En la misma se retrata fielmente la decadencia del actor en Hollywood, ironizando sobre su propia carrera profesional e imagen personal. Sin ánimo de desvelar detalles del argumento, para así mantener la sorpresa del lector, el film también pretende hacernos reflexionar sobre los peligros de la fama: drogas, sexo y alcohol… vicios que terminaron por atrapar a Van Damme en algún momento de su vida y que se plasman en pantalla de manera genial, incluso cruel y bizarra en ciertos momentos.
En la película, que está plagada de auténticas referencias y conflictos internos que atormentaron al propio Jean-Claude durante el periodo más lúgubre de su existencia, se mezclan ficción y realidad a partes iguales en un memorable acto de humildad y confesión por parte del actor. Van Damme se dispone a expulsar sin tapujos sus propios demonios internos a base de excelentes (y estremecedoras) líneas de diálogo. El actor resulta increíble y conmovedor, y se luce como nunca antes lo había hecho. Si anteriormente se expresaba a base de veloces patadas, aquí es capaz de hacerlo simplemente con la mirada y los gestos. Y muestra de ello la encontraremos en una improvisada secuencia dramática que resulta tan emocionante como impactante: Van Damme «se desnuda» frente a la cámara, nos mira fijamente a los ojos y se dispone a repasar, entre lágrimas, su polémico pasado. Todo para terminar pidiendo poco menos que disculpas por todos sus errores cometidos, mientras que la expresión predominante en el rostro del fornido actor será la de la tristeza y el arrepentimiento.
Las lágrimas y los sentimientos quedan al descubierto en ese excepcional monólogo que nos muestra el lado más tierno y humano de un mito del cine de acción. Un Van Damme que con esta película recurre a la autodestrucción como medio de redención, convirtiendo el producto final más en una extraordinaria confesión que en un film tradicional. Rodajes fallidos, problemas con la custodia de su hija, burlas por parte de algunos personajes y un atraco en el que Van Damme intenta demostrarse así mismo que puede ser un auténtico héroe de acción. Esas son algunas de las bazas principales con las que juega el director para retratar la caída a los Infiernos del propio Jean-Claude.
Pero no todo son lágrimas en esta soberbia cinta dirigida con maestría por Mabrouk El Mechri (atentos al estupendo montaje y fotografía del film). También seremos testigos de momentos ciertamente divertidos y autoparódicos (amén a ciertas e inofensivas referencias a Steven Seagal, su eterno rival) y de una gran secuencia de acción que poco o nada tiene que ver con aquellas cutres «set-pieces» que Van Damme nos ha ofrecido en algunas de sus últimas cintas de Serie B. Precisamente esta ensalada de géneros ha sido uno de los mayores aciertos del director y guionista, que logra el equilibrio perfecto entre la comedia, el thriller, el drama y la acción. Y es que durante bastantes fases de la trama seremos presa de sentimientos realmente dispares y contradictorios, ya que la película es capaz de sumergir al espectador tanto en un mar de risas como de repente en un mar de lágrimas. Todo ello conducido por un Van Damme que resulta francamente espectacular, tanto en unas situaciones como en otras. Impresionante, inaudito e increíble en un papel para el recuerdo.
‘JCVD’ significa la mejor película de su extensa filmografía, pero también fue uno de los films más revelantes de su año. Y prueba de ello fue la enorme repercusión que la cinta provocó en todos y cada uno de los festivales internacionales en los que se presentó. Causó auténtica sensación en eventos de gran importancia mundial como los celebrados en Cannes (donde el actor fue aclamado como aquella estrella que una vez llegó a ser), Toronto (en su nueva edición del TIFF´08 Midnight Madness), Vancouver (en el 27th Vancouver International Festival), Montreal (Montreal Festival du Nouveau Cinéma), Berlín (donde fue la ganadora del festival Fantasy Filmfest consiguiendo el Frank´s Fresh Blood Award 2008, importante premio otorgado por el público), Roma (en la tercera edición del festival de cine celebrado en dicho país) e incluso en Sitges (Festival Internacional de Cinema de Catalunya), donde la película sorprendió a propios y extraños.
En resumidas cuentas.
Finalizando con esta crítica de JCVD, estamos ante una película semi-documental sobre la vida del astro belga. Una cinta que narra su brusco descenso hacía el más profundo de los olvidos de forma realmente brillante y ciertamente irónica. Tragicomedia que nos hará reír y pensar a partes iguales. Personajes secundarios genialmente construidos (mención especial a Karim Belkhadra y Zinedine Soualem) y un homenaje inconfeso a una de las más importantes estrellas del cine de acción del mundo. Este film no es sólo un intento más de resucitar la carrera de un actor que se está labrando su propio camino para regresar por la puerta grande, sino que también se trata de una película eficazmente narrada y tremendamente estilizada y original. Además, es capaz de hacernos rememorar algunos de los mejores clásicos del mundo del thriller (en un claro homenaje a films como ‘Tarde de perros‘ o ‘Cómo ser John Malkovich’). Sin duda nos encontramos ante un film bastante radical y lleno de sentimientos. Un producto dirigido principalmente a los fans y a los implacables detractores del actor, aunque quizás deje algo indiferente al público que se encuentre en un término medio.
Curiosidades.
-Varios títulos se barajaron para dar nombre a esta peculiar producción. Primero fué «Le Rois de Belge«, luego «Van Dammage«, más tarde «Codename: JCVD«. Finalmente se optó por algo mucho más simple: J.C.V.D. las iniciales de Jean-Claude Van Damme.
-En su momento se rodó un inteligente «teaser promocional» de seis minutos de duración. En el teaser se mostraba un casting (lógicamente falso) con el objetivo de encontrar al actor idóneo que pudiera interpretar al mismísimo Jean-Claude Van Damme para rodar un biopic sobre su vida. De repente, el propio Van Damme aparece por la puerta y se presenta en el casting de su propia película. El enfado del actor es monumental, que culpa al director de casting (interpretado por Karim Belkhadra, que en la película se mete en la piel del guarda de seguridad) de no haber avisado a ninguno de sus agentes ni de haber informado al actor sobre el proyecto. Van Damme, muy furioso, decide conseguir el papel para su propia película a toda costa en una divertida y genial escena en la que echa del plató a los demás aspirantes. Finalmente, el director de casting cedería para darle a Jean-Claude Van Damme el papel de… Jean-Claude Van Damme.
-El concepto para la película comenzó cuando un productor firmó un acuerdo con Van Damme para que se interpretara a sí mismo en un semi-biopic. El productor, que sabía que Mabrouk El Mechri era fan de Van Damme cuando era joven, le pidió al director que revisara el guión original, ya que no era lo que el productor estaba buscando, puesto que este guión inicial trataba al personaje de Van Damme como a un personaje excesivamente paródico. En este primer script, la película era una descarada parodia de ‘Jungla de cristal‘.
-El Mechri sentía que había más que mostrar de Van Damme que lo que la gente había visto en la pantalla, así que se ofreció para escribir un nuevo borrador del guión, y el productor le propuso que dirigiría el film. El Mechri aceptó con la condición de que pudiera conocer a Van Damme antes de empezar el borrador, con lo cual no malgastaría seis meses en algo que Van Damme vetaría.
-Durante una cena entre El Mechri y Van Damme, se gestó la idea central de la película, con la oficina de correos pero sin saber qué ocurriría dentro. Van Damme quedó intrigado y vio la primera película de El Mechri, tras lo cual decidió trabajar con él.
-Alrededor del 70% de la película tenía guión y el otro 30% fue improvisado por los actores.
-El Mechri y Van Damme tenían un acuerdo según el cual el último no podía gritar “corten” para terminar una escena (como ha hecho en muchas de sus otras películas), ya que no había sitio para dos maníacos del control en el mismo set, y Van Damme puso su confianza en El Mechri.
-La escena con el agente de Van Damme, después de la vista para la custodia, fue improvisada.
–Toda la escena en el taxi está completamente improvisada. El Mechri le pidió a Van Damme que fuera amable con la taxista sin importar lo que ésta le dijera.
-El Mechri estaría encantado de trabajar otra vez con Van Damme si llegara el guión adecuado, aunque preferiblemente sería con un film de acción.
-El Mechri se sentía atraído por Van Damme en particular porque ambos son europeos, y Van Damme era un tipo normal que quiso conquistar el Sueño Americano.
-La impactante escena de la cocaína y la escena de lucha en el bar que aparecían en el teaser promocional no están en la película, ya que no encajaban con el ritmo del film. Hubieran sido flashbacks demasiado largos y El Mechri quería que la historia llegara a la oficina de correos lo más rápido posible. Pero hará una versión de la película para el DVD donde todas las escenas estarán en orden cronológico, incluyendo esas escenas eliminadas.
-Presten mucha atención al logo de Gaumont al principio de la película, antes de que empiecen los créditos.
-En la escena de acción de la introducción, el comentario de Van Damme sobre «no ser capaz de filmar en una sola toma» fue una improvisación del actor, en parte en respuesta a la intención de El Mechri de rodar la escena de acción en una sola toma.
-Cuando lleva un tercio de la escena, Van Damme ya ha matado a seis personas y pensó que era suficiente, pero El Mechri le dijo que había veinte tíos más esperando para entrar en escena, así que Van Damme intentó durante toda la noche rodar la secuencia en tres tomas.
-El Mechri rodeó a Van Damme de especialistas veinteañeros, quienes le provocaron y consiguieron que rodara la escena en una única toma.
–La escena del monólogo de Van Damme no fue escrita por El Mechri. El actor le llamó a las 3 de la mañana la noche antes de que empezara el rodaje preocupado por la película ya que había mucho en juego. Van Damme estaba preocupado por el hecho de que no hubieran reflejado bien sus problemas con las drogas o sus relaciones con las mujeres, y quería incluir muchas cosas más. Pero El Mechri le dijo que ya tenían un guión y un plan de rodaje. El Mechri le dijo a Van Damme que preferiría filmarle hablando de todas esas cosas con naturalidad. Después de todo, la película se llama JCVD, así que… ¿por qué no regalarle un rollo de celuloide para él sólo?
Tráiler de JCVD
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Me gustan mucho las pelis de VAN DAMME pero no había visto este film hasta ahora… ¿Por qué? Sencillamente porque no me gusta ver películas «desmitificadoras»; prefiero ver películas que me lleven más allá de la realidad que veo cada día.
No obstante, esta noche, finalmente me animé a ve ‘JCVD’ por toda la buena fama que arrastraba, y para conocer mejor al hombre que hay detrás del actor. La película realmente es muy sincera, con algunos momentos divertidos y otros brutalmente honestos… la dirección es francamente buena, el guión original y Van Damme directamente «habla con y para nosotros».
‘JCVD’ como bien dice mi compañero Juanma es un producto arriesgado y atípico, muy atípico, sobre todo, para Van Damme. Pero, por encima de todo, es una cinta tremendamente sincera que creo merece ser vista por el público, especialmente si es fan del actor porque es una forma de acercarnos a él, y de saber un poco más de todo este mundillo del cine que le rodea/rodeaba.