Ejército de los muertos
Después de haberse cerrado Las Vegas, tras el estallido de una epidemia zombie, el mercenario Scott Ward recibe una jugosa oferta del dueño del casino Bly: entrar en la zona infestada por los zombis con un equipo de élite, recuperar 200 millones de dólares y salir antes de que el gobierno corte por lo sano lanzando una bomba nuclear. La tarea no será fácil puesto que los “podridos” no son lo que aparentan y, además, Scott intentará reconectar con su hija que decide ir hasta allí para buscar a una amiga. (Cineycine).
Zack Snyder vuelve a su origen: el género zombie. Y lo hace no con una película cualquiera, sino con un pastiche cargado de referencias a los grandes clásicos. Todo con una premisa original: un grupo de mercenarios entran en Las Vegas infestada de cadáveres andantes para conseguir un botín de 200 millones de dólares. Adentrémonos en la ciudad del pecado y veamos cómo los supervivientes se lo llevan todo o nada en ‘Ejército de los muertos’.
“Tan sencillo como que yo soy japonesito” (Bly Tanaka)
Crítica de Ejército de los muertos
Este film es un proyecto bastante personal de Zack Snyder, según palabras suyas. El tronco narrativo procede de los tiempos de cuando terminó de rodar ‘Amanecer de los muertos’ (2004). Esa ópera prima dio lugar a un plan que quedó aparcado en manos de Universal Pictures. Por su parte, Snyder se apuntaría a adaptaciones de comics como ‘300’ (2006) y ‘Watchmen’ (2009). No obstante, siempre mantuvo su idea de retomar el proyecto. De hecho, en 2011, casi llegó a dirigirlo Matthijs van Heijningen Jr. con Snyder y Joby Harold como guionistas. Sin embargo, volvió a quedar aparcado y, de nuevo, olvidado. Por su parte, Matthijs dirigiría ‘La cosa’ (la precuela) para la Universal.
Pasados varios años de su último intento, Snyder recuperó los derechos de su guion. Volvió a contactar con Joby Harold e incorporó a Shay Hatten. Entre los tres dieron forma al libreto de ‘Ejército de los muertos’. Originalmente, el film iba a ser la historia de un padre que buscaba a su hija desaparecida en una ciudad en cuarentena con zombies (parte de eso, se mantiene en el presente film). Cuando todo parecía ya puesto y dispuesto para el rodaje, Snyder entró a formar parte del DCEU. Finalmente, y al abandonar la Warner Bros, el director entró en contacto con Netflix para estrenar ‘Ejército’. La plataforma de streaming aceptó sin condición alguna y dando total libertad creativa. Además se puso sobre la mesa un jugoso presupuesto de 90 millones de dólares. Snyder, por fin, daba luz a su segundo film de zombies.
‘Ejército de los muertos’ es un pastiche que mezcla referencias a multitud de películas míticas. Entre ellas podemos destacar ‘1997: Rescate en Nueva York’ (John Carpenter, 1981), ‘Aliens, el regreso’ (James Cameron, 1986) o ‘Jungla de cristal’ (John McTiernan, 1988). Sin olvidar otras tantas como ‘El planeta de los simios’ (Franklin J. Schaffner, 1968); por citar algunas de las más conocidas para el público en general.
Todas las referencias anteriores, citadas expresamente por Snyder, pasan por su personal estilo y filtro visual como realizador y director de fotografía. Snyder consigue un enérgico y divertido producto de entretenimiento. Se nota que se lo ha pasado en grande filmándola y creando imágenes icónicas para el género como sus primeros 15 minutos. Minutos que incluyen una introducción con la canción “Viva Las Vegas” cantada por Richard Cheese en un autohomenaje a la ya citada ‘Amanecer de los muertos’, cuyos títulos de crédito ya tenían una canción de Cheese. La película presenta mucha “mala leche”, un constante humor negro y varias muertes bastante imprevisibles. También tenemos otras muertes con elementos dramáticos y otras rozando la comedia más negra.
Obviamente, y al fin y al cabo, estamos ante una película de zombies. Eso sí, se trastoca enormemente la mitología por todos conocida con elementos que pueden provocar cierto rechazo (roza el vampirismo, si uno lo piensa). Así las cosas, la cinta se convierte en algo inesperado en muchos de sus momentos. Incluso se introducen dos aspectos muy rocambolescos que pueden ser tomados en serio o como una locura en la que Snyder invita al espectador. Ojo a su “crafteamiento” de las set-pieces del film. Mención especial a la última hora de metraje que es un brutal despiporre de sangre, tiros y vísceras.
Dentro del apartado técnico insisto en que hablamos de una película que ha costado 90 millones de dólares. Y lo cierto es que lucen muy bien. Destaca su enorme detalle en cuanto al maquillaje de los zombies que resulta brillante. Mención especial para la recreación de Zeus y Athena que ayuda mucho a los dos actores metidos en la piel de estos dos lideres zombies para lograr un nivel de empatización sublime. En cuanto a los efectos visuales comentar que son competentes y, como en todas las producciones de Snyder, bien implementados y realizados. Respecto a la música de Tom Holkenborg, aquí el compositor holandés acude al diseño de sonido más puro para enfatizar el ambiente apocalíptico de la cinta. Su score se acopla bien al film.
La gran pega que tengo con la película es su desmesurada duración. Hablamos de casi dos horas y media de metraje. Se me antojan bastante excesivas y pueden llevar a más de uno a cierto grado de desesperacion. Además se tarda un tanto en arrancar. Entiendo la necesidad de ello para la presentación de personajes… aunque, sinceramente, creo que también se podía haber hecho todo esto en menos tiempo. Nuevamente se cae así en el mismo error que en ‘La Liga de la Justicia de Zack Snyder’ (2021). También el doble clímax se podía haber resumido en menos tiempo.
En el apartado interpretativo Dave Bautista tiene las de ganar. Su personaje, Scott Ward, no sólo le permite alejarse de la sombra de Drax, sino que le sirve para sacar su faceta como actor dramático. Al final entrega un personaje que cae bien desde el primer minuto gracias a su carisma. Aunque su historia dramática con el personaje de Ella Purnell (Kate, su hija) no sea la más original del mundo. Eso sí, tanto Bautista como Purnell consiguen una relación directa y lo suficientemente emocional.
Por su parte, Ana de la Reguera, Nora Arnezeder, Raúl Castillo, Samantha Win (aka Samantha Jo), Omari Hardwick y Garret Dillahunt cumplen notoriamente con sus personajes. Personajes todos ellos clichés del cine de robos y atracos. Sin embargo, hay dos “stand-outs” en el apartado cómico que son muy destacables: Tig Notaro (introducida digitalmente en el metraje en sustitución de Chris D’Elia) y Matthias Schweighöfer. La primera hace de piloto de helicópteros y el segundo encarna a Dieter, el especialista en cajas fuertes. Digo que son “stand-outs” porque ambos, a su modo, logran sacar sonrisas en varios momentos. Notaro acudiendo al cinismo más puro (la presentación de su personaje, Marianne, es genial) y Matthias a un humor más blanco y compartiendo con Hardwick una de las secuencias más delirantes de toda la propuesta. Además, su personaje tiene una precuela filmada por el actor que próximamente estrenará Netflix.
En conclusión.
Termino esta crítica de Ejército de los muertos, un divertido pastiche por parte de un Zack Snyder en estado puro. Una película gamberra, divertida y que se salta las “normas” del género zombie. Es prácticamente seguro que no será del gusto de todos… pero no creo que defraude a los fans del famoso cineasta que ya saben lo que esperar de él.
Tráiler de Ejército de los muertos
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