Godzilla contra Biollante
Después de perder a su hija en un atentado contra un laboratorio en Saradia, el Dr. Shiragami se dedica por completo a otras investigaciones que no tengan nada que ver con Godzilla, quien fue enterrado en el volcán de Mihara tras su brutal ataque durante “El retorno de Godzilla”. Al mismo tiempo, un agente de Saradia quiere evitar a toda costa que Japón logre crear la bacteria antinuclear, capaz de eliminar de raíz cualquier rastro atómico de cualquier ser vivo. A escondidas, Shiragami logra mezclar muestras de Godzilla con una rosa, dando lugar a Biollante, una planta mutante con un poder quizás más destructivo que el gran G. (Cineycine).
Después del frío recibimiento de la aburrida “El retorno de Godzilla”, Toho tuvo que correr contra-reloj para ofrecer un film a la altura del personaje. Tras sucesivos guiones, llegó uno que entusiasmó a los de Toho: Godzilla contra una planta mutante, original a rabiar. Siéntense y prepárense para la oda al bizarrismo de «Godzilla contra Biollante».
“Biollante no puede morir tan fácilmente, es inmortal”.-Dr. Shiragami.
Valoración:
Que “El retorno de Godzilla” fuera un medio fracaso en taquilla no fue nada sorprendente ya que más que una secuela del clásico de 1954 era más bien un remake encubierto, que poco aportaba a la franquicia, y además, resultaba a todas luces un film torpe, aburrido y escaso de buenas ideas (obviamente, la franquicia de Godzilla no ha sido nunca un referente de calidad en sus guiones, sin embargo, tiene entregas muy inspiradas y lo suficientemente dignas). Esto hizo entender a la Toho que deberían buscar nuevos planteamientos o el coloso nipón tendría que jubilarse anticipadamente.
El cómo se hizo “Godzilla contra Biollante” resulta igual de bizarro que la misma película: se hizo un concurso patrocinado por el propio Tanaka (productor original de “Japón bajo el terror del monstruo”) en el que se elegiría al mejor guión, y se convertiría así en la próxima película del personaje. Se recibieron millones de guiones (incluso venidos de fuera del país nipón), y finalmente Tanaka escogió dos que realmente tenían el potencial de convertirse en la siguiente cinta de Godzilla: en uno de ellos se enfrentaba a un superordenador que intentaba apoderarse del planeta, y en el otro (escrito por un dentista) el mítico monstruo se las veía contra una planta mutante, pero no solo eso, este guión incluía también tramas políticas y terroristas islámicos… Tanaka hizo que Ohmori eliminara de raíz los detalles de los terroristas que fueron sustituidos por una empresa farmacéutica americana que quería las muestras de Godzilla, además, se cambiaron muchos aspectos sobre las tramas políticas, quedando al final, la empresa americana rival en una empresa de genética de un país ficticio.
Hay que dejar bien claro, que “Godzilla contra Biollante” es una de las cintas más bizarras que tiene el mítico monstruo. Dejando a un lado que su rival resulta ser uno de los más originales (por no decir el más original que tiene en su galería… con etapas como la era “Hensei”, o en la era “Versus”, en las que Godzilla se enfrentaría a un monstruo por película), el film resulta una película que tiene muchos elementos interesantes a la par que “curiosos”: ver tiroteos entre personajes no era precisamente lo normal en una película de estas características o las tramas conspirativas entre corporaciones por hacerse con las muestras de Godzilla. Todo esto hace que la presente cinta resulte, al menos para el que escribe estas líneas, un tanto extraña.
Ahora bien, no me malinterpreten, que diga que sea “extraña” no implica que estemos ante una mala película, de hecho es un film, un tanto superior a su predecesora, la aburrida “El retorno de Godzilla”. Sin embargo, la película no está exenta de defectos, por ejemplo: tiene un ritmo un tanto dispar y Godzilla no aparece tanto como debería (sólo aparece en el film unas cinco veces, y en sólo dos de ellas se enfrenta al otro monstruo del título).
Estos y otros aspectos hacen que “Godzilla contra Biollante” no resulte tan satisfactoria como debería, pero repito, es mejor que su antecesora, porque en cuestión de contundencia en las apariciones del legendario monstruo y en efectos especiales resulta superior, incluso en su historia. El mayor problema es el ya referido al respecto del ritmo que daña gravemente al film. Otro defecto importante es la aparición del personaje de Miki Sigusa. Me explico, este personaje tiene poderes psíquicos y es capaz de comunicarse con Godzilla e incluso saber lo que piensa Biollante, lo cual hace que el nivel de bizarrismo suba por enteros, además de que hablamos de un personaje que salvo esto casi no aporta absolutamente nada a la trama (bien es cierto que estamos ante un film de Godzilla y los personajes humanos poco importan). Curiosamente, este personaje aparecería como nexo en todas las cintas de la era “Hensei”, dando una especie de continuidad dentro las películas de los 90s sobre el personaje.
Entrando a hablar de los dos monstruos gigantes que dan nombre al film cabe decir que Godzilla recibió un nuevo look más acorde con el nivel de presupuesto hasta la fecha. Su diseño fue el más querido por los fans y no es de extrañar: respira contundencia, agresividad y portento por los cuatro costados. Por su parte, Biollante resulta a todas luces el monstruo más original de la galería de la Toho (una planta mutante con boca de cocodrilo que, gracias a un enorme trabajo de marionetistas y animatrónicas, sería uno de los pocos monstruos que no tendrían un hombre dentro debido a su complejidad). Biollante, en definitiva, destila un enorme carisma y en algunos momentos resulta terriblemente más atractivo que el propio Godzilla, es más, en los últimos momentos del film resultaba ser un adversario digno del gran G.
En términos de efectos especiales, “Godzilla contra Biollante” tiene un trabajo muy notable, tanto en pirotecnia como en maquetas y trabajo de criaturas. Como he expuesto en el párrafo de arriba, Biollante era uno de los pocos personajes que era imposible que lo interpretara un actor debido a su complejidad… especialmente durante las secuencias de lucha. Además, conviene insistir en el portentoso trabajo de las maquetas durante las secuencias de Godzilla atacando Tokio o su enfrentamiento en el mar contra el Súper X2 con un tema a lo Bill Conti (parece sacado de “Masters del Universo”) al fondo. Todos estos detalles son pruebas suficientes de que el nivel técnico de “Godzilla contra Biollante” era cuanto menos notable.
En conclusión:
“Godzilla contra Biollante” es una entrega bizarra que resulta mejor que “El retorno de Godzilla” al ser más interesante de lo que fue esta. Ahora bien, tiene demasiados elementos que la desvirtúan de la franquicia: tramas conspirativas, niñas con poderes psíquicos, científicos renegados… lo mejor llegaría con “Godzilla contra King Ghidorah” y “Godzilla contra Mothra”.
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