Underworld: Evolution
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Esta secuela de Underworld dejó de lado las luchas entre licántropos y vampiros. Ahora con ‘Underworld: Evolution’ llega el momento de indagar en el pasado de los orígenes de ambas especies, a la vez que avanzamos en lo que es el futuro y en lo que podría llegar a ser. El resultado es una película de acción constante y llena de efectos especiales.

Underworld: Evolution

Crítica de Underworld: Evolution.
La primera Underworld no me gustó demasiado, y eso que me suele gustar casi todo. Se agradecía el planteamiento, pero a final de cuentas quedaba claro que se necesitaba mucho más que eso para lograr una destacada película, o  cuanto menos entretenida. Con esa segunda parte casi me pasa lo mismo, y aunque en su momento me gustó más que la primera, ahora que la he vuelto a ver no me ha terminado de convencer tanto.

Cuando hago artículos sobre sagas (Pesadilla en Elm Street’, por ejemplo) me gusta verlas todas en su orden correcto para así poderlas apreciar mejor cada una. Así puedo ver cómo han ido progresando y/o poderlas comparar con las anteriores. En este caso he hecho una excepción y exclusivamente ‘Evolution’ ha sido la única que he decidido volver a ver. De esta manera, podía valorarla como una película en sí misma.

Underworld: Evolution

La verdad, tampoco es que sea absolutamente necesario volver a ver la primera parte. Esto lo digo porque en los créditos iniciales ya te hacen un resumen de lo sucedido en aquella. Inclusive van a más puesto que, inmediatamente después, nos muestran una escena del pasado donde ahondan todavía más en la mitología de esta saga; un trasfondo necesario… y aún así no es suficiente.

Si la primera ‘Underworld’ nos presentaba la lucha entre licántropos y vampiros (traída a la época actual) en ‘Evolution’ lo que tenemos es una persecución constante. Principalmente por el hecho de tener a Selene y Michael huyendo de Marcus; aunque este no se queda atrás puesto que desea llegar hasta su hermano lo antes posible. Siendo esto así, el film lleva un ritmo sumamente rápido. Así va de secuencia de acción en secuencia de acción… y con todo y esto no termina de convencerme plenamente.

Selene

Analizando detenidamente qué es lo que hace que falle la película solamente una cosa me llega a la mente: los personajes. Carecen de carisma. Scott Speedman como Michael gana un poco más en este apartado, teniendo más niveles en su personalidad (aunque tampoco tanto) pero es que Kate Beckinsale como Selene parece hecha de hielo (también lógicamente dada su condición de vampira-cazadora). No hay nada en ella que te atraiga o que puedas estimar… así que es imposible que te puedan importar sus motivaciones y si logra sus objetivos o no. Esto hace que el film no conecte con el espectador. Sientes como si estuvieses viéndolo todo a través de un cristal.

Michael

Luego tenemos la trama de los híbridos a los cuales no se les saca provecho. Extrañamente, llamándose esta entrega ‘Evolution’. Aquí tenemos dos aspectos a tener en cuenta: el primero es Michael (Speedman) al cual ya lo conocimos anteriormente y que aquí no vemos ningún tipo de desarrollo en sus habilidades, ni nada que lo haga realmente destacar. Y el segundo aspecto es Marcus (Tony Curran) siendo el nuevo híbrido, aún más poderoso, que ni hace mención a su condición ni el resto de los personajes le da importancia. Entonces, ¿a qué se debe el título de esta secuela?

Lo único a agradecer en «Evolution» son las secuencias de acción y los efectos especiales. Ambos apartados están muy logrados, contando con dos magníficas criaturas como son: Marcus (un terrorífico vampiro/híbrido) y William (un colosal hombre lobo). Así que si esto es lo que estás buscando, entonces estás de suerte con estos dos fabulosos ejemplares.

Marcus

Conclusión.
Viendo ‘Underworld: Evolution’ como película en sí misma no me aportó grandes cosas. Si la ves después de la primera seguramente notarás lo que se ha mejorado conforme a la anterior. Sin embargo, el resultado final de esta crítica de Underworld: Evolution es la que misma no deja de ser un film palomitero que casi carece de cualquier tipo de atractivo más allá de las espectaculares persecuciones, criaturas y efectos especiales.

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