En la oscuridad
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Sin ser una gran obra, ‘En la oscuridad’ tampoco es un producto tan nefasto como se afirmó el día de su estreno. Estamos ante una película injustamente infravalorada y denostada. Una cinta que no supo ganarse el cariño del espectador, quizás por su aire a Serie B y su sencillo planteamiento. En cualquier caso, procure mantenerse cerca de la luz, sino quiere que el espíritu de Matilda Dixon venga a por usted…

“El mal regresa en busca de venganza”

Crítica de En la oscuridad

Como apasionado del cine de género, debo reconocer que he visionado cientos de películas de terror de todas las épocas y estilos, así como de distinta y dudosa calidad. Incluso he llegado a disfrutar de cintas de terror de Serie Z totalmente prescindibles, casposas y cutres hasta la saciedad. Pero todas ellas provistas de un sutil encanto del que carecen muchas producciones de mayor empaque. Probablemente, ese cierto fanatismo que siento por este tipo de films me ha convertido en un espectador poco exigente a la hora de valorar propuestas de terror. Creo que puedo disfrutar a lo grande con películas de limitada calidad. Películas que han sido destrozadas tanto por la crítica como por el público (posiblemente con mucha razón). Y una de ellas es ‘En la oscuridad’.

Jonathan Liebesman firmó aquí su ópera prima. Detrás de las cámaras nos demostró muy buenas maneras, sabiendo también crear el clímax idóneo para el terror. ‘En la oscuridad’ no deja de ser una pequeña producción de fantasmas y espíritus vengadores con cierto aire a Serie B y sin demasiadas pretensiones. Sin lugar a dudas, su punto fuerte es su atmósfera y una puesta en escena francamente lograda. Estas son precisamente algunas de las mejores cualidades que Liebesman aporta al film. Cualidades que volvería a demostrar varios años después con películas comoLa matanza de Texas: El origen (2006).

Vamos al grano, ¿Qué pasa con ‘En la oscuridad’ (Darkness Falls)? Personalmente, una de las características que más me cautivaron fue su estupenda puesta en escena y las secuencias donde aparece el espíritu vengador. Estas secuencias sobrenaturales están bien rodadas y resultan muy impactantes. Y eso pese a que sus excesivas apariciones le restan algo de tensión al asunto. Y es que en los tiempos que corren parece que: “cuánto más se muestre en pantalla, mucho mejor”. Por el contario, opino que se consiguen mejores resultados haciendo justamente lo contrario. No obstante, el ente que aparece repentinamente en cualquier rincón de la pantalla llega a sobresaltar en bastantes instantes. Y eso es un logro.

La historia se centra básicamente en unos hechos semi-reales sobre la muerte de una anciana inocente. Al parecer, durante el siglo XIX, en el pueblo pesquero de Port Fairy (Australia) vivió una anciana pastelera llamada Matilda Dixon. La mujer regalaba pasteles a los niños cuando éstos perdían su último diente de leche. La muerte de su marido la sumió en una profunda depresión y, para colmo, quedó desfigurada en un accidente tapándose el rostro con una máscara. Cuando dos niños desaparecieron, Matilda fue culpada injustamente y ahorcada. Posteriormente, su cadáver desapareció mientras que en su lápida se podía leer la frase “No me mires”. Desde entonces, el pueblo entró en una racha de sequía, malos alimentos, poca pesca y fallecimientos extraños durante años. Hoy día, en Port Fairy aún corre el rumor de que la presencia de Dixon ronda por sus calles…

Expuesta la mitología del “mal”, decir que la película trata de manera elocuente el tema del miedo que provoca la oscuridad en la sociedad. Y más concretamente en el ser humano durante su infancia. El mayor miedo lo provoca el espíritu de Matilda regresando de la tumba y vengándose cruelmente de todo aquel que se atreva a mirarle a la cara… Tal y como el título indica, la trama se desarrolla en su totalidad en lugares oscuros y sombrío. Todo un reto para el director de fotografía, Dan Lausten, que tuvo que plasmar en pantalla ese aire tenebroso. Para ello combinó tonos oscuros con juegos de luces y resplandores. Al final consigue recrear el ambiente necesario para mantener al espectador bastante inquieto durante gran parte del metraje.

La película puede llegar a provocar miedo durante los primeros 25 minutos. Esa parte es la mejor (atentos a la explicación sobre la leyenda de Matilda Dixon y a la primera aparición del fantasma). Por desgracia, la trama se va desinflando progresivamente conforme va avanzando el metraje. Esto quizás sea debido a un error muy común en este tipo de producciones: la previsibilidad. Actualmente resulta complicado sorprender al espectador… y si la trama comienza a dar señales de rutina argumental, no sólo no conseguirá sorprender a nadie, sino que además será maltratada hasta la saciedad. Creo que ese fue uno de los errores de la película. Me refiero al hecho de que comienza a ser previsible durante muchos tramos de la historia. Al final esto da lugar a la pérdida de la tensión y del interés que se había logrado durante su primer tramo.

Otro error que ya he mencionado más arriba es la continua exhibición de la criatura. En el guión original no se mostraba el monstruo hasta el final. Así se mantenía al espectador alerta y se iba alimentando su autosugestión conforme avanzaba la trama. No olvidemos que una de las claves del cine de terror es mantener oculto el mayor tiempo posible al causante de los hechos terroríficos, ya que eso lleva al espectador a un gran estado de sugestión e imaginación. Mantengo que resulta más inquietante aquello que intuimos y que no podemos ver… que aquello que vemos en repetidas ocasiones. Desgraciadamente, aquí se optó finalmente por todo lo contrarío: nos enseñan el fantasma de Matilda en numerosas ocasiones. Se anula así ese elemento perturbador inicial y la inquietud que la película nos hace pasar durante sus primeros minutos.

Sin duda, el film habría sido mucho mejor aceptado de no cometerse los citados errores. Por otro lado, justo es decir que estos tampoco son tan graves comparados comparados con los de otras películas de terror que realmente son desastrosas se miren por donde se miren. El ejemplo más claro son todas aquellas absurdas cintas de terror juvenil llenas de chistes malos, sexo, jóvenes asustados carentes de neuronas y guiones inexistentes. Y es que ese es otro punto a favor de ‘Darkness Falls’. Me refiero a su seriedad argumental y un guión simple, pero consistente que no cae en el ridículo. No olvidemos que el presupuesto de la película fue de 10 millones de dólares. Un presupuesto ridículo comparado con el de muchos films del mismo género y seguramente inferiores.

Los efectos visuales son un punto a favor. En su mayoría están muy conseguidos y resultan creíbles. Muchas de las apariciones espontáneas de Matilda Dixon llegan a resultar escalofriantes: su primera aparición pone los pelos de punta, así como su presencia en la cárcel y en el interior del faro. Y todo ello gracias en parte a los técnicos de sonido. Los efectos sonoros, combinados con la penumbra del relato, logran alcanzar muy decentes cotas de tensión. Y hablando de la escena final en el faro, se nota el trabajo del prestigioso técnico Stan Winston, ya que fue él quien diseñó a la criatura que podremos ver en la secuencia final de la película. Ahí se nos mostrará sin máscara y con el rostro al descubierto. Una delicia.

En cuanto a los actores, poco hay que reprocharles. No son demasiado conocidos para la gran mayoría del público, pero cumplen con creces en sus respectivos papeles. Quizás debería resaltar la labor de Emma Caulfield como Caitlin. Recordemos que Emma consiguió buena parte de su fama gracias a su participación en la serie ‘Buffy, cazavampiros’. También destaca el por entonces niño de la película, interpretado por Lee Cormie, que sufre los continuos ataques de Matilda. Cornie hace un buen papel como un chaval traumatizado por la aparición fantasmal y por su pánico a la oscuridad. Por el elenco también podremos ver nombres a Sullivan Stapleton y Chaney Kley. Para terminar destacar la presencia de Emily Browning como la versión infantil de Caitlin.

En resumidas cuentas.
Termino esta crítica de En la oscuridad, una entretenida y bien planteada película de terror. Su historia es simple pero interesante, y está provista de un clímax y una puesta en escena destacadas. Recomendable para los amantes del género, aunque el público de hoy día es demasiado exigente y siempre pide algo más.

Tráiler de En la oscuridad

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