Iron Man
Capturado en Oriente Medio por un grupo de insurgentes, el industrial y multimillonario Tony Stark utilizará su ingenio para crear una armadura que le permita escapar de la cueva donde ha sido apresado. De vuelta en América y, pese a las reticencias de Obadiah Stane (su mano derecha), Tony se pasa el día en su taller perfeccionando el blindaje que le otorga una fuerza sobrehumana y le permite seguir viviendo tras las graves lesiones sufridas tras el atentado. Con la ayuda de su asistente, Pepper, y de Rhodey (un militar de confianza), Stark descubrirá un siniestro complot que le empujará a enfundarse su armadura para proteger al mundo.
Puro espectáculo. Este es el adjetivo calificativo ideal para definir ‘Iron Man’, una estupenda traslación del superhéroe a la gran pantalla. La película cabalga a medio camino entre la seriedad y el humor. Además añade a la trama un importante elemento adulto que despierta el interés incluso del espectador más difícil de sorprender. Todo esto la convierte en una de las propuestas más eficientes del cine de superhéroes de los últimos años.
«¿Si me gusta la paz?… Con la paz estaría en el paro».
Crítica de Iron Man
Un gran número de films corren la mala suerte de defraudar al espectador debido a las altas expectativas creadas. Todo a causa de la avalancha de videos, imágenes, avances y entrevistas esperanzadoras. Un cúmulo de elementos que, tanto productoras como medios informativos, nos revelan meses antes de un estreno. Esto es algo que el sector más impaciente del público siempre agradecerá. Sin embargo, lo peor es que esta información siempre (o casi siempre) tiende a magnificar y engrandecer desmesuradamente la película en cuestión.
Como consecuencia de lo anterior, al final acabamos creando una falsa idea preconcebida en nuestra cabeza sobre el film. Dicho de otro modo: lo visualizaremos con antelación en nuestra mente en base a la numerosa información que nos llega. Desgraciadamente, siempre que esto sucede terminamos imaginando una película perfecta e ideal… Surgen así numerosos fiascos y decepciones cuando llega la hora de la verdad.
Pero no se asusten, este film de Jon Favreau logra lo que pocas producciones han sido capaces… ‘Iron Man’ iguala e incluso supera las expectativas creadas previamente a su estreno. Claro que, independientemente de haberlo conseguido por méritos propios y con total justicia, este éxito también se debe, en gran medida, a aquellos últimos productos semifallidos que invadieron nuestras pantallas de cine. Películas que, aún siendo la mar de entretenidas, no resultaron nada convincentes ni tan siquiera al seguidor más flexible. Me refiero a producciones como ‘Daredevil’, ‘The Punisher’, o las muy frustrantes ‘Spider-Man 3’ y ‘Elektra’. No se trata de malas películas, pero algunas de ellas no resultaron como debieran…
Afortunadamente, y en contra de lo que se creía en un principio, esta película no se puede comparar ni de lejos con las anteriores. Sin duda estamos hablando de una de las mejores adaptaciones de un cómic de superhéroes al mundo del celuloide. ‘Iron Man’ logra colocarse a la misma altura (o más) de las estupendas ‘Spider-Man’ y ‘X-Men’, o incluso de las más adultas y oscuras ‘Batman Begins’ (sin olvidarnos de las obras de Tim Burton) o ‘Hellboy’. Aunque éstas últimas se encuentran bastantes peldaños por encima de las demás en lo referente a seriedad argumental y calidad cinematográfica… el film protagonizado por Robert Downey Jr. no tiene nada que envidiarles. Eso ya es todo un éxito que los números también corroboraron.
‘Iron Man’ es todo diversión y espectáculo de principio a fin. Eso sí, las secuencias más impactantes están distribuidas inteligentemente a lo largo de todo el metraje. Todo para evitar que la película caiga en el error de saturar al espectador con excesivas escenas de acción. Se otorga así una prioridad esencial a la trama y al magistral (y necesario) desarrollo del personaje. Sin duda estamos hablando de un planteamiento serio y acertado. No obstante, eché en falta alguna intervención más de «el hombre de hierro» en la película (aunque esto habría ocasionado un alargue innecesario de metraje). Este es el único inconveniente que le vi en su momento. Inconveniente derivado por tratarse de la primera entrega de una (hasta el día de hoy) trilogía.
El film quizás queda impregnado de la sensación de que nos dejaron un poco con la miel en los labios. De que nos deja con ansias de ver más en acción al personaje ejerciendo como justiciero durante más tiempo. No obstante, Jon Favreau requiere de bastantes minutos para explicarnos detalladamente el origen de Tony Stark. Aquí vemos su evolución de arrogante defensor de las armas a héroe incondicional de la paz. Uno de los personajes más complejos y ambiguos del universo Marvel requiere un generoso tiempo de narración. Pero los cimientos quedan construidos. Ahora bien, todo esto no es un defecto ni una crítica, sino una apreciación personal. El trabajo de Favreau y su manera de dosificar las escenas de acción con la trama me parecen intachables. Sin embargo, las secuencias en las que interviene Iron Man resultan tan impresionantes y soberbias que es inevitable pedir más…
Una de las bazas más importantes con las que cuenta el realizador son las escenas de combate y los efectos especiales. En una palabra: sublimes. Los efectos digitales corrieron a cargo (¡cómo no!) de la compañía de George Lucas Industrial Light & Magic. Esta es una empresa que se supera con cada película en la que trabajan. En las secuencias infográfricas alcanzan tales niveles de realismo que resulta prácticamente imposible diferenciar entre lo real y lo digital. En esta cinta encontramos otra buena muestra de ello.
Todas y cada una de las secuencias de lucha y vuelo son el «no va más» en lo referente a tecnología CGI. Escenas que deslumbran por su brillantez en el apartado técnico y que nos brindan un espectáculo visual visto pocas veces en producciones recientes. Mención especial a todas las secuencias aéreas de Iron Man. Me refiero a las del interior del laboratorio, las de Stark con la armadura Mark II atravesando la atmósfera y, especialmente, la increíble persecución entre el Iron Man modelo III y los cazas. Por no hablar de su triunfal y furiosa intervención en Afganistán tomándose la justicia por su mano (atención a esta secuencia, impagable). Finalmente tenemos el combate de cierre. Un choque ligeramente corto pero todo un portento en acción y dinamismo.
La mayor ventaja con la que cuenta el personaje para ganarse la simpatía es la ausencia de superpoderes. Las mejores cualidades de Stark son su inteligencia y determinación. Por tanto, podemos considerar a Iron Man como una persona normal y corriente cuando se desprende de su armadura. Esto es un detalle que quizás pase desapercibido pero que engrandece la figura del héroe y le vuelve más «meritorio» y humano. Sobre todo si lo comparamos con otros superhéroes que, de un modo u otro, están dotados de poderes especiales por naturaleza o debido a alguna manipulación genética.
Ahora bien, no todo van a ser elogios para Tony Stark. Delante tenemos a un individuo complicado y proclive a los excesos. Principalmente al alcohol… y es aquí a dónde pretendo llegar. El único reproche que se le puede hacer a Jon Favreau es su falta de agallas a la hora de mostrarnos esa personalidad adictiva de Stark y la parte más oscura del personaje. Algo que en la cinta sugiere ligeramente pero sin entrar en detalles. No obstante, el propio realizador afirmó que el lado más dramático y vicioso de Stark sería explorado con mayor profundidad en las secuelas…
La verdad es que cansa que tanto productores como directores pretendan ignorar los aspectos más interesantes de sus personajes. Todo con tal de ampliar el público y permitir la entrada a gente de todas las edades, aunque sea a costa de restar fidelidad y calidad a sus películas. Sin embargo, y a pesar de su clasificación para (casi) todos los públicos, realmente nos encontramos ante un film con una historia fuerte y adulta. Una trama en la que tenemos un importante elemento dramático que envolverá a varios personajes. Esto se combina además con grandes dosis de ironía y humor por parte de un egocéntrico y chulesco Stark. Un Stark que nos brinda los mejores diálogos de la película.
Y hablando de fidelidad, ‘Iron Man’ es de una de las adaptaciones más fieles y cercanas al personaje. No obstante, se han tenido que modificar algunos detalles. Por ejemplo: la ambientación y localización del inicio de la historia donde pasamos de Vietnam a Afganistán… cuestión de modernizarse, supongo. Otro de los cambios más significativos es el mayordomo de Stark (Jarvis). En los comics-books de Iron Man y Los Vengadores era un personaje de carne y hueso. Sin embargo, en el film es mostrado como una simple voz informatizada.
Dejando los cambios al margen, el desarrollo del personaje es ejemplar. Su egocentrismo y aire chulesco queda totalmente plasmado en el film. Así como el proceso de construcción y diseño de las tres armaduras. Las tres son prácticamente calcadas a las originales de las viñetas. El modelo III es una gozada que luce en pantalla en su máximo esplendor ¡alucinante! Aunque se echa en falta algo más de protagonismo de las armaduras Mark I y Mark II… Estas son las pequeñas consecuencias de este tipo de traslaciones. Es casi imposible abarcar detalladamente todos los aspectos del cómic en una película por falta de tiempo.
Por último, nos queda hacer una parada obligatoria en la enorme labor de los actores. El reparto resulta inmejorable y todos los miembros del mismo se toman la película muy en serio. Robert Downey Jr. destaca por encima del resto, sin duda. Downey es un intérprete como la copa de un pino y encaja a la perfección con el personaje de Stark.
Recordemos que sucumbió a las drogas y la bebida hasta que logró recuperarse en 2002. Esta experiencia la supieron valorar los productores para otorgarle el papel principal. Stark también es proclive a caer en las garras del alcohol y nadie mejor que Downey Jr. para identificarse plenamente con él. Para gran parte del público, Robert se ha convertido en Stark y Stark en Robert. No hay ni que decir que Junior acapara todo el peso de la película en sus espaldas. Incluso llega a anular a la mayoría del reparto gracias a su enorme carisma y gran actuación. El haber interpretado a Tony Stark en una superproducción de este calibre le abrió un abanico más amplio de posibilidades a la hora de recibir proyectos y guiones, pero estando sobre todo ligado a Marvel/Disney con este rol.
Robert no es el único actor sobresaliente del reparto. Aquí también tenemos al siempre genial Jeff Bridges interpretando al villano de la función. Este es un papel quizás más convencional y menos complejo que el de Downey, pero Bridges lo lleva a la pantalla con total veracidad. Gwyneth Paltrow y Terrence Howard terminan de completar el reparto principal con dos papeles no tan trascendentes pero igualmente interesantes. La primera interpretando a Pepper Pots, la protectora y guapa secretaria de Stark. El segundo como James Rhodes, amigo íntimo de Tony y su enlace con el ejército americano. A destacar el guiño hacía War Machine que nos brinda Rhodes observando atónito la Mark II. Y, como broche final (justo a la conclusión de los títulos de crédito), la estelar aparición de Samuel L. Jackson como Nick Furia, jefe de S.H.I.E.L.D. Jackson deleita a los fans con sólo unas pocas frases…
Esta película supuso un importante punto de inflexión en lo que a adaptaciones de superhéroes se refiere. Se trató de la primera producida íntegramente por Marvel Studios, la nueva subdivisión cinematográfica creada por Marvel. Un estudio que gozaría de plenos poderes y derechos. Todo para plasmar en pantalla a sus personajes de las viñetas de un modo mucho más fiel y cercano. A partir de este momento, las películas sobre personajes Marvel elevaron considerablemente su calidad con respecto a las vistas anteriormente.
En resumidas cuentas
Finalizo esta crítica de Iron Man, posiblemente esta sea la mejor película sobre un personaje Marvel. Un film que le llega a hacer sombra al ‘Batman Begins’ de Nolan con un planteamiento serio y comedido. Un planteamiento centrando la trama en la narración de los orígenes e historia del personaje y relegando a un segundo plano las hazañas Stark como superhéroe. En definitiva, película altamente recomendable. Además cuenta con Robert Downey Jr. demostrando su calidad como actor haciendo suyo por completo a Tony Stark.
Tráiler de Iron Man
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