Fuga de Alcatraz
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Hoy en día es un centro turístico y punto estratégico de San Francisco en constante vigilancia. Pero antes de esto fue una poderosa fortificación militar y, sobre todo, la más temida e inexpugnable penitenciaria federal. Decían que nadie podía fugarse de ella con vida. Hoy vamos a poner a prueba su leyenda en… ‘Fuga de Alcatraz’.

“Cuando no se cumplen las normas de la sociedad te mandan a prisión. Cuando no obedeces las normas de la prisión te mandan aquí: Alcatraz” (Alcaide Dollison)

Crítica de Fuga de Alcatraz

Todo tiene un principio y un final. En este caso me refiero a la relación establecida entre Clint Eastwood y Don Siegel. Estrella y director comenzaron su colaboración conjunta en 1968 con ‘La jungla humana’ y la terminaron en 1979 con la película que hoy nos ocupa: ‘Fuga de Alcatraz’. El motivo de la ruptura de tan fructífera y larga cooperación se debió a una discusión sobre los derechos del film y quién debía ser el jefe de la producción: ¿Siegel o Eastwood? Al final ambos cedieron (sobre todo, Siegel) para que la película pudiera hacerse realidad. Después del estreno, Clint y Siegel quedarían como “amigos”. Sin embargo, nunca más volverían a trabajar juntos. Y el director terminaría renegando del cambio en la personalidad del actor que ahora era una de las estrellas más importantes de la industria.

En cualquier caso, la dirección de Don Siegel no se vio afectada por los avatares comentados en el párrafo anterior. Su labor detrás de las cámaras es parte de lo mejor del film. No hay más que ver cómo su brillante narrativa visual queda patente en los primeros minutos del film. En los mismos no se pronuncia ningún diálogo ni palabra mientras vemos el traslado de Morris en barco hasta Alcatraz. Cronómetro en mano, la primera palabra se pronuncia a los 5 minutos y, por su parte, Clint Eastwood no abre la boca hasta pasados casi 10 minutos. Y esto es importante porque el actor ocupa casi todos los planos de ese tramo y del film. Al margen de esto, Siegel de manera muy hábil prácticamente cuenta la fuga desde las cuatro paredes de la celda de Morris.

El guión fue obra de Richard Tuggle sobre el libro de J. Campbell Bruce, a quien le compró los derechos para la gran pantalla. De hecho, este fue el primer libreto para cines de Tuggle, que luego volvería a colaborar con Eastwood escribiendo y dirigiendo ‘En la cuerda floja’ (1984). Volviendo con el script de ‘Fuga de Alcatraz’ hay que dejar claro que, aunque muchas acciones nos parezcan increíbles, lo cierto es que el film está basado en hechos reales. Concretamente en la fuga de Frank Lee Morris y los hermanos Anglin. Tan es así que incluso muchos rumores indican que el guión se quedó cortó a la hora de relatar determinados aspectos de la escapada. Y esto a pesar de que Tuggle dedicó bastante tiempo a estudiar la documentación relativa al caso.

Dejando al margen los hechos reales, el guión regala sus mejores frases a Clint Easwood. ¡No podía ser de otra manera siendo Clint la estrella! Y es un libreto que le va como anillo al dedo al actor conteniendo algunas durezas y contestaciones irónicas… pero también las frases más inteligentes (ojo a cómo saca una cuña de la carpintería). Respecto a las conversaciones brillan mucho los intercambios de pareceres con el alcaide de “la roca”. Estamos ante ciertos enfrentamientos dialécticos provocados siempre por el alcaide. Este último un funcionario soberbio e insensible que parece no soportar tener delante de él a un recluso con un coeficiente de inteligencia top… También destacados son los intercambios que Morris cruza English, el rey de los negros. Ambos empiezan con cierta tirantez propia de “esclavos” con ecos del racismo, pero terminan respetándose y siendo amigos.

La ambientación también es uno de los puntos más conseguidos de la película. Y lo es porque aquí no hay que hablar de recreaciones o pantallitas verdes. Todo lo que se ve en pantalla (celdas, duchas, comedor) es literalmente real. Me explico, el film se rodó en la mismísima prisión de Alcatraz. Para ello, la Paramount tuvo que gastar una cantidad de dinero extra con el fin de acondicionarla y devolverla a los años 60. Recordemos que en 1963 fue decretado su cierre como prisión y la película se rodó entre finales de 1978 y principios de 1979. El hecho de grabar en la mismísima isla hizo que el reparto tuviera que soportar las duras condiciones del clima del lugar con lluvia, viento y frío. Al final todo esto mereció la pena porque otorga a la propuesta un aire de realismo difícilmente conseguible de otra forma.

En el apartado de la banda sonora encontramos a Jerry Fielding, un compositor habitual tanto del propio Eastwood como del maestro Sam Peckinpah. En su score para ‘Fuga de Alcatraz’ podemos encontrar algunos ecos de la que compuso paraEl fuera de la ley (1976), sobre todo por los toques “militaristas” del principio. Pero cuando más destaca su música es cuando pasa totalmente a un segundo plano generando gran suspense y expectación. Esto sucede mientras Morris va preparando y ejecutando la fuga con sus incursiones nocturnas en las galerías superiores. Sensacional.

El principal protagonista del film es Clint Eastwood en el papel de Frank Morris. La interpretación de Clint se ajusta totalmente a lo que se podía esperar de él en esos años. El actor, muy consciente de sus pros y contras, no va más allá de su conocido repertorio. Por consiguiente, su economía gestual es total. Eastwood se vale de su duro rostro para escudriñar y analizar el entorno… pero también para dejar siempre en mal lugar al alcaide cada vez que entablan conversación. Precisamente el alcaide sería su némesis y el gran “villano” del film. Su interpretación corrió a cargo de Patrick McGoohan que convierte a este funcionario, Arthur Dollison, en un mediocre que piensa puede competir dialéctica e intelectualmente con Morris. Tal es su mediocridad que imparte injustos castigos cuando no sabe cómo interpretar ciertos actos de los presos.

En la cárcel, y siempre en compañía de Morris, iremos conociendo a otros reclusos. Todos estos internos están perfectamente recreados y retratados, y configuran un muy particular universo. Entre ellos estarían: Frank Ronzio como Tornasol, un hombrecillo que siempre va en compañía de su mascota, un ratoncito. Roberts Blossom es Doc, un viejo inofensivo que mata el tiempo pintando hasta que la pintura le traerá la desgracia por “cortesía” del alcaide. También está Paul Benjamin con un papel un tanto “hierático” como English, el bibliotecario y “rey de los negros”. Y, por supuesto, no me olvido del otro villano del film. Me refiero al gordo sodomita conocido como Lobo. Para interpretar este desagradable rol se fichó a Bruce M. Fischer, un gigante obeso con pintas de baboso. Aquí se dedica a intentar asustar a Morris y termina siempre breado y escupiendo maldiciones.

Párrafo al margen merecen los compañeros de Morris en su intento de fuga. El primero en apuntarse fue Larry Hankin como Charley Butts, un tipo debilucho condenado por robar coches que traba amistad con Morris al ingresar en “la roca”. Mucho más duros y firmes son los hermanos Anglin interpretados por Fred Ward y Jack Thibeau (John y Clarence). Ambos aparecen a los 45 minutos de metraje y entregan unas interpretaciones de dos hombres absolutamente seguros de sí mismos. Dos tipos duros que no dudan a la hora de fugarse y que en el caso de John demuestran mucha personalidad e ironía (ojo a cuando pide un puesto en la cocina para que Morris robe una cuchara). Por último, y como curiosidad, esta fue la primera película como actor de Danny Glover… pero apenas sale unos segundos metido en una celda sin vérsele totalmente la cara.

“Creo que sé cómo salir de aquí” (Frank Morris)

En conclusión.
Termino esta crítica de Fuga de Alcatraz, la última gran obra de Don Siegel y una cinta de referencia siempre en el top-10 del cine carcelario. No obstante, el que esto escribe se decanta antes por ‘El expreso de medianoche’ (Alan Parker, 1978) y ‘Cadena perpetua’ (Frank Darabont, 1994). En cualquier caso, estamos ante películas cuya valoración o puntuación es irrelevante… siendo lo verdaderamente importante el hecho de que todas han trascendido. Y no hay mucho más qué decir.

Tráiler de Fuga de Alcatraz

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