Dias Rebeldes
Tras el espectacular éxito de "Purple Rain" (la película), los ejecutivos de Lorimar ficharon a su director Albert Magnoli para rodar una imitación/plagio del clásico protagonizado por Prince: Joven con un don extraordinario (allí la música, aquí la gimnasia), con problemas familiares (en las dos los padres son la fuente principal de los problemas, enfrentamientos físicos incluidos), con novia cuyas relaciones van de lo maravilloso a lo desastroso (allí Apollonia, aquí Janet Jones), con rivales que al final y en el fondo son “buena gente” (allí Morris Day & The Time, aquí los del gimnasio rival…chino malencarado incluido), con traumas que vencer en el final (allí en el escenario, aquí en una competición para designar a los representantes del equipo olímpico americano). Claro que al menos Prince tenía presencia ante la cámara y sabía actuar un poquito; el gimnasta olímpico Mitch Gaylord no se diferencia mucho de un mueble interpretativamente hablando y su carisma es cero. Todo un carrusel de tópicos para ir adivinando conforme avanza el metraje rodados con la misma estética de “Purple Rain” (luces de neón, niebla, fotografía “flashdancera”, montaje “mtvochentero”) pero sin las virtudes de aquella. Que no eran solo las canciones precisamente. La carrera de Magnoli como director de serie A terminó aquí, si descontamos su labor como sustituto no acreditado en “Tango & Cash” tras el despido de Andrei Konchalovsky y se dedicó al masoquismo: Fue asistente personal de Prince durante dos años.
Thumbs down.