Kill em All
El Redondo Hospital está a punto de cerrar, su trasiego de enfermos es casi nulo y sólo funciona como sala de urgencias. El 15 de agosto de 2016 se presentaba como otro día cualquiera… hasta que comienzan a llegar ambulancias trasladando a un grupo de guardaespaldas heridos y a un ministro extranjero. Uno de los guardaespaldas, Philip, logra contar algunos de los hechos que le han llevado al Hospital a la enfermera de guardia, Suzzane, pero antes de que logre contarlo todo un grupo de hombres llega hasta allí para acabar con él. (Cineycine).
En 1991 Serbia comenzó un ataque sistemático contra los estados que acabaron separándose de la antigua Yugoslavia. Dichos ataques tuvieron lugar entre 1991 y 2001 y se saldaron con más de 300.000 muertos y un millón de desplazados. Cuando la OTAN y los EEUU bombardearon Serbia, y la provincia de Kosovo, se puso fin a la limpieza étnica… pero muchos señores de la guerra y criminales huyeron de la justicia. Mientras las agencias de inteligencia de varios países perseguían a los criminales, hubo gente que buscó su propia justicia, la venganza por los asesinatos de sus seres queridos. Esto es… ‘Kill´em All’.
Crítica de Kill em All
Jean-Claude Van Damme y uno de sus más estrechos colaboradores, Peter Malota, se unen de nuevo con ocasión del debut como director del segundo en ‘Kil´em All’, thriller de acción en donde un solo hombre herido y casi sin munición debe de acabar con un grupo de “limpiadores” que han acudido al hospital a terminar su trabajo: matarlo.
Este film llegó a España el pasado 2 de agosto en formato DVD de la mano de Sony Home Pictures. Malota lo rodó durante algo más tres semanas del pasado 2016 y supuso también el reencuentro artístico entre Van Damme y Daniel Bernhardt, modelo y artista marcial que coincidió con el belga cuándo ambos buscaban labrarse fama en Los Ángeles durante los años ochenta. Bernhardt protagonizaría hasta tres films con temática de torneos que bebían del clásico de JCVD, ‘Contacto sangriento’ (Newt Arnold 1988). En esta cinta interpreta al rival más poderoso de Van Damme, un guardaespaldas/mercenario llamado Radovan.
Para aquellos que no conozcan nada de este film, decir que ‘Kill´em All’ es una “mezcla” entre ‘Asalto en la comisaría del distrito 13’ (John Carpenter, 1976) y ‘Sospechosos habituales’ (Bryan Singer, 1995), cambiando la comisaria del film de Carpenter por un hospital a punto de cerrar y únicamente habilitado con la sala de urgencias; por otro lado, del policíaco de Singer coge prestada la temática del interrogatorio como eje central del relato, viendo cómo se van entrelazando las declaraciones de la testigo del asalto (el personaje de Suzzane) con la verdad del mismo.
Este film llegó a España con las peores críticas de una cinta reciente de JCVD, incluso por debajo de ‘Estado crítico’ (Ernie Barbarash, 2015). Después de su visionado puedo decir claramente que ninguna pasará a la historia del cine… pero, al mismo tiempo, no son tan malas como muchos las pintan. Incluso ambas tienen en común el tipo de personaje que interpreta Van Damme, esto es: un tipo misterioso que debe de deambular herido durante casi todo el metraje, lo que da pie a que luzca sudoroso y bajo de glucosa.
A favor de ‘Kill´em All’ se debe decir que en ella Van Damme hace un especial esfuerzo por llevar a cabo sus combates y salir en la película sin dobles… salvo algunos contraplanos y una secuencia a modo de flashbacks en una cárcel (el film es un flashback continuo, uno detrás de otro, lleno de rótulos para ir cambiando de año y lugar). También es doblado en algunos planos de espaldas en combates; aunque esto es algo de lo que sólo se darán cuenta los muy seguidores del belga de oro.
La acción exhibida en pantalla es del estilo juego del escondite, es decir, un grupo de malos (presentados al estilo videojuego en una copia descarada del ‘Escuadrón suicida’ de David Ayer) persiguen al que, por la forma de vestir, debe ser un antiguo compinche (Van Damme), quien al mismo tiempo intenta llegar hasta la quinta planta del hospital, donde se encontrará con un personaje clave que los une a todos.
El estilo en la dirección de Peter Malota intenta ser una mezcla de la usada en los films de acción de los años noventa con el de cintas recientes e ineludibles del género como ‘John Wick’ (Chad Stahelski y David Leitch, 2014). Como nexo de unión con esta última tenemos las apariciones ya comentadas de Bernhardt y Stormare, casi repitiendo ambos los mismos papeles que en las dos de John Wick. Todo lo anterior teniendo en cuenta sus limitaciones de tiempo, presupuesto… Su gran hándicap es su trabajo de post-producción, no a nivel de CGI, sino a la hora de montar y editar la película, que se centra demasiado en un interrogatorio que frena la acción. Aunque si uno se fija bien, esto viene debido a la falta de metraje de las escenas de acción y combates, que hacen que se deban rellenar minutos para llegar a la hora y media de película.
Entrando de lleno en el reparto, el verdadero papel co-protagonista tras Van Damme es el de Autumn Reeser, la actriz carga a sus espaldas con un doble rol: de un lado el de enfermera en el momento del asalto, y de otro el de endurecida testigo retenida por el FBI tras la refriega. El segundo rol se puede hacer pesado, debido a la insolencia con la que encara el interrogatorio, el cual, dicho sea de paso, llega a hacerse largo, cortando la acción que debía de ser mucho más adrenalínica. Aunque esto tiene una doble explicación: primero de metraje (el asalto duró veinte minutos, algo que se encargan los del FBI en recordarnos) y luego argumental (la cinta tiene un giro de guión con doble pirueta final).
La otra mujer de peso en el elenco es María Conchita Alonso, actriz y cantante con inolvidables apariciones en grandes clásicos de los 80 como ‘Perseguido’ (Paul Michael Glaser, 1987), ‘Traición sin límite’ (Walter Hill, 1987) o ‘Depredador 2’ (Stephen Hopkins, 1990). Alonso es la encargada del FBI de esclarecer los hechos ocurridos en el Redondo Hospital de Los Ángeles. Este rol lo resuelve con tremendo aplomo, aunque en realidad se limita, en su práctica totalidad, a estar sentada frenando al impetuoso Holland, interpretado por Peter Stormare como como apuntador de la historia, además de sabueso duro de roer del FBI.
Del resto de apariciones poco que contar, al estilo de cintas como ‘El justiciero de la noche’ (Michael Winner, 1985) o ‘Invasión USA’ (Joseph Zito, 1985), es decir, salen para ser carne de cañón cuando se encuentran con el protagonista, Philip. A excepción del propio hijo de Jean-Claude, Kris Van Damme, quien tiene dos combates para lucirse marcialmente, uno de ellos contra su padre… Amén, por supuesto, del rival físico del héroe, el ya citado Daniel Bernhardt. Corto, pero en líneas generales bien rodado el encuentro final entre ambos. ¡Ah, sí! la chica de la portada es Mila Kaladjurdjevic, una de las esbirras enviadas para finiquitar al personaje de Van Damme y que también goza de un combate en la cinta.
En resumidas cuentas.
Finalizo esta crítica de Kill em All, un film de acción que, sí bien en líneas generales no luce mal en su factura técnica, sí que tiene algunas pegas que se pueden achacar a la bisoñez de su director tras las cámaras. Algunas buenas ideas, bastante acción dentro de sus posibilidades y JCVD apareciendo en todas sus escenas, o por lo menos en la gran mayoría. En definitiva, este es un DTV de acción indicado, sobre todo, para fans de su protagonista, un esforzado Van Damme que utiliza el film como vehículo de transición a la espera de empresas mayores, las cuales esperemos no tarden en llegar… a la vista de la edad del coloso belga, nacido en 1960…
Tráiler de Kill´em All
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