Aquellos que desean mi muerte
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Angelina Jolie regresa a la acción y no está dispuesta a permitir que unos esbirros cosan a tiros a un chaval de 12 años. Fuego, disparos, apuñalamientos,… nunca podrá haber paz para los malvados especialmente si son ‘Aquellos que desean mi muerte’.

“Se os ha escapado el niño. Es un juego de suma 0, así que ya sabes lo que hay” (Arthur)

Crítica de Aquellos que desean mi muerte

Hasta el momento, Taylor Sheridan nos ha dejado grandes películas como director y guionista. Especialmente relevante es su labor con los lápices habiendo escrito, por ejemplo, los guiones de Sicario (Denis Villeneuve, 2015) yComanchería (David Mackenzie, 2016). Por su trabajo en esta última llegó incluso a ser nominado al Oscar en la gala de 2017. Ahora nos presenta ‘Aquellos que desean mi muerte’, película en la que nuevamente vuelve a dirigir y guionizar, tal y como ya hiciera enWind River (2017). Sin embargo, los resultados no son los esperados quedando muy lejos de la cinta protagonizada por Jeremy Renner y Elizabeth Olsen.

‘Aquellos que desean mi muerte’ está basada en la novela de Michael Koryta de título homónimo. El propio Koryta ha metido también mano en el script. No he leído su obra, pero queda claro que este guión presenta vacíos muy importantes. El principal es no explicar, en ningún momento, las razones por las que los sicarios van eliminando objetivos. Simplemente se dice que los objetivos tienen información vital de un grupo de personas muy relevantes. Tampoco se adentra nada en la organización que dirige a estos criminales en sus misiones. Así las cosas, la principal razón de ser de la trama no existe y todo queda reducido a una simple y violenta persecución dejando a la imaginación del público todo lo demás. Ignoro si en el libro esto será igual… pero en la película es lo que hay y me parece un trabajo de vagos.

Al margen de lo anterior, y por romper una lanza en favor del guión, cabe decir que al menos los personajes están bien perfilados. A lo largo del metraje llegaremos a conocer tanto a los buenos como a los malos lo suficiente para disfrutar con sus avatares. También hay algunos diálogos cargados de un humor sarcástico que nos dibujará alguna sonrisa entre tanta violencia. Especialmente destacar un par de intercambios de impresiones entre Hannah y Connor, el chaval al que protege (ojo a la pulla “real” de este último sobre el estado físico de ella y lo que esta le contesta).

La dirección de Sheridan resulta clásica, dura y con un innegable aire de western forestal. En pantalla asistiremos a un par de duelos en los que el último en disparar lo paga todo. Fiel a su estilo, Sheridan tampoco se anda con remilgos a la hora de retratar la violencia y veremos a Angelina Jolie recibir bestiales trompadas, sobre todo por parte de Nicholas Hoult. En este sentido, todas las escenas violentas están muy bien filmadas y no hay queja alguna. Ahondando un poco más en las escenas de acción hay que resaltar que nadie espere ver increíbles set-pieces. No es el caso. Como es costumbre en Sheridan, todo es muy seco y real. Nadie intenta hazañas imposibles y en los cuerpos el impacto de la violencia se deja sentir.

Por supuesto, la ambientación natural es otro extra a tener en cuenta. La película se rodó en escenarios naturales de Nuevo México en una zona de bosques impresionantes. Atención al toque apocalíptico que le da el fuego y la lluvia de ceniza al tramo final. Personalmente, siempre me gusta destacar este tipo de localizaciones reales y alejadas de pantallas verdes y CGI. Pienso que son un aval que hace a las películas imperecederas. La única pega que se le puede poner en este apartado es que el abrasador manto de fuego no siempre está del todo conseguido. También llama la atención negativamente una escena del final que no puedo comentar para no caer en spoilers, pero que, cuanto menos, me pareció poco creíble.

Llegamos al reparto que es lo mejor de la propuesta, sobre todo por la vuelta a la acción de Angelina Jolie. La actriz interpreta a Hannah Faber, una jefa de bomberos al estilo de los Granite Mountain Hotshots vistos enHéroes en el infierno (Joseph Kosinski, 2017). Angelina cumple especialmente desde un punto de vista físico protagonizando la mayor parte de sus escenas de acción. Tampoco son especialmente peligrosas puesto que, como ya apunté, no se intenta nada imposible. Respecto a su personaje, Hanna Faber, está muy en la línea de ese tipo de héroes atormentados y humanos a los que nos acostumbró Sylvester Stallone en los 90 con películas como Máximo riesgo (Renny Harlin, 1993) o ‘Daylight (Rob Cohen, 1996).

El chaval al que protege Hannah se llama Connor y lo interpreta Finn Little consiguiendo una buena sintonía con Angelina. Atención a cómo intenta dar la cara por ella en una pelea a muerte. Entre los aliados con los que contarán Hannah y Connor están el Sheriff Sawyer y su esposa embarazada, Allison. Ambos son interpretados por Jon Bernthal y Medina Senghore con buenos, importantes y decisivos minutos. Además aportan un toque emocional interesante.

Mención al margen para Jake Weber que interpreta al padre de Connor. Hablamos de un hombre convertido en un objetivo y autodefinido como “un auditor contable que sabe cuando algo no encaja”. Además escribirá en unas cartas el nombre de las personalidades implicadas en no sabemos qué asuntos turbios. Lógicamente, y dada la situación de su personaje, la performance de Weber resulta intencionadamente preocupada y nerviosa.

Los villanos quedan para Aidan Gillen y Nicholas Hoult como los “fríos” sicarios encargados de liquidar al padre de Connor y a todos aquellos que puedan identificarlos. Hay que decir que ambos actores destacan cada cual a su modo y manera configurando unos personajes con cierto atractivo y no como los típicos villanos malosos. Gillen resalta como el veterano del oficio ya un tanto cansado y Hoult como el francotirador imperturbable que espera aprender más. Finalmente, cameo expendable para Tyler Perry como Arthur, el jefe de la enigmática organización de mercenarios contratada para ejecutar los crímenes. Perry sale unos dos o tres minutos leyendo la cartilla a Gillen y ahí cierra su participación.

“Vamos a causar mucho revuelo en este pueblo” (Jack)

En conclusión.
Termino esta crítica de Aquellos que desean mi muerte, la película más floja de la interesante, y reciente, filmografía de Taylor Sheridan. Tan es así que parece un film de esos realizados por encargo. Como entretenimiento accionero cumple para pasar un rato viendo como el gato intenta cazar al ratón… pero tampoco le pidamos más porque no lo da ni se molesta en darlo.

Tráiler de Aquellos que desean mi muerte

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