El llanero solitario
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Nueva adaptación del célebre enmascarado conocido como ‘El llanero solitario’ y producida por el mismo equipo de ‘Piratas del Caribe’. La cinta prometía buenas dosis de humor servidas de primera mano por Johnny Depp.  Y el camaleónico actor resulta lo mejor de una floja película que nos deja con un sabor más agrio que dulce.

El Llanero solitario

Crítica de El llanero solitario

Fue en el año 1933 cuando nació el personaje de ‘El llanero Solitario’ gracias a George W. Trendle y Fran Striker. Basado en un Ranger llamado Bass Reeves, su primera aparición tuvo lugar a través de un serial radiofónico para la emisora Americana WXYZ. El personaje alcanzó importantes cotas de repercusión gracias a sus dos seriales estrenados en 1938 y 1939, ‘The Lone Ranger’ y ‘The Lone Ranger Rides Again’, respectivamente. Posteriormente se hizo especialmente popular a través de su serie de televisión. La emisión duró nada más y nada menos que siete años, desde 1949 a 1956, siendo protagonizada por Clayton Moore. Tras el éxito del personaje se llevaron a cabo varias adaptaciones cinematográficas: ‘El Guardián enmascarado’ (Stuart Heisler, 1956) y ‘El Llanero Solitario y la ciudad perdida de oro’ (Lesley Selander, 1958). Ambas adaptaciones interpretadas por el televisivo actor.

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No obstante lo anterior, en 1981 se llevó a cabo una nueva adaptación dirigida por William Fraker y titulada ‘La leyenda del Llanero Solitario’. Posteriormente, en 2003 se realizó una nueva traslación del personaje para la pequeña pantalla con un telefilm que pasó con más pena que gloria. Cabe destacar que ‘El llanero solitario’ mezclaba el género de aventuras en entornos del viejo oeste, sumando a todo ello un cierto aire a cine de intriga. Evidentemente destacaban los dos protagonistas: el enmascarado héroe y su compañero de fatigas, el indio Toro. Ambos héroes siempre intentaban descubrir trabas malévolas y luchar contra bandidos y maleantes.

Pues bien, dado que nos encontramos ante uno de esos personajes (relativamente) icónicos que, especialmente en los años 50, logró aglutinar a miles de telespectadores para disfrutar de sus aventuras en la pequeña pantalla, el mismo equipo dePiratas del Caribe’, encabezado por Gore Verbinski, decidió llevar a cabo una nueva adaptación cinematográfica. Esta versión sería protagonizada por el actor fetiche del realizador, Johnny Depp, y por Armie Hammer como el mítico vaquero. La cinta supondría una puesta al día de las hazañas de este intrépido jinete enmascarado.

El Llanero Solitario

Fue entonces cuando los problemas no tardaron en llegar durante la producción. Para empezar un guión nada atractivo que estuvo a punto de provocar la cancelación del proyecto. También se sumó un presupuesto que aumentaba desorbitadamente con el paso de las jornadas. Además, los productores se encontraron con la negativa inicial de varios miembros del reparto y del equipo en reducir sus salarios. Por si fuera poco hubo problemas en la sala de montaje durante la post-producción. Quizás todo ello tuviera mucho que ver con el resultado final de la película: más decepcionante de lo esperado. Ahora bien, la cuestión principal es otra bien distinta: ¿Era realmente necesario adaptar un personaje que, aparte de no resultar para nada excitante, tiene nada más y nada menos que 80 años de existencia?

Por otra parte, y antes de «la era superheróica», comenzaba a sorprender esa extraña «locura transitoria» de Disney por rodar películas extremadamente caras, enormemente largas y alarmantemente planas… la fórmula perfecta para el fracaso. Algo que ya sufrió la compañía con la fallida John Carter’, de características similares a esta en lo referente a cifras y simpleza. Y es que esta nueva puesta al día de ‘El Llanero Solitario’ tiene una duración de ¡149 minutos! Un metraje algo peligroso cuando el guión y la historia no son capaces de contar nada realmente interesante para atrapar al espectador.

El llanero solitario

Y es que este tipo de films tienen que lidiar con enormes tiempos muertos que provocan el aburrimiento en el público. Precisamente, esta propuesta de Verbinski es el ejemplo perfecto de ello. Así pues, y tras un inicio prometedor, el ritmo decae de manera grave hasta bien entrado el último acto de película. Un tramo que retoma el pulso para ofrecer en sus últimos 20 o 25 minutos un buen espectáculo. Sin embargo, este final no justifica la enorme inversión llevada a cabo: 250 millones de dólares.

Lo que está claro es que tras la fiscalización de la cinta, y un tedioso guión que no resulta lo suficientemente sugerente para una duración de ese calibre, llegamos a la conclusión de que el «plan b» parecía incluir un mayor número de escenas de acción y más espectáculo en pantalla. Sin embargo, esto tampoco fue el caso.

El llanero solitario

Todo lo anterior tiene una lectura rápida: se pretendió dar prioridad a la relación entre los personajes de Toro y «El Llanero» en detrimento de la acción en sí, cuando resulta que un film de estas características y este coste pedía a gritos precisamente esto último. De este modo, aquí reside lo más atractivo del asunto: la forma de lidiar entre dos personajes totalmente opuestos. Una relación sacada de una especie de «Budy-movie» llena de gracietas y toques humorísticos. Todo gracias a un Johnny Depp que, a este paso, será el inmediato heredero de Jim Carrey por su constante reiteración en interpretar personajes pintorescos y propensos a la mueca facilona. Y es que aun siendo Depp lo mejor de la película, ya comenzamos a echar en falta al Depp «actor»… al mismo tiempo que nos cansamos del Depp cómico y «camaleónico».

En todo caso resulta imposible no reconocerle a Depp sus grandes dotes para atraer al público y hacer reír. Esto último no lo podemos negar en esta crítica de El llanero solitario. Y esto acarrea otro problema: su violento protagonismo, prácticamente absoluto, pese a no tratarse del héroe principal de la función ni del personaje que da título al film. Así las cosas, el actor se lleva toda la gloria de una película hecha por y para él… pero que debió de haberse focalizado mejor en el propio ‘Llanero Solitario’. Sorprendente cuanto menos.

El llanero solitario

En resumidas cuentas.
Centrándonos más en lo positivo de ‘El llanero solitario’ podemos achacar a Verbinski su interesante labor en lo referente a la puesta en escena. También debemos alabar unas localizaciones y escenarios que realmente imprimen cierta credibilidad y que nos recuerdan al Western clásico. Por otra parte, se agradecen ciertos homenajes a los seriales originales, como la recuperación de la partitura musical original o los vestuarios de los personajes. En cualquier caso, esta versión no es más que un simple producto excesivamente falto de sustancia e incomprensiblemente falto de acción. Al final sólo nos queda la espectacular secuencia con los trenes y un divertido Johnny Depp.

Tráiler de El Llanero solitario

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