Shang-Chi y la leyenda de los diez anillos
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Hoy nos visita un “superhéroe” que apareció por primera vez en 1973 en el número 15 de ‘Special Marvel Edition’. Sus creadores fueron Steve Englehart y Jim Starlin que lo alumbraron en plena fiebre setentera por las artes marciales. Es hora de dar paso al maestro del Kung-Fu: ‘Shang-Chi y la leyenda de los diez anillos’.

“Una deuda de sangre se debe pagar con sangre” (Wenwu)

Crítica de Shang-Chi y la leyenda de los diez anillos

Nueva película del MCU que presenta su “Fase 4” y que también da a conocer al gran público a su director. Me refiero a Destin Daniel Cretton, un realizador nacido en Hawái. “Curiosamente”, Destin ha trabajado en sus últimas tres películas con Brie Larson, la actual Capitana Marvel. Las películas a las que me refiero son: ‘La vidas de Grace’ (2013), ‘El castillo de cristal’ (2017) y ‘Cuestión de justicia’ (2019). Así pues, seguro que Brie, como mínimo, mencionó su nombre a Kevin Feige. El caso es que ahora Destin nos presenta ‘Shang-Chi y la leyenda de los 10 anillos’, un tipo de film totalmente diferente a lo que ha hecho hasta ahora.

Al margen de introducir a Shang-Chi al universo cinematográfico Marvel, la película también es un nuevo intento de conquistar al público oriental por parte de Disney. No es ya sólo que el protagonista sea chino, o que estemos ante un reparto diverso dando entrada a actores y actrices orientales, sino que también el inglés y el chino son los dos idiomas oficiales del film. Lógicamente el inglés es mayoritario, pero ahí queda el nuevo guiño al mercado asiático. En relación con todo esto, el propio Kevin Feige se congratuló por contar con: “un elenco 98% asiático”.

La acción tiene lugar en tres escenarios: San Francisco, Macao y la misteriosa tierra de Tao Lao. En estos tres territorios presenciaremos muy diferentes combates. A nivel personal, me quedo con la set-piece que tiene lugar en un autobús en marcha en San Francisco. Es una pelea bastante bien rodada y con muy poco espacio que implica a Simu Liu peleando contra varios esbirros liderados por Florian Munteanu como un rival de mucho más peso. En Maco destaca el combate en una jaula y los escarceos por el exterior de un rascacielos. Finalmente, en Tao Lao la acción se lleva a otro nivel haciendo uso de un montón de efectos especiales y colosales criaturas CGI con fecha de caducidad.

Respecto al guión decir que ha sido escrito a tres manos por Dave Callaham, Andrew Lanham y el propio Destin Cretton. La historia que este trío nos entrega lo cierto es que guarda muy poca relación con el Shang-Chi de los cómics. En su lugar se toman varias referencias de los cómics Marvel y otras nuevas alumbradas para construirle un origen fílmico al personaje. Entre estas fuentes estarían la historia del verdadero Mandarín, los clanes asesinos del padre de Shang-Chi, algún “dragón” que recuerda al Fin Fang Foom, paraísos ocultos como Tao-Lao y, por supuesto, los diez anillos.

Un punto importante son los 10 anillos representados por 10 poderosas y “mágicas” “pulseras” (cinco en cada antebrazo) que el progenitor del héroe encontró hace miles de años. Lo cierto es que no se ahonda mucho más en los “anillos” porque queda claro que se volverá sobre los mismos…. Eso sí, aquí seremos testigos de parte de su poder. En pantalla el villano los usará bastantes veces tanto como arma como medio de defensa e incluso los empleará para “volar”.

También tendremos referencias directas o indirectas a algunas películas y personajes del MCU. En esta cinta se citará de pasada el famoso “chasquido” de Thanos, se mencionará lo ocurrido enIron Man 3 (Shane Black, 2013) con el farsante de Trevor y, finalmente, veremos a algunos superhéroes y supervillanos ya vistos en anteriores films. Por otro lado, y de manera inevitable, no puede faltar cierto humor. La mayor parte del mismo recae en la omnipresente Awkwafina que hace las veces de “colega divertida”. La tolerancia a sus gracietas dependerá de lo mejor o peor que al espectador le caiga esta artista.

Con todo lo que he venido describiendo anteriormente, los guionistas “ensamblan” una particular historia de origen de personaje. Y lo cierto es que resulta bastante atractiva siendo lo mejor de la propuesta. Y digo que es lo mejor porque, pese a su cliché típico de héroe que renuncia a su legado, nos muestra “una historia de familia” en la que no sólo comprenderemos las motivaciones de Shag-Chi… sino también las de su padre e incluso las de su madre y las de su hermana. Una historia expuesta con varios flashbacks al pasado y que se nota trabajada con seriedad. En este sentido se aleja varios peldaños de algunas de las gansadas del MCU. Precisamente por esto último no creo que este film pase a ser el favorito de los fans que buscan la diversión y el chiste recurrente.

“Es hora de que ocupes tu lugar a mi lado”. Introducing Shang-Chi!

Pasamos ahora al casting que está liderado por Simu Liu encarnando al mítico Shang-Chi. Lo cierto es que Simu pierde mucho o todo si lo comparamos con el personaje de las viñetas que irradiaba toneladas de carisma a través de las mismas. Por si fuera poco, Simu no se parece en nada al maestro del Kung-Fu. En su caso queda claro que su elección ha sido poco acertada, sobre todo cuando hay actores orientales con una personalidad muy fuerte que habrían sido geniales para este rol. Un rol que Simu despacha como buenamente puede esperando progresar en futuros films.

A su lado le come totalmente la tostada Awkwafina como Katy, ese típico personaje simpático y bocazas que acompaña al héroe a modo de escudero. La actriz nacida en NY sabe a lo que está y este tipo de papeles los domina a la perfección. Si, como es mi caso, te gusta su sentido del humor disfrutarás mucho con ella. Al contrario el film se te puede hacer muy pesado porque Awkwafina sale mucho. Completando la familia de Shang-Chi tenemos Meng’er Zhang como su hermana Xialing y a Fala Chen como su madre Li. La primera representa la típica “performance” de mujer dura e independiente y la segunda adopta una pose mucho más dulce, pero no exenta de sabiduría y poder marcial. Muy parecida a la interpretación de Fala Chen resulta Michelle Yeoh como Ying Nan, la tía de Shang-Chi.

Por el lado de los villanos destaca Tony Chiu-Wai Leung encarnando a Wenwu, el padre de Shang-Chi al que podemos identificar como «el verdadero Mandarín» y no el pedorro que vimos en ‘Iron Man 3’. En el comienzo del film asistimos a su origen y cómo pasó de ser un villano con ansías de expansión a buscar otros objetivos más románticos. Wai Leung le da una seriedad muy agradecida a su personaje y domina por completo la gestualidad y el poder de los anillos.

También en el bando de Wenwu destacan dos esbirros sacados directamente de los cómics de Shang-Chi. El primero es Razor Fist interpretado de manera bestial por Florian Munteanu. Este gigante musculoso, descubierto en Creed II (Steven Caple Jr., 2018), hace lo que mejor sabe hacer: exhibir su tamaño y golpear sin parar. Y el segundo esbirro en importancia es el silencioso asesino conocido como Death Dealer. En este caso hablamos de una buena e inquietante representación consiguiendo que el personaje no pase desapercibido. Bajo su kimono y pinturas se esconde Andy Le.

“Eres el legado de tu familia: lo bueno y lo malo” (Ying Nan)

En conclusión.
Termino esta crítica Shang-Chi y la leyenda de los 10 anillos, una película que cumple con la ración de espectáculo y diversión Marvel… pero, a su vez, también intenta marcar su propio camino. Precisamente esto último es lo más destacado e interesante de todo pudiendo dar lugar a futuras y grandes sorpresas.

Relacionado: ¿Quién es Shang-Chi?
AVISO: Hay dos escenas post-créditos (la primera después de los primeros y la segunda al final de todo).

Tráiler de Shang-Chi y la leyenda de los 10 anillos

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