El especialista
Comparte con tus amigos










Enviar

A medidos de la década de los noventa, la carrera de Sylvester Stallone afrontaba un momento delicado. El actor estaba alejado de los personajes que le habían encumbrado a lo más alto y buscaba el apoyo del público con películas como ‘Demolition man’ (Marco Brambilla, 1993). En un claro intento por recuperar terreno se embarcó en ‘El especialista’, acompañado de una emergente Sharon Stone. El resultado es una irregular cinta de acción donde no todo brilla tanto como la belleza de la Stone.

«Tú ocúpate del trabajo basura y déjame a mí a la chica de la fiesta, ¿vale, genio?» (Ned Trent)

Crítica de El especialista

Echando un vistazo a la filmografía de Sylvester Stallone llegamos a la conclusión de que siempre ha necesitado un buen trabajo de dirección para poder lucir en pantalla. Un ejemplo perfecto sería Máximo riesgo(1993), donde el director Renny Harlin consigue dotar a la cinta de un ritmo trepidante y logra sacar lo mejor de Sly. Pero lo primero que observamos en ‘El especialista’ es que el trabajo de Luis Llosa es irregular y con altibajos.

Hablamos de un director cuyo mayor éxito es la películaAnaconda’ (1997), lo cual no es precisamente para echar cohetes. Pero creo que cuando uno tiene entre manos a dos actores taquilleros como Stallone y Stone es lógico esperar un plus de calidad. Sin embargo, esto no es lo que nos encontramos aquí. Algunos planos y secuencias rompen constantemente el ritmo de lo que debiera ser una película trepidante. No obstante, buena parte de la culpa la tiene también el guión. Un script que navega a la deriva entre el drama y el romance.

La responsabilidad de escribir el guión había recaído sobre Alexandra Seros, cuya experiencia al ser contratada se limitaba a ese thriller protagonizado por Bridget Fonda de título La asesina’ (John Badham, 1993). Ahí le salió la cosa un poco mejor porque la protagonista era una mujer desgraciada y el aspecto dramático de la trama era mucho más prioritario que la acción. Pero pensemos que 1994 fue lo que me gusta llamar «el año de las bombas». Recordad que, además de ‘El especialista’, se estrenaron dos películas de temática parecida, pero claramente superiores. Estoy hablando de Speed(Jan De Bont) y ‘Volar por los aires’ (Stephen Hopkins). Sin duda, dos productos estimables que tocaban también el tema de los explosivos y la venganza.

Lo que quiero decir con lo anterior es que el nivel de exigencia era alto si se pretendía marcar la diferencia. Si bien es cierto que a pelota pasada es fácil opinar… creo que contratar a Alexandra Seros no fue la mejor opción. Porque, no nos engañemos, la gente esperaba ver acción a raudales, al héroe salvando a la chica de las llamas y frases lapidarias. En cambio, nos encontramos con un flirteo constante y algunos diálogos absurdos y edulcorados. De hecho, un año más tarde Sly repitió un registro similar en Asesinos’ (Richard Donner), corrigiendo muchos de estos errores y acompañándose de un histriónico Antonio Banderas en otro duelo memorable.

Sylvester Stallone siempre ha sido un caballo ganador cuando de películas de acción se trata. Y aquí se mantiene fiel a su línea habitual, idealizando en grado sumo a los personajes que interpreta. En este caso dando vida al único héroe de la historia que pone bombas y adora a los gatos. Quizás no haya sido nunca un gran actor, pero gracias al innegable carisma que posee consigue atrapar al espectador en cada escena. Y es que una secuencia de acción con Sly siempre es el doble de buena. Pero la verdad es que se hace raro ver a alguien tan sensible, romántico y amante de los animales poniendo artefactos para matar gente…

En cualquier caso, también contamos con la presencia de un inspirado James Woods para montar un inolvidable duelo entre «bomberos». Woods no es de mis actores favoritos. Sin embargo, y al igual que en Vampiros de John Carpenter’ (1998), es capaz de sorprenderte gratamente cuando menos lo esperas. Sin duda alguna, el enfrentamiento entre estos dos actores es lo mejor de la película… y con diferencia.

Llegado a este punto quisiera hablar de Sharon Stone. Haciendo un breve repaso a sus anteriores trabajos nos queda claro porque la contrataron para esta producción: lucir palmito. Y lo hace, a fe mía que lo hace. No llega ni muchísimo menos a las cotas de erotismo de Instinto básico (Paul Verhoeven, 1992), pero cumple con creces, tanto en solitario como en una tórrida escena en la ducha con Stallone.

El problema es que su presencia suscita dos preguntas. Una, si realmente aporta algo a la trama. Y dos, por qué Sharon Stone aceptó este trabajo. La respuesta a la primera es un rotundo no, pero la segunda para mi es un misterio. Yo soy de los que opinan que Sharon Stone es una muy buena actriz lastrada por el glamour y sex appeal que desprende. Salvando las distancias, me recuerda al caso de Ava Gardner, una diva que siempre vivió a la sombra de su belleza. Pero es innegable que Sharon ha realizado grandes interpretaciones como, por ejemplo, en Casino (Martin Scorsese, 1995). Incluso en películas más tempranas como Desafío Total (Paul Verhoeven, 1990) se comía en todos los planos al mismísimo Schwarzenegger. Así que resulta incomprensible que una mujer inteligente como ella aceptara hacer de florero en una película como esta.

Los dos secundarios que hacen de villanos también merecen un buen repaso. Por una parte tenemos a Eric Roberts, que demuestra en cada plano porque es un actor encasillado en pequeños papeles. Y por la otra contemplamos a un envejecido y sobreactuado Rod Steiger a años luz de aquellas interpretaciones donde tan tremendo estaba. Dos actores que llevan el rol de padre e hijo más allá de la pantalla, compitiendo por ver quién de los dos resulta menos creíble. También es digno de estudio que se escogiera a actores norteamericanos para hacer de mafiosos cubanos. ¿Tanto costaba contactar con algún actor latino solvente como Edward James Olmos? ¿Quizás se gastaron el presupuesto en pagar el caché de Sharon Stone? El grave problema de una película de acción es que los villanos no estén a la altura de lo esperado. Y suerte de James Woods, porque si no…

El apartado visual es puramente ochentero, aunque la película esté rodada en los noventa. Una sensación que nos acompaña en cada explosión y voladura que contemplamos. Y como la trama se ambienta en Florida veremos todo aquello que cabría esperar: escenas nocturnas, salas de baile, hermosas mujeres, lujosos deportivos,… Todo aderezado con una música de fondo instrumental que para mi gusto no acaba de funcionar. No es que sea mala, a fin de cuentas corre a cargo de John Barry, pero está muy influenciada por el jazz y, al mismo tiempo, guarda un estilo muy parecido al de algunos temas que Barry compuso para la franquicia de James Bond. Una banda sonora compleja y, en cierta forma, problemática. También incluía canciones de Gloria Estefan, Jon Secada, Donna Allen, Albita o Azúcar Moreno.

Conclusión.
Finalizo esta crítica de El especialista, no es una mala película pero tampoco es todo lo buena que cabría esperar. Su mejor baza reside en el duelo que mantienen James Woods y Sylvester Stallone. Pero, al mismo tiempo, se resiente de un guión inconsistente que genera muchas dudas y de unos actores secundarios que no están a la altura de lo esperado. Por si fuera poco, Sharon Stone, que debería poder ofrecer una muestra de su talento, queda limitada a servir como objeto de lucimiento para disfrute del gallinero. Insisto, no es una mala película… pero sí un producto un tanto irregular que hace poca justicia al currículum de Stallone.

Tráiler de El especialista

Escucha nuestro podcast