Tras recuperarme del shock que sufri ayer... ya os puedo contar que ví
SIEMPRE A TU LADO, HACHIKO. Lo del shock lo digo porque, como amante de los animales (especialmente de los perros. Los adoro), tengo que confesaros que las pasé canutas con la película, sobre todo en su última media hora: brutalmente triste... Ni que decir que tanto mis padres como yo empezábamos a tener la cara desencajada conforme iban pasando los minutos.
Es una película maravillosa...pero bastante dura. Lo cierto es que la historia se me hizo dura. Hacia tiempo que un film no me transmitía tanto como me transmitió esa película. Hacia tiempo que, joder...no derramaba una lágrima viendo una película. En fin, si os gustan los perros os aviso que lo vais a pasar mal, pero merece la pena verla...por lo menos una vez, porque yo ya no seré capaz de volver a visionarla.
Respecto al perro, ni que decir que nos dió a todos una verdadera lección de amor y lealtad... Ese perro nos enseñó lo que significa una AMISTAD VERDADERA...
El final directamente rompe el corazón del espectador, pero al mismo tiempo logra que, de una vez poer todas, valoremos lo que estos animales nos dan, y esto es ni más ni menos que amor a cambio de nada.. Lástima que muchas personas aún no se hayan dado cuenta de ello, o no le den ni la más mínima importancia.
te envío un enorme abrazo allá donde estés, Hachi. Eres el mejor. Un héroe..

