La leyenda de madre Sarah
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Comentario de La leyenda de madre Sarah

Katsuhiro Otomo es sin duda uno de los grandes referentes en el mundo del manga, un autor que a estas alturas no necesita presentación. En este caso os presentamos una cruda y violenta historia ambientada en un futuro apocalíptico, donde una misteriosa mujer se embarca en la búsqueda de sus hijos. Si disfrutasteis con ‘Akira’ os invito a que nos acompañéis en este nuevo viaje de la mano del maestro Otomo en La leyenda de madre Sarah.

Valoración.
Lo primero que me llamó la atención de este manga es la enorme similitud a nivel formal con esa obra maestra de Otomo que es ‘Akira’. Una similitud reflejada en multitud de detalles que configuran un escenario catastrofista que nos resulta muy familiar en la obra de este autor. La diferencia es que en este caso el aspecto sobrenatural y casi surrealista que inundaba las páginas de ‘Akira’ deja paso a un contexto mucho más realista y humano. Tras un cataclismo nuclear causado por la codicia y la prepotencia de los hombres, la Tierra queda arrasada y su población diezmada. Los que a la postre fueron causantes primeros de ese desastre deciden exiliarse a la espera de tiempos más propicios. Mientras, los seres humanos que quedan en el planeta terminan enfrentados en dos grandes bloques que representan temas tan recurrentes en la obra de Otomo como son la religión, la política y el abuso tecnológico.

La idea de Otomo es mostrarnos este futuro distópico a través de los ojos de Sarah, una de las muchas personas que deciden abandonar la estación espacial para regresar a la Tierra en compañía de su familia. Un regreso que se ve truncado y que la obliga a sobrevivir para poder recuperar a sus seres queridos. Es en ese punto cuando la historia comienza realmente, diseccionando con gran realismo una sociedad caótica y cruel donde impera la ley del más fuerte. El personaje de Sarah está muy bien trabajado, es uno de los mejores personajes femeninos que recuerdo, una mujer fuerte y dura como el acero, inteligente y tenaz. Pero al mismo tiempo es afable y tierna en no pocos momentos de la historia. Una mujer que está dispuesta a arriesgarlo todo para poder encontrar a sus hijos, sin importar el precio que tenga que pagar. Como único acompañante tendrá a un comerciante muy peculiar llamado Tse Tse, que a pesar de tener un interés desmedido por el negocio se convierte en lo más parecido a un marido para ella.

La historia que teje Otomo es cruel y despiadada, con escenas y momentos no aptos para personas con cierta sensibilidad, a fin de cuentas el mundo que acoge a Sarah en su búsqueda está inmerso en una guerra civil donde los derechos humanos se pisotean sin pudor, donde la muerte y las violaciones son el pan de cada día. Y buena parte del mérito es de Takumi Nagayasu, otro gran autor del manga que cede su pluma para dar vida a cada viñeta. Es muy destacable el trabajo de documentación realizado, tanto en lo que a nivel tecnológico como naturalista se refiere. Paisajes desérticos, entornos urbanos y todo tipo de maquinaria son retratados con un realismo y un detalle apabullantes. El trazado de Nagayasu es perfeccionista pero al mismo tiempo apasionado, con un toque rudo muy peculiar que potencia momentos más dramáticos como son los combates, las luchas descarnadas y algunas escenas de carácter sexual.

La impresión que sacamos de la trama y sobre todo del personaje de Sarah es parecida a la que podríamos obtener de una action movie ochentera de alto presupuesto. Es un personaje femenino, pero más cerca Jean-Claude Van Damme que de la típica mujer luchadora. De rasgos fuertes, poderosa musculatura y una enorme determinación, nos queda muy claro que cualquiera que deba enfrentarse a ella preferirá no haberlo hecho. Quizás ese sea el mayor mérito de este par de genios, habernos conseguido transmitir el mensaje sin que importe el sexo del protagonista. Sarah es un soldado, pero al mismo tiempo mantiene intacto su instinto maternal. Es esa dualidad lo que me parece más interesante. Sin olvidar, claro está, los paralelismos que podemos establecer entre ese futuro apocalíptico totalmente ficticio y la destrucción gradual del medio ambiente y los valores humanos que vemos a diario en la actualidad. Sarah es la esperanza para un mundo donde la derrota y la resignación se han apoderado del ser humano.

No contaremos más porque creo que es positivo que sea el lector quien lo descubra todo poco a poco y haga sus propias conjeturas. Estamos ante una obra que merece mucho la pena, a pesar de que al igual que sucediera con ‘Akira’ consta de varios volúmenes, concretamente siete (en su nueva reedición). Pero el precio de cada uno de ellos no es ni mucho menos elevado, y lo que recibimos a cambio es una historia poderosa plagada de grandes personajes secundarios. Todo ello sin olvidar ni por un instante el aspecto puramente lúdico que también posee ‘La leyenda de madre Sarah’.

Conclusión.
Cuando comencé a leer este manga supe de inmediato que lo iba a pasar en grande, quizás porque disfruté enormemente con ‘Akira’ y porque además soy un gran aficionado a la temática post-apocalíptica. Entiendo que pueda haber alguien que dude por tratarse de un personaje femenino, pero tal como hemos comentado a lo largo de esta reseña no es un aspecto de la obra que nos deba afectar lo más mínimo a la hora de decidir. Es un manga notable, por debajo de la obra magna de Otomo pero de una calidad y un acabado exquisitos. Y creedme si os digo que una vez comenzado el primer tomo, devorareis sin daros ni cuenta los otros seis.

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