John Wick: Capítulo 3 – Parabellum
Tras saltarse una de las normas inviolables del Continental, John Wick tiene una hora para huir lo más lejos que pueda, antes de ser ex-comunicado. Su contrato, abierto a cualquiera, invita a todos los asesinos del mundo a intentar cobrar el precio por su cabeza. Pero, ¿de qué valen catorce millones de dólares si nunca podrás gastarlos? (Cineycine).
“Las reglas están para ser cumplidas. Son las que nos separan de los animales, si no las respetas debes atenerte a las consecuencias. Nada es por azar, todo tiene un precio. La cabeza de John Wick ha sido tasada en 14 millones de dólares. Si quieren paz, deberán prepararse para la guerra”. Asistimos al regreso de Keanu Reeves en ‘John Wick: Capítulo 3 – Parabellum’.
“Reglas y consecuencias” (Winston)
Crítica de John Wick: Capítulo 3 – Parabellum
La tercera venida del hitman John Wick llega a España. Keanu Reeves retoma el que ya es su personaje emblema. Aquel que volvió a las armas cuando le arrebataron el último recuerdo de su mujer en el capítulo 1. Por su venganza, Wick fue ex-comunicado por la alta mesa debido a la orden emitida por Winston en el capítulo 2. Precisamente, es en los últimos minutos de esa hora de margen en donde comienza ‘Parabellum’.
Chad Stahelski se encarga, como en el film anterior, de firmar este tercer capítulo. El guión vuelve a ser obra de Derek Kolstad (autor de los dos anteriores libretos) junto a Shay Hatten, Chris Collins y Marc Abrahms. A pesar de que lo que prima en ‘Parabellum’ es la acción, no estaremos exentos de algunas piruetas argumentales. Especialmente en sus minutos finales. Además tendremos una agradecida mirada argumental a la infancia de Wick. Así descubriremos quién era realmente, de dónde venía y cómo llegó a ser la actual e imparable máquina de matar. Cómo él mismo dice: “Necesito más potencia de fuego”.
El mejor adjetivo para ‘Parabellum’ es «apabullante». Desde que el reloj acaba marcando las seis ¡empieza la caza a Wick! ¿La recompensa? 14 millones por su cabeza. No obstante, ya antes asistiremos a una tremebunda escabechina en la librería de Nueva York. Ahí obtendremos un nuevo significado al uso del libro.
En ‘Parabellum’ han puesto toda la carne en el asador para coreografiar y entregar al espectador memorables set-pieces. Aquí tenemos de todo: peleas, luchas a navajazos, espadas y hachas, tiroteos y persecuciones. Tranquilamente podemos decir que toda la película es un descorsetado tercer acto de acción sin tregua. La versión delirante, neón y urbana de ‘Solo ante el peligro’ (Fred Zinnemann, 1952). Todo para mayor gloria y eterna veneración a la descomunal entrega de Keanu Reeves. El actor, sin dobles y con pocos trucajes, está presente en la inmensa mayoría de las escenas.
Para la historia debe quedar la batalla en el museo de armamento o las set-pieces en los establos. Hay momentos en donde uno no tiene apenas tiempo de preguntarse cómo lograron hacer ciertas muertes, ya que lucen realmente muy logradas. En todas ellas se ve muy claramente como atraviesan con objetos punzantes cabezas y diferentes cavidades humanas, igual que los impactos de las coces de los caballos. Incidiendo en las peleas, conviene puntualizar que se muestran mucho más reales y contundentes, es decir, menos coreografiadas, menos como si fueran un baile. La excepción a esto son aquellas ejecutadas por Sofía (Halle Berry). Se llevan la palma los combates de Wick contra los alumnos de Zero: unas confrontaciones puramente marciales y realmente espectaculares.
La ambientación en Nueva York, casi toda nocturna y lluviosa, es todo un acierto. Ojo a las secuencias por Chinatown y a las inenarrables persecuciones a caballo y en moto. Este es un film que en su acabado visual merece un diez. Lejos de ser una súper-producción han llegado a cotas realmente altísimas. En pantalla se saca todo el partido a los 60 millones de dólares de presupuesto.
Situando esta entrega en la saga es difícil decir con total convicción que sea mejor que las anteriores. Cada “capítulo” ha llevado más lejos al personaje, a su “barra de poder” y habilidades. Aquí se hace más uso de las confrontaciones cuerpo a cuerpo. Pero esto no quita para que metan una buena cantidad de tiroteos, sobre todo en el clímax en el Continental. ‘John Wick: Capítulo 3 – Parabellum’ es la continuación lógica a sus antecesoras. Una fiesta por todo lo alto para los fans del cine de acción. ‘Parabellum’ nos hace recuperar la fe en que hoy día, las películas con calificación para mayores de 18 años, contundentes y sin remilgos, son posibles. Este tipo de films pueden rozar el notable y ser éxitos de taquilla.
En el apartado del sonido y la música imposible bajar del notable. La score a cargo de Tyler Bates y es tremendamente atmosférica, especialmente aquella que sigue la entrada de todo un ejército en el Continental.
Desde el episodio original, además del insustituible Keanu Reeves, solo repiten Ian McShane (Winston) y Lance Reddick (El recepcionista). Este último, por motivos de lealtad, deberá ahora empuñar las armas…. Desde el segundo capítulo regresa Laurence Fishburne con sus palomas y su ejército de mensajeros infiltrados como vagabundos. A todos ellos les es asignada una “magistrada”, la imperturbable Asia Kate Dillon, quien acude, uno por uno, a pedir cuentas a todos aquellos sospechosos de haber ayudado a Wick en el pasado.
Cameos expendables para Jerome Flynn (Barrada), el gerente del Continental en Casablanca, jugando a ser Humphrey Bogart en la película del mismo nombre. Anjelica Huston como ‘La directora’ en un papel de estar sentada. Y apariciones especiales para Halle Berry (Sofía), Jason Mantzoukas (Tick Tock), Said Taghmaoui (El Edir) y Mark Dacascos (Zero). Buenos minutos, sobre todo, para la primera y el último. Berry como Sofía, oculta en Casablanca por su propio bien y decisión propia, deberá entrar en acción por una promesa hecha a Wick años atrás. Impresionante el uso de los perros que acompañan a su personaje y sus ataques… Destaca también un encantado de conocerse Mark Dacascos en su regreso a la primera línea como un recurso de acción de emergencia contra Wick. No decepcionará en el momento de entrar en acción con sus alumnos-ninjas.
En resumidas cuentas.
Acabo esta crítica de John Wick: Capítulo 3 – Parabellum, un viaje salvaje a la acción más trepidante. Una caza continua en busca de la set-piece más grande, acción, peleas y persecuciones. Todo el universo de John Wick puesto al servicio de los seguidores de la saga. Una entrega que redondea y hace a la franquicia palpitar como el soplo de aire fresco que es dentro del género. Después de esta serie, techo indiscutible de este tipo de films, el resto solo puede ir hacia abajo.
Tráiler de John Wick: Capítulo 3 – Parabellum
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