Spectre
Comparte con tus amigos










Enviar

Atando cabos con las entregas anteriores, llega el momento de cerrar un ciclo. Sam Mendes trae de regreso a Daniel Craig como 007 para ajustar cuentas con el pasado. Esta vez juegan en contra suyo un astuto Christhoph Waltz y el imparable Dave Bautista. Ambos llevan el anillo de… ‘Spectre’.

“James… si ves este mensaje y estoy muerta… quiero que busques a Sciarra. Quiero que le asesines y que vayas a su entierro. Es tu última misión a mis órdenes. Firmado M”

spectre-daniel-craig

Crítica de Spectre

Sam Mendes y Daniel Craig cierran el círculo abierto con Casino Royale de Martin Campbell en ‘Spectre’. Este es un comercial título y una clara declaración de intenciones para todo aquel que pueda llamarse a sí mismo seguidor del 007. Así pues, “Spectre es la ‘Desde Rusia con amor’ de ‘Skyfall’, mezclada y agitada con claros toques de Goldfinger”. El James Bond de Craig y su eterna maldición de “vivir entre las sombras, cazar, ser cazado y condenado a estar solo”.

En el film intentan dar una explicación a lo que os he comentado en el párrafo anterior. De esta forma, se organiza un intrincado plan en el que nos dicen que todo era alimentado por el odio, un odio que va en la sangre. En ‘Spectre’ se hace más evidente que nunca la necesidad de ser un conocedor de los tres 007 anteriores protagonizados por Craig. Sí bien, en los créditos iniciales ya se encargan de montar un highlights de aquellos. Los nombres que formaron fuertemente el pasado de Bond regresan aquí. De esta manera, y como bien reza su frase introductoria: «Los muertos… están vivos».

spectre-mexico

Todo da comienzo con una tremebunda set-piece de apertura en México durante el día de los muertos. En ella tenemos a un Bond puramente Craig haciendo un seguimiento a Sciarra que acabará dejando ruinas a su paso. De ahí, regreso a Londres donde el programa doble cero está siendo más cuestionado que nunca. Mientras tanto, Bond tiene sus propias motivaciones que lo llevan hasta Roma y luego a la fría Austria, en busca de “El rey pálido”. Todo ello con la presentación de dos auténticos alborotadores: Christoph Waltz más Christoph Waltz que nunca, y Dave Bautista tan Bautista como siempre. Ambos van a saco a por Bond, cada uno con sus propias metas.

Al mismo tiempo, el guión avanza uniendo huecos, metiendo guiños, recordando a los que ya no están y navegando entre territorios ya conocidos. Visitamos las catacumbas de la ya citada ‘Desde Rusia con amor’, el Aston Martin clásico, el esmoquin blanco, la viuda desconsolada (una ya entrada en años Monica Belluci), cierto enemigo mítico de nombre pegadizo por parte de madre… y suma y sigue.

spectre-monica-bellucci

No es ‘Spectre’ un ejercicio de acción a cada paso mayor como la citada Casino Royale(Martin Campbell, 2006). Tampoco es un puzle descabezado a loQuantum of Solace(Marc Forster, 2008). Y ni tan siquiera un drama épico con un espía de licencia para matar en medio de todo como Skyfall(Sam Mendes, 2012). ‘Spectre’ es un compendio de todas ellas. Ni mejor ni peor que las tres anteriores, sólo que con la sensación de ser un Bond de continuidad. De esta forma, no llega a ser un puñetazo encima de la mesa, ni tampoco alcanza las cotas de dramatismo de ‘Skyfall’ (aunque exista un momento en que parezca que sí).

No obstante lo anterior, sí que es cierto que ‘Spectre’ puede ser más valiente de lo habitual (ojo a la sesión de tortura en la silla del dolor). Al final, viene a lo que viene. Esto es: a cerrar las tramas de todas las anteriores y abrir un nuevo horizonte para futuras entregas, con o sin Daniel Craig (aquí co-productor) y lo que es seguro: sin Sam Mendes. Al realizador parece habérsele acabado el idilio con 007. No porque su trabajo no esté a la altura, más bien porque dos films seguidos de Bond agotarían a cualquiera. Un tercero sería contraproducente.

Hasta cuatro guionistas han intervenido en mayor o menor forma en el libreto de esta entrega. Ellos son John Logan, Neal Purvis, Robert Wade y Jez Butterworth. Menos Butterworth, todos veteranos de la saga. Y, como es normal, se notan tantas manos en un mismo libreto y/o “tablero”.

spectre-ajedrez

En el reparto tenemos nuevas incorporaciones. Por orden de importancia primero está Léa Seydoux como Madeleine, una doctora a la que por motivos que no conviene “destripar” Bond juró proteger. Seydoux sigue con su línea de interpretación, siendo una actriz tan fría como bella. Monica Belluci tiene un papel de menos importancia de lo que se pueda pensar. Da vida a la viuda de Sciarra, una mujer madura a la que Bond ha dejado a merced de un grupo de asesinos. Andrew Scott es «C», un nuevo mandamás que quiere cerrar el MI6 para siempre por sus métodos arcaicos. Tendrá un duro enfrentamiento de posiciones con «M» encarnado por Ralph Fiennes. De los personajes ya conocidos conviene destacar el buen hacer de Ben Whishaw como el nuevo «Q», un prototipo de hombre que es todo lo contrario a Bond, y que por ello se compenetran tan bien.

spectre-lea-seydoux

Pasando a los nuevos villanos encontramos a un Christhoph Waltz en perpetua posición de hombrecillo inquietante. A su lado un tremebundo Dave Bautista, una auténtica apisonadora humana que irá a por Bond de forma imparable. Sobre Waltz, lo cierto es que a sus papeles ya se le comienzan a ver las costuras. Siempre hace prácticamente el mismo personaje en todas sus películas. Aquí combina grandes momentos con otros demasiado festivos. Al final su personaje peca de hablar demasiado, y eso va en contra de una interpretación que, más medida en gestos y silencios, hubiese ganado enteros. Justamente desde el silencio y los métodos contundentes se apunta un tanto Bautista. Un sólo diálogo en todo el film para una bestia que llevará a Bond al límite y un paso más allá.

“Los muertos… Están vivos” (Spectre)

spectre-dave-bautista

En resumidas cuentas.
Finalizo esta crítica de Spectre, una apuesta al mismo tiempo continuista de ‘Skyfall’ y con aspiraciones de abrir un nuevo rumbo. Un reinicio de personajes ya conocidos con otras caras y las mismas aspiraciones de dominio del mundo. Su único “debe” es que, salvo contadas escenas, no tiene la emoción y el sentimiento de ‘Skyfall’. Además, la acción no es tan épica como la del final de ‘Casino Royale’. Es un Bond de línea continuista, sin que eso sea algo negativo. Como film de acción merece ser visto por su despliegue de medios. Como nuevo capítulo de Bond es imprescindible por los huecos que viene a cerrar. Ahora bien, salvo dos set-pieces, no consigue alzarse como ese gran acontecimiento que los fans esperaban. Tendremos que esperar al siguiente paso: al capítulo 25.

Tráiler de Spectre

Escucha nuestro podcast