El pacto (2018)
Comparte con tus amigos










Enviar

Desde tiempos muy remotos ha existido la mitología en torno a los pactos con fuerzas sobrenaturales. Me refiero a diferentes acuerdos en los que se pide a la correspondiente deidad o fuerza oscura un determinado favor de gran relevancia. Todo a cambio de pagar un precio muy alto, normalmente el alma del sujeto. Llega el momento de adentrarnos en… ‘El pacto’.

“¿Qué estás dispuesta a hacer para no perderla?”

Crítica de El pacto (2018)

‘El pacto’ es una nueva incursión en el cine de género por parte de Belén Rueda, quizás nuestra actriz más comercial a nivel de taquilla. Además, estamos ante la ópera prima de David Victori, ganador del Festival de Cortometrajes de YouTube en 2012. Victori es un guionista y director nacido en Manresa que ya tuvo cierta resonancia al escribir el libreto de Hijo de Caín (Jesús Monllaó, 2013), película basada en la novela de Ignacio García-Valiño. Ahora nos ofrece una historia original suya que ha escrito con la colaboración del guionista Jordi Vallejo.

Los terrenos por los que se mueve el libreto de David Victori y Jordi Vallejo son los del drama familiar salpicado con innegables toques de terror y thriller, “aderezos” que le sientan bastante bien a la historia. El drama lo encontramos en la situación familiar que supone perder a una hija. El terror (o mejor dicho, lo sobrenatural) y el thriller son la consecuencia directa del drama al introducir la vieja mitología del pacto con el Mal (en sentido genérico) o el Diablo (en sentido estricto).

Teniendo en cuenta lo que acabo de comentar, el film dedica la mayor parte del metraje a analizar las consecuencias del funesto “acuerdo”. Un acuerdo al que llega la protagonista para poder salvar a su hija. Aquí nos encontramos con lo mejor y lo peor de la propuesta. Lo mejor es que no sabremos por dónde irá tirando la película a la hora de saber si Mónica pagará su precio o no. Y lo peor es que la representación de ese precio se torna demasiado “fácil y/o bajo” en según en qué casos, siempre y cuando uno creyese el acuerdo y estuviese completamente dispuesto a cumplirlo, por supuesto. Esto último sin entrar ya en temas más religiosos. Por ejemplo: el destino final del alma al haberle dado la mano al mismísimo Satanás.

Respecto al precio a pagar, y sin entrar en muchos detalles para evitar “spoilers”, cabe decir que podemos encontrar un cierto parecido a lo visto en producciones recientes del género. Películas en las que los protagonistas se ven sometidos a una especie de maldito “Tú la llevas” de consecuencias mortales si no cumples tu parte.

‘El pacto’ fue rodada en zonas poco expuestas de Barcelona y alrededores. El film presenta una lograda ambientación buscando siempre de manera intencionada con la fotografía los lugares oscuros o poco iluminados. Amén de la presencia de la lluvia intensa. Todo para favorecer el aire de misterio y terror de la propuesta. Victori incluye también algún que otro jumpscare para cumplir con la hinchada más fanática, aunque sin abusar.

“El precio es demasiado alto”… Pactar con el Diablo.

El reparto claramente está dominado por Belén Rueda. La actriz nacida en Madrid se maneja con gran comodidad en este tipo de género y apoyando a nuevos valores que surgen detrás de las cámaras. Algo que ya hizo en su momento con el mismísimo J.A. Bayona (‘El orfanato’, 2007). En ‘El pacto’ Belén se vuelve a lucir con una interpretación muy bien ajustada a los diferentes estados a los que se va viendo sometida Mónica: tristeza, miedo, autoridad,… Digamos que la artista no tiene ningún problema para ponerse en los zapatos de su personaje.

Al lado de Belén Rueda me llamó mucho la atención la importancia que también tiene en el metraje Darío Grandinetti como Álex, el exmarido de Mónica. Grandinetti cumple muy sobradamente con un porte importante (a la vez que sencillo) y dando réplicas serias e intentando salvaguardar a su familia. Finalmente, bastante cumplidora es la labor de Mireia Oriol en el rol de Clara, la típica adolescente que va dejando señales de rebeldía porque no entiende la sobreprotección de su madre. Lo que su personaje le pide, la joven actriz lo lleva a cabo en los minutos que le tocan. Es importante resaltar que consigue no hacer caer mal a Clara, algo que sucede con frecuencia en este tipo de personajes.

En conclusión.
Acabo ya esta crítica de El pacto (2018), un auténtico drama familiar convertido en un descenso al infierno donde las arañas albinas señalan el precio a pagar. Quizás se podría haber esperado un mayor horror… pero el film termina cumpliendo gracias, sobre todo, a su trío protagonista y a unas temáticas poco visitadas en nuestro cine patrio.

Tráiler de El pacto

Escucha nuestro podcast