F.I.S.T. Símbolo de fuerza

Años 30. Johnny Kovak es un problemático descargador de camiones de la empobrecida zona de Cleveland. Gracias a su temperamento y personalidad, termina siendo captado por FIST, un pequeño sindicato con ganas de expandirse. Con el paso de los años, y gracias a su carisma, Kovak irá ascendiendo dentro del sindicato a la vez que lo llevará a convertirse en una poderosa fuerza de acción social. (Cineycine).
La definición de sindicato es la siguiente: “Asociación de trabajadores cuyo objetivo es la defensa de los intereses profesionales, económicos y laborales de sus asociados”. En los años 30, Sylvester Stallone consiguió hacerse con el poder del sindicato de camioneros más poderoso de los Estados Unidos: ‘F.I.S.T. Símbolo de fuerza’.
“¿Veis lo que hay ahí? No es sólo un conjunto de letras como en los demás sindicatos. Hay un puño. ¡Todos nosotros somos un puño! ¡Un sólo puño! ¡Un puño!” (Johnny Kovak)
Crítica de F.I.S.T. Símbolo de fuerza
En 1978, Norman Jewison ya era un director respetado que había sido nominado un par de veces para los Oscars de la Academia. Por su parte, Sylvester Stallone era el actor del momento después de su explosión con ‘Rocky’ (John G. Avildsen, 1976). De la unión de ambos talentos surgió ‘F.I.S.T. Símbolo de fuerza’. Sin embargo, la película no cosechó el éxito esperado, sobre todo a nivel de premios. En consecuencia, director y actor no volvieron a colaborar más veces juntos. A partir de aquí, Jewison y Stallone siguieron cada uno su propio camino.
La labor de Jewison tras las cámaras es muy notable destacando sus planos y encuadres con aire clásico. Además maneja un excelente diseño de producción que nos hace viajar por diferentes lugares y décadas de manera totalmente creíble. En este aspecto, presten atención a la triste y pobre fábrica en la que comienza descargando pescado Johnny Kovak, al ambiente policial y gangsteril de la Consolidated, o a las grandes sucursales que termina fundando el sindicato en los años 50. Tampoco podemos obviar los poderosos y viejos camiones propios de los años 30 cuyos conductores pasarán a estar bajo el control de FIST. En todo este diseño y ambientación también influyó mucho la labor de dos maestros: László Kovács en la fotografía y Bill Conti con sus reconocibles melodías en la banda sonora. Sin duda, esta fue una película planeada para los premios que se quedó sin ellos…
También parte de lo mejor de ‘F.I.S.T.’ es su guión escrito por Joe Eszterhas, uno de los guionistas más famosos de la década de los 80 y 90. De hecho, este fue su primer libreto para cines. Al ser un novato, sus diálogos fueron revisados tanto por Sylvester Stallone como por el propio Norman Jewison. La trama viene a ser una “biografía encubierta” de Jimmy Hoffa, uno de los sindicalistas más poderosos que conoció la historia social norteamericana. Tan es así que, en 1992, su vida fue adaptada ya oficialmente al cine en ‘Hoffa: Un pulso al poder’ (Danny DeVito). En el citado film, Jack Nicholson “heredaba” el rol de Sly encarnando al polémico y poderoso líder sindical.
Teniendo en cuenta lo comentado en el párrafo anterior, ‘F.I.S.T.’ nos sitúa en un entorno de conflicto social. El guión describe a la perfección los conflictos entre empresarios y trabajadores. Eszterhas nos narra la falta de derechos, las abusivas condiciones de trabajo, la lucha por las conquistas sociales, las huelgas, los enfrentamientos, las implacables negociaciones,… pero también ahonda con mucho acierto en la caída en el camino fácil de la corrupción y el crimen. Todo esto va en paralelo a la ascensión y hundimiento de Johnny Kovak. Un éxito y fracaso que van desde los años 30 hasta principios de los años 60. Estos datos se pueden sacar del propio film cuando en algunos noticiarios se cita de pasada al presidente Dwight D. Eisenhower y al vicepresidente Richard Nixon.
La mano de Stallone en el libreto se nota especialmente en varios diálogos importantes. Determinadas frases de Kovak evocan claramente a otro héroe del pueblo como Rocky Balboa. Para muestra de esto tenemos, por ejemplo, esa arenga en la que Kovak espolea a sus afiliados haciendo referencia a las peleas: “No se ganan las peleas aguantando palizas. Nadie ha ganado una pelea dejando que le peguen” (claro símil al potro italiano y sus zurras con Apollo Creed). Como digo, este discurso, completado con las referencias al puño, es un ejemplo… pero, claramente, uno puede sentir la personalidad del Stallone escritor y aleccionador en varias frases y discursos de Johnny Kovak.
Expuesta la temática, pocas escenas de acción vamos a ver. Y más tratándose de un drama. No obstante, y con Stallone a bordo, algunos palos es inevitable que haya. Así pues, y durante la primera hora, presenciaremos algunas set-pieces muy bien montadas y mejor ejecutadas. Me refiero a todas aquellas que tienen que ver con los enfrentamientos entre los sindicalistas y los matones de la Consolidated, la empresa transportistas más poderosa de la zona. Atención a la doble encerrona en la que caen los matones al ser cogidos entre dos líneas de palos por los huelguistas con Kovak al frente bate en mano… También hay alguna que otra explosión, un dramático tiroteo y palizas en callejones. Estas escenas violentas amenizan el primer tramo, pero no esperéis más. En la segunda hora “la acción” se traslada plenamente a los despachos y a la comisión de investigación del Senado.
Como cualquier lector se puede ya imaginar, el protagonismo de ‘FIST’ recayó en Sylvester Stallone como Johnny Kovak. Sin duda, estamos ante uno de sus mejores papeles dramáticos consiguiendo grandes momentos. Entre ellos estarían sus soflamas a los afiliados, sus sentencias a los compañeros corruptos y empresarios, o su careo en la Comisión del Senado contra el senador Madison. De hecho, Stallone fue promocionado para las nominaciones a los Oscars. Sin embargo, no llegó al cuadro final. Y, pese a lo que se haya dicho posteriormente, nadie mejor que Sly para un papel tan carismático como este.
Junto a Stallone están David Huffman y Melinda Dillon. El primero debutaba en cines tras una trayectoria consolidada en televisión. Interpreta a Abe Belkin, el mejor amigo de Kovak, su “Pepito Grillo” particular y un hombre honesto e insobornable. La performance de Huffman es muy seria y de gran nivel. Es el contrapunto perfecto al carisma de Stallone. Por su parte, Melinda Dillon se pone en la piel de Anna Zarinkas, una emigrante lituana de la que Kovak cae enamorado. Melinda destaca al principio rechazando a Kovak hasta que a este no le queda más remedio que presentarse en su casa para conocer a su madre… También en el primer tramo resulta muy importante Richard Herd como Mike Monahan, el sindicalista que introduce a Kovak y Abe en la organización.
El resto del cast son secundarios que van entrando y saliendo según las circunstancias vitales de Kovak. Todos ellos están genialmente caracterizados. Entre ellos tenemos a Peter Boyle como Max Graham, el presidente de FIST a nivel nacional. Ojo a lo mal que le cae Kovak al principio y cómo termina devorado por su propia corrupción. Rod Steiger es el senador Madison, un caballero blanco que quiere lanzar su carrera enterrando a Kovak. Todas las escenas de sus interrogatorios en el Senado son parte de lo mejor. Por otro lado nos queda la parte mafiosa representada a muy alto nivel por Kevin Conway (Vince) y Tony Lo Bianco (Milano). El primero es un mafiosillo local y el segundo representa el típico rol de importante mafioso italiano al que siempre vas a estar debiendo favores…
Por último, sendas menciones especiales para las breves apariciones de Frank McRae y Brian Dennehy. McRae se deja ver al principio como Licoln, un compañero de Kovak que descarga camiones a su lado. Por su parte, Dennehy aparece hacia la mitad dando vida a Vasko, un honrado empresario húngaro que no quiere obligar a sus trabajadores a afiliarse a FIST.
“Nadie va a destruir nuestro sindicato. Nadie” (Johnny Kovak)
En conclusión.
Termino esta crítica de F.I.S.T. Símbolo de fuerza, una gran película sobre el funcionamiento interno y externo de los sindicatos que hace bueno el dicho de que el poder corrompe hasta el ideal más puro. Pese a su poco calado entre el público mayoritario, creo que es una de las indispensables que todo fan de Sylvester Stallone debe tener en su colección. Y la debe tener especialmente por ver al ídolo alejado de sus roles más habituales y característicos.
Tráiler de F.I.S.T. Símbolo de fuerza
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