Los Mercen4rios
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“Jason y Sly me ofrecieron dirigir esta película y lo cierto es que tanto Sly como yo llevábamos tiempo queriendo colaborar juntos. En esta cuarta entrega queríamos subir el listón y hacer cosas emocionantes en un barco que, probablemente, no se hayan visto nunca antes. Pero también hemos respetado a los personajes y el espíritu original de la saga”. Scott Waugh vuelve a reunir a los expendables de Barney Ross para regresar a la acción en ‘Los Mercen4rios’.

“Antes eras fuerte… ¿Qué te ha pasado?” (Christmas)

Crítica de Los Mercen4rios

Recientemente, el director Scott Waugh declaraba al digital moviefone que su intención en esta nueva entrega de la saga creada por Sylvester Stallone era devolver la franquicia a su origen autoparódico y “R”. Además pretendía llevar toda la acción a un nuevo estilo. Para conseguir esto último presentaba como avales su filmación enActo de valor (2012), su gusto por lo oriental en ‘Hidden Strike’ (2023) y hasta su afición por el motocross. Sin embargo, toda esta mezcla no ha terminado de funcionar en ‘Los Mercen4rios’.

Tal y como acabo de comentar, Waugh prometía ofrecer un buen espectáculo de acción evasiva. Pero, lamentablemente, no lo ha conseguido. El director cumple entregando un buen, y esperanzador, comienzo con toda la acción que se desata en Libia. Pero, a partir de ahí, las set-pieces van cuesta abajo. Incluso en la acción en el país africano ya podemos adivinar ciertas carencias. En general, cuánto más lejos sitúa Waugh la cámara mejores resultados ofrece (por ejemplo, los planos generales de las explosiones). Y, por el contario, cuanto más cerca filma peor y más cantoso resulta todo. En este sentido, la palma se la llevan las peleas uno contra uno. Nuevamente retrocedemos a la nefasta moda, ya casi extinta, de filmar los combates encima y a toda velocidad. En consecuencia, no hay tiempo para apreciar, ni saborear, los golpes ni los impactos.

Teniendo en cuenta lo comentado, resulta obligado mencionar que, según algunas fuentes (el propio Dolph Lundgren entre ellas), ‘Los Mercen4rios’ ha costado unos 100 millones de $. Y, visto lo visto, todo ese pastizal no luce por lado alguno. La impresión que ofrece el film es la de un directo a video estrenado en cines. Recordemos que las cintas anteriores de la franquicia costaron más o menos lo mismo. Y, puestos a comparar, en su acabado visual son muy superiores a esta nueva entrega. Sin ir más lejos, este mismo año hemos visto (como bien me recordaba un amigo) John Wick 4 (Chad Stahelski, 2023) que ha costado lo mismo que ‘Los Mercen4rios’… y no hay comparación posible a nivel de presentación. Además de esto, está el hecho de que Waugh entrega una filmación rutinaria y sin alma sólo salvada por sus primeros 20 minutos y poco más.

En el libreto hemos pasado de guiones firmados por nombres ilustres como Sylvester Stallone, Dave Callaham y Richard Wenk… a tres auténticos jornaleros de los que tan sólo sobresale Kurt Wimmer. El resultado es un script totalmente típico con detonadores nucleares y un villano oculto. Para colmo, las intenciones del maloso de “destruir el mundo” son explicadas a brocha muy gorda y no hay por dónde cogerlas… Por otro lado, en los mercenarios nuevos apenas se ahonda. Más allá de dos o tres frases de presentación no se dice nada de ellos… y, a veces, ni eso. Respecto a los mercenarios veteranos se procede a repetir una y otra vez la historia de la oreja de Randy Couture. Amén de los piques de salvamento entre Sly y Statham. Y, por último, cuesta encontrar alguna frase sentenciadora que realmente cale. En fin, estamos ante un guión ciertamente perezoso.

En el reparto, ya quedaron atrás los legendarios e interminables nombres que decoraban los pósters de los films precedentes. De aquellos sólo se mantienen como grandes referentes Stallone y Statham. Lejos quedan los Schwarzenegger, Gibson, Willis, Ford, Van Damme, Crews, Li,… Sin embargo, también se mantienen nombres menos ilustres como los de Dolph Lundgren y Randy Couture. El resto son todo caras nuevas y de un caché comercial claramente menor.

El gran protagonista de esta entrega es Jason Statham retomando su rol de Christmas. En esta ocasión toda la película está puesta a su servicio para que se luzca haciendo lo que mejor sabe hacer: soltar durezas, pegar tiros y dar palizas. Y a ello dedica buena parte de sus intervenciones. Lamentar, nuevamente, la deficiente manera de filmar la práctica totalidad de sus combates… pero esto no es culpa de Statham. Respecto al rol de Sylvester Stallone decir que es claramente secundario, de limitados minutos y traspaso de legado o franquicia. Con esto quiero decir que su Barney Ross no estará presente en todo el metraje. En cualquier caso, sigue haciendo pareja con Statham y repitiendo pullas y compadreo. Personalmente siempre es una alegría ver a este coloso todavía al pie del cañón.

Los otros dos mercenarios veteranos que quedan aportan más bien poco. Dolph Lundgren queda claramente para las risas y la mofa con su imposible peluca rubia y sus gafas de “sniper”. Y Randy Couture poco más de lo mismo con su ya cansina historia de la oreja y su limitada movilidad (su escena del pis mejor ni comentarla) De la vieja escuela tan solo se incorpora como gran novedad a Andy García encarnando a Marsh, el nuevo jefe del operativo en sustitución de Bruce Willis y Harrison Ford. A García se le ve pasado de peso y su manía de hacerse el duro, palillo en boca, termina por hacer que nos caiga mal.

Y, tal y como ya adelanté, el resto son todo caras nuevas. Entre ellas tenemos a Megan Fox presentada como Gina, una nueva novia de Christmas que, para colmo, también es mercenaria. Lo cierto es que, en materia de acción, poco le dejan hacer a Megan. En pantalla tiene una “peleíta” con Statham, pega algunos tiros, voltea a un esbirro y el resto está para lucir el traje de combate. Otro nombre conocido es el de 50 Cent encarnando a Easy Day, un mercenario del que poco se dice. Parece que, ante la ausencia de Terry Crews, decidieron contratar a 50 Cent que venía de trabajar con Sly en otros directos a video. Sorprendentemente no queda mal pudiendo lucir su tamaño y presencia.

Ya por último quedan los novatos: Jacob Scipio y Levy Tran. El primero es presentado como el hijo de Galgo (Antonio Banderas no está aquí por problemas de agenda) e intenta replicar su estilo. Y la segunda es una mercenaria tatuada y experta en artes marciales. Y hablando de artes marciales… también están a bordo Tony Jaa e Iko Uwais. En el caso de Jaa queda claramente desaprovechado como Decha, un misterioso exmercenario. Y, por su parte, Uwais es el villano de la función haciendo un buen despliegue de tiros, machetazos, patadas, puñetazos,… en fin, todo lo que Hollywood espera de él. Su mano derecha es Daren Nop, un especialista metido a actor que también sabe de esto de repartir.

“Trae todos los hombres que puedas. Los mataré a todos” (Christmas)

En conclusión.
Concluyo esta crítica de Los Mercen4rios, con gran diferencia estamos ante la entrega más floja de la franquicia y ante una oportunidad desaprovechada de traspasar el legado despidiéndose a lo grande. No se ha aprendido nada de los errores pasados y encima se ha incurrido en otros nuevos. Como película de acción para un público casual es una experiencia pasable… pero los que somos fans de la vieja escuela del actioner exigimos o deberíamos exigir mucho más, sobre todo viendo cómo empezó esta idea y cómo ha “terminado”.

Tráiler de Los Mercen4rios

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