Yo no quiero bunker. Cuando llegue el momento, y mientras todo el mundo se encierra para tener una muerte más larga y agónica, yo lo pasaré pirata. Pienso saquear todos los centros comerciales, leerme todos los comics que pueda y sobretodo presentarme en casa de Natalia Verbeke para proponerle una noche de sexo salvaje y extenuante.
Encerraos, encerraos.