Heretic (Hereje)
Las hermanas Barnes y Paxton, dos activistas de la Iglesia de Jesucristo de los Últimos Santos, acuden a la casa de Míster Reed, un probable y futuro miembro, para tratar de captarlo definitivamente. Sin embargo, Míster Reed no parece estar dispuesto a convertirse fácilmente. (Cineycine).
“Queríamos provocar a nuestro público. Pensamos que sería especial escribir un guión estremecedor donde el miedo y el terror surgen del diálogo… a través de las palabras y los conceptos que se exponen. Si hemos hecho bien nuestro trabajo, el público aportará sus propias ideas sobre la religión al discurso de la película: ¿Qué creemos y qué no creemos?”. Scott Beck y Bryan Woods presentan a Hugh Grant como el maquiavélico Míster Reed más conocido como ‘Heretic’ (Hereje).
“Creer en una religión… pero, ¿Cuál es la verdadera?” (Míster Reed)
Crítica de Heretic (Hereje)
La pareja formada por Scott Beck y Bryan Woods regresan a cines con una nueva película. Y lo hacen tras haber triunfado tras los lápices de ‘Un lugar tranquilo’ (John Krasinski, 2018). Y también después de haber intentado consolidarse como directores con títulos como ‘La casa del terror’ (2019) y ‘65’ (2023). Pero ¡ojo! esta vez se alejan por completo del slasher y de la ciencia-ficción para acercarse a esta “nueva” moda conocida como “terror elevado”. Hablamos de un tipo de cine de género en el que lo explícito queda en un segundo plano en favor de lo psicológico y lo supuestamente inteligente. No en vano, esta nueva propuesta de Beck y Woods viene producida por A24, un estudio que, más que menos, fomenta este tipo de cine en la actualidad. Por consiguiente, cuidado con esperar que ‘Heretic’ nos ofrezca un horror total y absoluto.
Teniendo en cuenta lo que acabo de exponer, ‘Heretic’ centra toda la atención de su libreto en la Religión. Un script escrito, como es habitual, por Beck y Woods. A través del guión y, sobre todo, de la figura de Míster Reed, se trata en buena parte del metraje de sembrar la duda y desacreditar a las tres grandes religiones monoteístas del mundo. Aunque, especialmente, Reed se detiene en la católica. Atención al momento de la comparación con el ‘Monopoly’ y otros juegos de mesa similares… Posteriormente, y conscientes de su trayectoria anterior, Beck y Woods ya intentan ofrecer una categoría de cine más centrada en el horror… pero sin olvidar en todo momento la siembra de la duda. Y para ello convierten la morada del citado Reed en una especie de ratonera o tren de la bruja con innegables imágenes propias del cine de terror.
En su labor como directores bien puedo decir que Becks y Woods vuelven a cumplir eficazmente. Especialmente cuando dejan al margen los debates filosóficos para centrarse en el terror. Y, tal y como he comentado antes, esto lo hacen cuando deciden convertir la casa de Míster Reed en un entorno totalmente hostil para las hermanas Barnes y Paxton. Para ello, los directores tiran de ingenio apagando las luces de las habitaciones o recurriendo a entornos ominosos, siniestros, oscuros y húmedos en los que las hermanas lo pasarán realmente mal. Y ojo… todo lo que vayamos viendo desde el principio no será casual. Comento esto porque cada objeto y/o mecanismo peculiar de la casa irá descubriendo su verdadera función en el macabro tramo final.
Ahondando un poco más en la casa convertida en trampa mortal o, si queremos, en un cuarto protagonista, comentar que el equipo de producción construyó varios decorados para recrear la morada y/o fortaleza de Míster Reed. En pantalla veremos el salón, la biblioteca con altar incluido, oscuros pasillos y… Todo esto con la intención de provocar la claustrofobia no sólo en las misioneras, sino también en el propio espectador. Y esto es algo que bien puedo decir que se consigue.
Y si hay un triunfador en esta película… ese es Hugh Grant. El actor británico da un recital en un papel poco visitado en su filmografía: el malo del film. Aquí interpreta con sumo gusto y gran entusiasmo a Míster Reed. Grant da un recital en el que saca varias caras: conquistador, amigable, divertido, serio, oscuro, cínico, filosófico,… Hugh se hace totalmente con la película y, buena parte de la misma, funciona gracias a él. El mismo actor ya comentó sentirse muy cómodo en este papel y todo este buen hacer lo transmite al público. En cuanto a su personaje, decir que Míster Reed es un erudito de las religiones. Un tipo que ha estudiado y leído mucho acerca del tema y al que cuesta bastante rebatir. Tan es así que, en su estudio, ha llegado incluso a realizar auténticos “ejemplos prácticos” acerca de la fe.
Haciendo frente a Hugh Grant tenemos a Sophie Thatcher y Chloe East como las hermanas, y reclutadoras, Barnes y Paxton. Las dos actrices dotan de caracteres bien distintos a sus respectivas hermanas de culto y completan, junto a Grant, un muy diferente trío protagonista. Barnes es la más experimentada tanto en la vida real como en el conocimiento de la fe. Mientras que Chloe resulta bastante ingenua (atención a la escena inicial en la que accede a hacerse una foto con un grupo de chicas) y de conocimientos religiosos limitados. Por consiguiente, será Barnes la que plante más cara a Míster Reed. Por último, el reparto se completa con una breve aparición de Topher Grace como un Elder que va tocando de puerta en puerta.
“Es el momento de la tarta…” (Míster Reed)
En conclusión.
Finalizo esta crítica de Heretic (Hereje), una nueva propuesta de “terror religioso elevado” que Scott Beck y Bryan Woods aderezan con su buena ración de “tren de la bruja de toda la vida”. Y todo rematado por un espléndido Hugh Grant como un fenomenal y taimado maestro de ceremonias que nos invita a probar ya mismo su gran especialidad: la tarta de arándanos.
Tráiler de Heretic (Hereje)
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