Lo cierto es que tampoco creo que se te vayan a derretir los ojos, DC, pero no es una franquicia que esté ansioso por ver

son valiosos minutos de mi vida que no pretendo derrochar en películas largas que de antemano sé que no valen la pena.
Aunque bueno, como siempre dicen, para gustos los colores. Hablando de vampiros y hombres lobo, yo prefiero la saga
Underworld, aún y con todos sus elementos chorras. No entiendo porque Michael Sheen se pasó a la franquicia de Stephanie Meyer, a saber (mi sentido arácnido me dice que lo habrá hecho por su hija, similar al porque Richard Harris tomó el papel de Dumbledore, para contentar a su nieta).