Black Phone
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“En aquella época no tenía ni idea de quién era Joe Hill y menos que era hijo de Stephen King. Me quedé de pie en la tienda leyendo el relato y pensé: Este tío es genial. Eran unas veinte páginas como mucho, pero el concepto me pareció fantástico para una película. Nunca se me olvidó”. Jason Blum se encarga de producir el regreso de Scott Derrickson al cine de género con ‘Black Phone’.

“Si supieras lo que te espera… estarías cagado de miedo” (El Captor)

Crítica de Black Phone

Cuando escribí la review deDoctor Strange (2016) dije que estábamos delante de la mejor película de Scott Derrickson. El tiempo ha pasado y Derrickson terminó por abandonar el MCU por “diferencias creativas” a la hora de afrontarDoctor Strange en el Multiverso de la locura (2022). Esta última cinta terminó siendo dirigida por Sam Raimi con gran éxito de taquilla. Pues bien, vuelvo ahora a la frase con la que he empezado esta reseña puesto que Derrickson se ha superado en ‘Black Phone’. En este film nos entrega su mejor trabajo hasta la fecha en todos los aspectos. Además tenemos que tener en cuenta que no estamos ante un blockbuster rutilante, sino ante una pequeña producción de género que no ha llegado a los 20 millones de coste.

Cualquiera que haya seguido mínimamente la carrera de Derrickson sabe que se ha concentrado en el cine de terror. En su haber cuenta con títulos interesantes, pero que no terminaban de explotar. Me refiero especialmente a cintas comoSinister (2012) y Líbranos del mal (2014). Ambas películas tenían buenas atmósferas y planteamientos, pero siempre había algo que las impedía ser redondas. Y esto, afortunadamente, ya no sucede en ‘Black Phone’. Este film mantiene la buena ambientación ominosa de las anteriores y además destaca en el resto de apartados. En consecuencia, reitero que estamos ante el mejor film de género realizado por Scott Derrickson.

Ahondando un poco más en lo anteriormente expuesto, el cineasta nacido en Denver siempre ha sabido trabajar muy bien la ambientación. En el caso de ‘Black Phone’ nos situamos a finales de los años 70 en un pequeño barrio residencial. Detalles como la fotografía, el vestuario, los vehículos y algunas referencias cinéfilas nos hacen situarnos notablemente en la época del film. Por supuesto, Derrickson también nos regala un ambiente de puro horror que es el sótano que usa “El Captor” para retener a sus víctimas. En pantalla tenemos un lugar oscuro, húmedo, sucio, lúgubre,… Tan sólo un retrete, un colchón en el suelo y un teléfono negro con el cable cortado son el único “mobiliario”. Y una inalcanzable ventanilla es el único punto de luz de tan siniestro recinto. Con esta ambientación exterior e interior, el cineasta logra atraparnos en su narración.

Y hablando de narración, a partir de la presentación de los protagonistas, y del secuestro de Finney, la película se divide en dos tensas líneas narrativas. Por un lado asistiremos al miedo del chiquillo atrapado en el sótano con sus intentos de escapar. Y, por otro lado, presenciaremos los nerviosos intentos de su hermana pequeña, Gwen, para tratar de localizarlo. Ambas líneas se unirán, para bien o para mal, al final de la proyección… Un aspecto muy importante en la narración, y en la película, es la banda sonora de Mark Korven. Su música tiene varias capas resultando dramática, ominosa, perturbadora y terrorífica. Estamos ante el afortunado caso de una banda sonora que hace subir el global del film al rematar perfectamente el producto final.

Aclarar que el guión del film procede de un relato corto de Joe Hill adaptado por el propio Scott Derrickson y su amigo C. Robert Cargill. Y, pese a lo que pudiera parecer, el libreto está muy aprovechado tocando muchos palos en apenas 102 minutos de metraje. Así pues, en ‘Black Phone’ seremos testigos del acoso escolar, el maltrato en el hogar, el derrumbe familiar, la existencia de pérfidos depredadores y la presencia de lo sobrenatural. Todo esto nos hará empatizar rápidamente con Finney y Gwen. Hermano y hermana se ganarán nuestros corazones al verlos totalmente desvalidos y abusados en casa y fuera de casa. Dos jovencitos luchando contra las mayores adversidades y que prácticamente solo se tienen el uno al otro. Según lo expuesto, el film contiene varias secuencias que realmente te llegan.

De todo lo anterior, lo que más destacará para el público fan del género es la presencia de lo sobrenatural. Aquí contaremos con algunos conseguidos “jumpscares” y, sobre todo, con una serie de espíritus de víctimas pasadas de “El Captor” que se manifestarán ante Finney a través del ‘Black Phone’ del título. Su intención será facilitarle, desde “el más allá”, pequeñas pistas con las que el adolescente pueda intentar fugarse. También lo sobrenatural se sentirá en Gwen con sus sueños proféticos (ojo a la visualización de los mismos en Súper 8 a lo ‘Sinister’) y sus espontáneos intentos clamando a Dios por su hermano. Como expuse antes, ambas líneas narrativas son francamente interesantes y de gran tensión. Para aliviar un poco toda la presión contaremos con un muy logrado momento de “humor negro” culminado con una irónica y terrible revelación.

“7741”. El sótano del miedo.

En el cast tenemos a Mason Thames y Madeleine McGraw como grandes protagonistas. Para el primero esta película es su debut en cines, mientras que la segunda tiene ya un poco más de experiencia. Thames interpreta a Finney, un adolescente retraído y acosado en la escuela que, para colmo, termina cayendo en las garras de “El Captor”. La actuación de Mason es muy controlada sabiendo que su personaje debe basarse en la inteligencia para poder sobrevivir. A su lado tiene a la ya citada Madeleine que es el alma del film como Gwen, la hermana pequeña de Finney ¡Qué actuación tan valiente y emotiva la suya! La jovencita roba todas las escenas y, pese a su reducido tamaño, es capaz de plantar cara a los acosadores de su hermano, a su maltratador padre y hasta al mismísimo Dios. Además tiene escenas muy importantes clavándolas todas con gran espontaneidad.

Por su parte, el villano, apodado “El Captor”, va para Ethan Hawke en un papel muy complicado que saca adelante a la perfección y marcando el film sin necesidad de tener muchos minutos en pantalla. La complicación de esta performance reside en que el actor texano apenas exhibe su rostro. Un rostro que está casi siempre tapado por las geniales máscaras demoníacas creadas por Tom Savini. En consecuencia, la expresividad facial de Hawke es inexistente. Pero esto lo compensa con una inquietante, perturbadora y, en cierta manera, amanerada expresión corporal y vocal. También destaca como, en algunos momentos, aplica a su voz unos tonos de maldito y sádico total. Y ya para terminar comentar que en determinadas secuencias exhibe un musculado torso que se muestra como una auténtica pared para sus víctimas adolescentes.

Entre los secundarios destacaré a un irreconocible y cómico James Ransone como Max, un vecino en paro que se dedica a investigar el caso de “El Captor” por su cuenta. Su aparición es el único momento de alivio para el espectador ante tanta maldad. También importante es el rol de Jeremy Davies como Terrence, el maltratador padre de Finney y Gwen. Lo más destacable de este personaje es que, realmente, no es una mala ni repugnante persona. Estamos ante un hombre machacado y atormentado por la vida que lo paga con sus hijos a los que intenta proteger de manera brutalmente equivocada.

“Mis sueños son sólo sueños” (Gwen)

En conclusión.
Termino esta crítica de Black Phone, una pequeña pero gran pieza de cine de terror que además se adentra en otros géneros con destacado acierto. Una auténtica carrera contrarreloj para escapar del horror y una muestra de la resistencia de los niños para superar el dolor. Termino la review con estas palabras de Joe Hill: “El cuento nació queriendo ser una novela, pero nunca encontré la forma de alargarlo sin llevarlo a lugares a los que no me apetecía entrar. Fue fascinante que Scott y Cargill juntaran el rompecabezas, y enriquecieran el relato con más personajes, historias y sabiduría”.

Tráiler de Black Phone

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