La cosa (The Thing)
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Tras las películas ‘El enigma… de otro mundo’ (1951) y ‘La cosa’ (1982), hoy voy a detenerme en la precuela filmada por el debutante Matthijs van Heijningen Jr. De entrada, esta cinta carece de todo lo que convirtió al film de John Carpenter en una obra maestra. No obstante, se agradecen los continuos guiños a aquella y la excelente forma de conexionar y relacionar, punto por punto, los sucesos de una con los de la otra. Es hora de descubrir el origen de… La cosa (The Thing)’.

Crítica de La cosa (The Thing)

A la hora de valorar un remake, un reboot o una precuela, podemos hacerlo desde dos perspectivas. Bien como film independiente intentando obviar al producto original, o bien comparándolo con aquel. Obviamente, en esta última situación, la película suele salir perdiendo por goleada, y más aún en un caso como el que nos ocupa. Esta precuela está estrictamente ligada a la obra de John Carpenter en lo referente a temática y desarrollo, no teniendo cabida alguna el factor sorpresa. Me explico: el gran problema de rodar un film con la condición de precuela reside en que es prácticamente imposible salirse de su concreta y marcada esquematización para contar y mostrar algo realmente innovador. Inevitablemente, la nueva versión va a terminar resultando poco menos que un calco de la original y, por consiguiente, innecesaria. Precisamente éste es uno de los problemas de esta precuela.

‘La cosa’ (2011) nos narra los acontecimientos sucedidos anteriormente a lo que pudimos ver al comienzo de ‘La cosa’ (1982). Al margen de la resolución de algunas dudas que no nos quiso aclarar el propio Carpenter en su versión, aquí nos encontramos ante una revisión inconfesa de la historia. Una cinta que, dejando a un margen algunos detalles interesantes que conectan de maravilla con el film precedente, se limita prácticamente a calcar lo ya expuesto en la versión ochentera. Y es que no podía ser de otro modo. Como ya les hemos comentado, el material es el que es: invariable, único e inigualable. Rodar la precuela de una película con una personalidad tan marcada es muy arriesgado, ya que apenas existe margen de mejora o de cambio con respecto al original.

No hace falta decir que este intento de Matthijs van Heijningen Jr. por transmitir, aunque sea ligeramente, la oscura atmósfera de tensión y desconfianza de la obra de Carpenter es totalmente fallido. Si en aquella predominaban los tonos oscuros en un clímax claramente pesimista que le proporcionaba una ambientación única y acorde con la situación, aquí ocurre todo lo contrario. De hecho, parece que estemos ante una ‘monster movie’ del montón más que ante un film de ‘La cosa’. Y esto es otro punto imperdonable si nos ceñimos a las comparaciones.

En este film de 2011 el monstruo acapara buena parte de la trama, mostrándose sin tapujos y a lo largo de muchos minutos. Esto termina por restar el interés de un espectador que ve imposible conectar con la película como sí lo hizo con el film de John Carpenter. Un film en el cual el monstruo se mostraba bastante oculto y aparecía sólo en contadas ocasiones. De esta forma se hacía volar la imaginación del espectador y se le inquietaba mediante el uso de la sugestión. En ‘La cosa’ (2011), sin embargo, nos topamos ante un producto que, sobre todo en sus últimos minutos, se ve claramente influenciado por Aliens (James Cameron, 1986) o por los videojuegos del género. Esto es debido a la constante y excesiva presencia de la criatura.

Pero ya no sólo esto, sino que también nos encontramos ante una notoria falta de visceralidad en sus efectos especiales con respecto a los creados por Rob Bottin. No obstante, los efectos resultan bastante creíbles pero excesivamente digitales. Así pues, hacen que se desvanezca totalmente el impacto y la fuerza de los trucajes mostrados en la película original. Por su parte, en el casting destaca una importante ausencia de carisma en todos los actores del reparto. Mary Elizabeth Winstead, la principal protagonista, se muestra tan apagada y apática que despliega una evidente falta de carácter y determinación. Precisamente, dos de los factores fundamentales que hicieron de MacReady (Kurt Russell) el héroe de la cinta de 1982.

Todo esto desde un punto de vista comparativo. Una perspectiva, por otra parte, imposible de obviar si tenemos en cuenta que la cinta realmente pretende conectar a la perfección con la original. En cambio, en ningún momento se ve capaz de desligarse de la alargada sombra de su antecesora. Esto último, principalmente, por la falta de talento de su realizador o del flojo guión.

En ‘John Carpenter´s The Thing’ el director nos creó más incógnitas que respuestas. Unas dudas que ahora se resuelven con coherencia y atino. Por otra parte, la resolución de este tipo de dudas (o ataduras de cabos) le termina por restar magia e incertidumbre al film original, sobre todo, cuando las nuevas generaciones pretendan visionar ambas películas y decidan hacerlo antes con el film de Heijningen que con el de Carpenter. Esto último puede lugar al destrozo total y absoluto de la obra precedente.

En todo caso, hay que reconocer un buen acierto del director: su fidelidad y conexión con la obra original. Todos los elementos (que no son tantos) que quedaron en el aire anteriormente ahora quedan fantásticamente bien enlazados y argumentados en su precuela. Ahora veremos, aunque de manera fugaz, el verdadero aspecto de ‘La cosa’. También seremos testigos del momento en que el bloque de hielo es descongelado, o qué es ese ser multiforme con el rostro desdoblado que el equipo de MacReady se encuentra en la nieve en la cinta de Carpenter. Por no hablar de los procesos de metamorfosis y asimilación. En esta ocasión quedan bien explicados visualmente y al detalle, a través de una buena sucesión de imágenes generadas por ordenador.

Por supuesto, la película se encuentra repleta de guiños y homenajes a los seguidores del film predecesor. Amén a varios extractos de la banda sonora original de Ennio Morricone. Por otro lado, para los amantes de la acción y el cine ‘ligero’ que no conozcan la película de 1982, que no les quepa la menor duda de que ‘La cosa’ (The Thing) cubrirá sobradamente sus expectativas. Esta precuela va al grano, es directa, rápida y está claramente orientada más al género de acción-terror que al thriller de terror, como sí lo era la obra de John Carpenter.

En resumidas cuentas.
Resumiendo esta crítica de La cosa (The Thing), una cinta donde predomina más la acción y espectáculo visual que el misterio y el horror. Estamos ante una precuela excelentemente bien enlazada y relacionada con su original. Sin embargo, no encontramos en ella ni un mínimo atisbo de misterio, sorpresa o momento que nos provoque verdadera inquietud. Amén de que resulta a todas luces innecesaria. El conjunto en general se hace previsible. Aunque, por el contrario, la película es tremendamente entretenida, dado que no se anda con rodeos y entra rápidamente en la acción. Finalmente, y aunque muchos teníamos la ligera esperanza de encontrarnos con algo mucho mejor, realmente estamos ante una versión de ‘La cosa’ adaptada a las modas y tics del cine actual.

Tráiler de La cosa (The Thing)

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