Acto de valor
Un peligroso terrorista conocido como Shabal hace detonar una bomba en Filipinas que mata al embajador americano y a su hijo, junto con un centenar de niños y personal de la embajada. Mientras tanto, un traficante de armas llamado Cristo descubre que en su organización hay un topo y lo captura para obligarle a "cantar". Además, Cristo es amigo del despiadado Shabal, que planea atacar a los Estados Unidos con un atentado de magnitudes colosales... Sólo los SEAL parecen interponerse en su camino. (Cineycine).
Los SEAL son las fuerzas especiales más y mejor entrenadas de la Marina de los Estados Unidos. Los SEAL son rápidos, limpios y directos. Además han participado en algunos de los conflictos modernos y recientes de toda la historia militar. Pero la pregunta es: ¿Merecían una película como ‘Acto de valor’?
«Siempre tratamos de volver a casa”
Crítica de Acto de valor
Servidor debe comenzar diciendo que le gustan mucho las película con militares como protagonistas. De ahí que ‘Acto de valor’ me interesara. Por otro lado, siempre he comentado que en este tipo de películas se necesita “algo” para que enganchen. Ese «algo» es lo que tienen, por ejemplo, la magistral ‘Black Hawk derribado’ (Ridley Scott, 2001), la desgarradora ‘Salvar al soldado Ryan’ (Steven Spielberg, 1998), o la infravalorada ‘Cuando éramos soldados’ (Radal Wallace, 2002). Por desgracia, ‘Acto de valor’ se queda en un panfleto de reclutamiento para los SEAL. Y es una pena porque se le podía, y debía, haber sacado mucho más jugo.
El principal problema de la propuesta reside en que su guión es prácticamente inexistente. Básicamente se trata de ver como los SEAL cumplen notoriamente sus misiones con limpieza y sigilo. De hecho, lo más decente de la película son sus escenas de acción. ¡Para sorpresa mía rodadas fabulosamente y con un brío pocas veces visto en un film de estas características! También es justo destacar el ritmo del film. Eso hay que reconocérselo a sus directores. Por descontado, el apartado técnico es notable con una fotografía y dirección que logran destacar con un mínimo de decencia.
Como he comentado, las escenas de acción son lo mejor de la propuesta. Especialmente destacada es cierta infiltración en un almacén en Costa Rica. También merece mucho la pena la secuencia de acción en Mexicali, donde tiene lugar las últimas escenas de acción del film, rodadas con gran tino.
Al margen de lo comentado, las interpretaciones dejan que desear. En este apartado, y para darle más realismo al film, los directores decidieron contratar a auténticos SEAL en activo y les dieron papeles protagonistas. Esto juega en contra del reparto, ya que los verdaderos SEAL son incapaces de darle a sus personajes un mínimo de carisma. Así las cosas, es prácticamente imposible diferenciarlos, cosa mala en un film de estas características. Por otro lado, los malos tampoco es que sean gran cosa. De hecho, el villano en funciones casi todo lo que hace está sacado del manual del maloso…
¿Y que le pasa al guión de Kurt Johnstad? El guión, como bien he comentado, no es precisamente el mejor del mundo. Eso no significa que sea plano e inexistente… pero casi. Y poco más se puede comentar sobre este film absolutamente fallido y carente de emoción o entretenimiento.
“¿Sabes eso de que cuando tienes un amigo en la infancia y pasa un tiempo… y cuando le vuelves a ver ha cambiado? Eso es lo que me ha pasado con Shabal” (Cristo)
En conclusión.
Termino esta crítica de Acto de valor, una película intrascendente. Y lo peor es que, a pesar de su ritmo trepidante, se hace aburrido y las interpretaciones son dignas de Razzie. Además de la nula posibilidad de diferenciar a los protagonistas del film. Una lástima porque prometía ser un film mínimamente entretenido.
Tráiler de Acto de valor
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