Armageddon
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El rey de los blockbusters veraniegos, Jerry Bruckheimer, junto con el amo de las explosiones y petardazos masivos, Michael Bay, nos regalaron hace ya 25 años una de las flipaciones visuales y destructivas más entretenidas del cine: ‘Armageddon’. En pantalla tenemos un despiporre de acción épica con destrucción total a la que nadie puede resistirse. Señoras y señores, siéntense y abróchense los cinturones porque la experiencia va ser movidita.

-«Es un asunto de seguridad nacional» (Agente FBI)
-«Bien por ti» (Rockhound)

Crítica de Armageddon

Después de amasar millones con Tony Scott y Michael Bay, gracias a películas tales como Top Gun (1986), Días de trueno’ (1990), Dos policías rebeldes(1995), Marea roja’ (1995) o La roca(1996), el productor Jerry Bruckheimer seguía deseando más… Así fue como, deseoso de obtener botines mayores, llegó a sus manos una nueva historia. Un historia que procedía de Jonathan Hensleigh, el guionista de Jungla de cristal: La venganza’.

Hensleigh narraba como un grupo de perforadores de petróleo se alistaban en una peligrosa misión para salvar la Tierra de la colisión contra un meteorito enorme. El tema terminó gustando a Bruckheimer que se la mandó a Michael Bay. Por aquel entonces, el cineasta disfrutaba del exitazo de ‘La roca’. Sin embargo, el guión no le terminó de convencer. Bay no le encontraba el atino necesario para dirigirla. Sin comerlo ni beberlo, Hensleigh se presentó en casa de Bay y le contó su idea del film. Básicamente le dijo que eran «Los doce del patíbulo en el espacio». Semejante afirmación iluminó al «pirotécnico» realizador que firmó el contrato para dirigir y producir la película.

Lo que, «a priori», parecía fácil… ¡no lo fue! Cuando los productores leyeron el libreto se quedaron un tanto decepcionados. Además, y a medida que se acercaba la fecha de rodaje, se fueron sumando al script una retahíla de guionistas de lo más variopintos. Entre ellos estaba Shane Salerno antes de escribir la horrenda Aliens vs. Predator 2’. También estaba Tony Gilroy que empezaba en el cine (y solo escribía «pelis de abogados»). Y además subieron a bordo el desconocido Robert Roy Pool y J.J. Abrams. El hoy muy famoso Abrams empezaba sus pinitos en el cine y quedó acreditado como co-guionista junto con Jonathan Hensleigh. No es de extrañar de donde le viene a Abrams el enfoque a la hora de rodar las escenas de acción en sus cintas…. debió quedarse flipado viendo como rodaba Michael Bay.

Tampoco la selección del reparto fue un camino de rosas. Bay quería de manera tajante a Bruce Willis. En cambio, Bruckheimer prefería alguien más joven como Ben Affleck. Al final, tanto Bruckheimer como Bay llegaron al acuerdo de tener a ambos como protagonistas. Eso sí, a Bruce Willis tuvieron que ir a su casa para convencerle… Sobre la chica, Bay tuvo un casting de actrices realmente radical. Por sorprendentemente que parezca estuvo a punto de fichar a Denise Richards. Finalmente, el papel cayó en manos de la hija del líder de Aerosmith, Liv Tyler. Por otra parte, el film se completó con secundarios de auténtico lujo. Hablo de gente como Will Patton, Steve Buscemi, Michael Clarke Duncan, William Fichtner, Peter Stormare, Billy Bob Thornton y hasta un Keith David que estaba bastante desaparecido por aquel entonces.

Entrando ya propiamente en la valoración sobre la película decir, tal y como comenté más arriba, que es pura flipación visual. Esto es Michael Bay en estado puro. ¡Explosiones, acción, épica, chistes a casporro (enormes Owen Wilson y Steve Buscemi)! Un colosal espectáculo de 144 minutos en el que uno se siente como un niño durante su visionado. Eso señores es algo muy de agradecer, pese a quién le pese. Parafraseando a mi compañero Juanma: «El cine empezó siendo un espectáculo». Michael Bay es el mejor en lo suyo y ‘Armageddon’ es una de sus películas más brutales en el sentido visual. En el papel, la cosa es diferente…

Dejando a un lado sus enormes virtudes, el guión de ‘Armageddon’ no es precisamente de Oscar. No obstante, sus guionistas (y se nota la mano de J.J. Abrams) se las arreglaron para que el libreto no resultara tan «atontado». Además se agradecen sus momentos épicos. No es de extrañar que Roland Emmerich tuviera como precedente este film para algunas de sus películas. De hecho, incluso se podría decir que «plagió» algunos de los tópicos. Me refiero al científico sabiondo, los personajes cómicos, los militares con más anfetaminas que cerebro, los héroes que sacrificarán cualquier cosa para proteger a los suyos… Estos son algunos de los clichés, pero Bay logra enganchar al espectador desde el primer fotograma.

En el apartado de interpretaciones, Bay contó con uno de los actores de acción más versátiles (con un carisma todoterreno) para el personaje de Harry Stamper: Bruce Willis. El actor es capaz de sacar carisma incluso del personaje más nefasto posible. Sus escenas, sus diálogos… es lo que hacen que ‘Armageddon’ merezca la pena. ¡Menos mal que se antepuso ante las peticiones de Bruckheimer que exigía que Bay fichara a Ben Affleck! Algo que al final hizo, pero más como co-protagonista que de protagonista absoluto. En este sentido, y aunque se nota que Ben aún estaba un poco pez, es de justicia reconocer que su AJ no es tan mal personaje.

La retahíla de secundarios es enorme llegando incluso a eclipsar al joven Affleck. Empiezo con un Steve Buscemi rematadamente divertido. Buscemi «lucha» contra un épico Peter Stormare en su papel de Andropov: «No he visto La Guerra de las Galaxias». También está el gigantesco Michael Clarke Duncan que falleció en 2012. Por supuesto es de justicia hablar de Billy Bob Thornton, su presencia cada vez que aparece es enorme. Tampoco me olvido de William Fichtner, eterno secundario con cara de cabronazo, o de Will Patton, la voz de la razón para el personaje de Willis. Y, aunque en su momento se dijo que sólo era una cara bonita, Liv Tyler logró una carrera bastante loable. Evidentemente, y tal y como sucede en la mayoría de pelis de Bay, la chica siempre es la más guapa.

Sobre los aspectos de dirección y producción, Bay contó con el apoyo total del ejército americano. Ya en Pearl Harbor (2001) le dejaron rodar en la famosa base. Y enTransformers (2007) le dieron acceso a bases militares y a la presa Hoover. Para ‘Armageddon’ le permitieron filmar en las instalaciones de la NASA y en algunas de las sedes más importantes del ejército. Incluso los actores pudieron ver algunas de las potentes instalaciones, pero los únicos que recibieron el entrenamiento necesario en la NASA fueron Bruce Willis y Ben Affleck.

La dirección de Bay es realmente espectacular. Sus planos contrapicado, su estilo para filmar las escenas de acción (un tanto mareantes, para que negarlo) y su composición a la hora de rodar, se cimentaron magistralmente en este film. Aquí nos entrega set-pieces de infarto como la secuencia de Nueva York, la de París o la «persecución» al asteroide. Estos son algunos de los momentos para el recuerdo. Inclusive algunos de ellos son lacrimógenos y acompañados de manera magistral por la banda sonora de Trevor Rabin. El compositor sudafricano compuso la que quizás sea una de sus partituras más notables de los noventa, junto a Deep Blue Sea(Renny Harlin, 1999). Por otro lado, puede que sea un poquito criticable el apartado de efectos visuales. No quiero decir que sean malos, sólo que con los años se han vuelto un poco cantosos.

También hay que mencionar que ‘Armageddon’ tuvo lo que yo llamo: «Lucha del mismo género». Me refiero a que en el mismo año se estrenan películas de la misma temática. En este caso, la cinta de Bay se las vio con Deep Impact’, producida por la productora de Steven Spielberg y dirigida por Mimi Leder. Obviamente, “la confrontación” se saldó con la victoria taquillera del film de Bay. Lo «curioso» es que la cinta de Leder recibió mejores críticas y la de Bay se saldó con 7 nominaciones a los Razzies Sin embargo, el tiempo terminó dando la razón aquellos que les gustó ‘Armageddon’. La película Leder, sin ser mala, estaba a años luz del espectáculo y épica del film de Bay. No obstante, sí que tenía una historia más realista y científica que la producción de Bruckheimer.

En conclusión.
Concluyendo con esta crítica de Armageddon podemos afirmar que se trata de una de las mejores cintas de Michael Bay. Un espectáculo visual de primer orden en el que los petardazos, explosiones, frases épicas y “momentos Bay” se suceden de manera trepidante. Aunque su guión no sea de Oscar es endiabladamente noventera. Yo la disfruté en cines ¿y usted?…

Tráiler de Armageddon

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