La lista negra
Tras lograr meter entre rejas a un temido y conocido gánster local, el detective Harry Callahan está en el punto de mira. Pero no solo el mafioso querrá que Callahan acabe durmiendo con los peces en la bahía de San Francisco, también va tras él un misterioso asesino que ha elaborado una lista con ocho nombres famosos de la ciudad. Pero ninguno de ellos sabe que Callahan también tiene su propia lista. Si quieren jugar a ese juego, más vale que se aprendan las reglas. (Cineycine).
Primero fue detrás del escurridizo asesino conocido como Scorpio. Luego fueron unos “justicieros” que se hacían pasar por policías y no conocían sus propias limitaciones. Años más tarde, unos trastornados veteranos del Vietnam sembraron el caos en San Francisco. En los 80, abrió fuego bajo un impacto súbito. Parecía que todo había acabado para él, pero volvió para un último rodeo… Clint Eastwood es Harry El Sucio y ha aprendido un nuevo juego llamado ‘La lista negra’.
“Bueno, las opiniones son como los culos. Todo el mundo tiene uno” (Harry Callahan)
Crítica de La lista negra
Cuando Clint Eastwood firmó para dirigir y protagonizar la tremebunda ‘El jinete pálido’ (1985), sabia perfectamente que el precio a pagar sería una concesión al cine comercial. Una contrapartida que, más temprano que tarde, tendría que abonar. Y esa fue ni más ni menos que ‘La lista negra’. Y eso que unos años antes, el propio Eastwood, parecía que había cerrado la historia de Harry Callahan con la monumental ‘Impacto súbito’ (1983). Pero el caramelo de traer de vuelta al detective de homicidios más famoso de San Francisco era demasiado goloso como para dejarlo pasar…
‘La lista negra’ es la quinta y última entrega de la saga “Harry El Sucio”. Posiblemente, la primera franquicia de films de acción de la historia. Para su producción, Clint prefirió centrarse solo en protagonizar el evento. Y producirla bajo el amparo de su sello Malpaso y su socio David Valdes. Seguramente, el maestro era muy consciente de que el material con el que contaban era inferior a todas las anteriores. Su antiguo colega, Buddy Van Horn, quien dirigió a Eastwood en ‘La gran pelea’ (1980), se puso tras las cámaras.
El grueso total de la filmación se llevó a cabo en la propia e ineludible ciudad de San Francisco. La fecha elegida fue el mes de febrero de 1988. Y el estreno tuvo lugar el 15 de julio de 1988 a nivel nacional en USA. Su recorrido en salas fue de más de 38 millones de dólares de recaudación.
‘La lista negra’ es un buen ejemplo de película esclava de su tiempo. De un lado, la cinta toma el elemento de thriller truculento al estilo ‘F/X, efectos mortales’ (Rober Mandel, 1986). Y, de otro lado, también está el encuentro entre el metacine de aquella época sumado al culto al cuerpo. Esto último con la inevitable secuencia en un gimnasio donde los protagonistas tonifican sus músculos… El film se redondea con el fenómeno de la televisión basura y los paparazis junto al boom del cine de artes marciales. Inevitable la figura del compañero chino-americano que acompaña al héroe… Claro que todos esos elementos, y otros que no vamos a citar, están insertados como relleno de la historia. Una trama donde han metido a un personaje ya conocido como Harry Callahan en el centro de la acción. Y todo para vendernos un producto que sea un éxito.
El problema del asunto es que, como afirmo, todo se ofrece mezclado. Incluso diría que ¡atropellado! La propuesta nos es servida desde una batidora que ha juntado todos los ingredientes sin importar que encajaran, o no, unos con otros… Aquí tenemos a Eastwood en piloto automático soltando firmezas varias como Harry, pero sin creerse demasiado que la película fuera a funcionar. También tenemos a un personaje/actor al que señalan como el asesino desde el minuto uno… y que cada vez que habla pone el precio más alto a su cabeza, para luego desaparecer sin dar explicación alguna. Y, para colmo, vemos a Jim Carrey haciendo su más alocada performance de estrella del rock drogadicta con sus caretos marca de la casa. Sin olvidar tampoco una de las más inenarrables persecuciones entre dos coches y un tercero de radiofrecuencia portando una bomba.
Y todo lo anterior en unos ajustadísimos 84 minutos de metraje real, sin contar créditos. Además hay hueco para el humor negro, en la secuencia en donde el asesino ajusticia a una crítica de cine. Secuencia esta en clara referencia a una famosísima crítica americana que se vanagloriaba de vapulear los films de la saga y del propio Eastwood. Pero, ni con todo eso, logra ‘La lista negra’ pasar del aprobado raspado. Así pues, es un film para ver una vez y ya. Y eso, con los mimbres que disponía y siendo la saga que era, es claramente una oportunidad perdida… No luce tampoco la música de Lalo Schifrin, quien comparece casi exclusivamente para el cheque. El compositor entrega una score nada destacable. Lo único reseñable es el jocoso uso de la canción no original “Welcome to the Jungle” de Guns N’ Roses.
El casting se despacha rápido. Clint Eastwood se mete en la piel de Harry Callahan por última vez en su carrera. Estamos ante uno de los pocos films en donde se le pudo apreciar claramente la calvicie de su coronilla, antes de ponerle remedio en los 90. Clint va en piloto automático con un personaje que conoce a la perfección. La buena cantidad de facinerosos que le ponen delante para aniquilar apretando el gatillo sin pestañear, y las sentencias que suelta, ¡ya valen por el cheque que cobró por esta cinta!
Entre los secundarios importantes tenemos a Patricia Clarkson (Samantha). La actriz se cree un poco, pero no mucho, su rol de aguerrida periodista. Una reportera en busca de una buena historia que ve en Callahan un filón para llamar a la sangre y vender su candidatura a periodista del año. Sin duda, Clarkson era una intérprete para empresas mayores. Por su parte, Liam Neeson es Peter Swan, un eternamente cabreado y gritón director de pelis de serie B. Mejor no contar mucho más sobre su rol y expectativas del público… Jim Carrey (Johnny Square) sale dos veces. Y, tras ir a su caravana a calmar los nervios, cuando lo volvemos a ver ya no podríamos conseguir su autógrafo…
Y para el final queda Evan C. Kim (Al Quan) como un supersticioso agente especialista en bandas callejeras. Un inspector que piensa que pasarse a homicidios y ser compañero de Harry puede ser un paso adelante en su carrera. Y, cómo no, imposible no citar al jefe que defiende al protagonista cuando todos piden su cabeza. Claramente es un papel de apoyo paternalista para Michael Currie (Teniente Ackerman).
“No te quedan balas. ¿Sabes lo que significa eso? ¡Qué has pisado mierda!” (Harry Callahan)
En resumidas cuentas.
Termino esta crítica de La lista negra, vaya por delante que es la más floja de las aventuras del detective de homicidios por antonomasia. Pero, ni mucho menos, es una mala película o un bodrio total. Ya solo ver a Clint, despachando malosos con su revolver y soltando firmezas, vale por lo menos un visionado… siempre y cuando sepan lo que van a ver y sean benevolentes. Si no, mejor que para ustedes la saga hubiera terminado en ‘Impacto súbito’.
Tráiler de La lista negra
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