War Horse (Caballo de batalla)
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En esta película un personaje dice la siguiente frase: “Hay días grandes y días pequeños. ¿Qué día será hoy?”. Desde esta casa que es Cineycine, les digo que hoy será un día grande si ustedes deciden ver… ‘War Horse (Caballo de batalla)’.

“Dónde quiera que estés te encontraré y te traeré a casa”.-Albert Narracott.

Albert y Joey

Crítica de War Horse (Caballo de batalla)

Con esta película el mítico Steven Spielberg apela directamente al corazón del público con una serie de “trucos” ya vistos en multitud de ocasiones. «Trucos» como la emotividad, el heroísmo, o el sentimentalismo. Sin embargo, esto realmente le funciona y le funcionan al cien por cien. ‘War Horse (Caballo de Batalla)’ me conquistó desde su inicio con esa hermosa BSO de John Williams (ganador de 5 Oscars y compositor de cabecera de Spielberg) y ya no me pude «bajar de Joey» durante todo su visionado. Puedo entender que la película sea catalogada por muchos (o por algunos) como “sensiblera o tramposa” y demás adjetivos parecidos… pero si desde el inicio entras en el juego que te propone Spielberg te aseguro que la cinta te va a gustar.

En ‘War Horse’ tenemos de todo. Tenemos momentos divertidos (esa oca…), dramáticos, crudos, heróicos, emotivos, tiernos… Momentos, en suma, que llegarán de un modo u otro al espectador. Espectador que, si no tiene el corazón de hierro, no tendrá más remedio que sentir como propios los diferentes estados de ánimo por los que pasa nuestro amigo Joey a lo largo del film. Un film del que él es el máximo protagonista. Un caballo convertido en héroe que demostrará que su corazón es puro, valiente, solidario, compasivo… Un corazón de esos que no se hacen, un corazón de esos con los que se nace.

Joey

La dirección de Spielberg es impecable. Facturación de maestro. Esto es algo que se nota desde el primer fotograma hasta el último. Una dirección y filmación que además presenta el extra de trabajar y rodar con animales. Esto es algo que tengo en gran valoración porque si ya es complicado rodar con humanos, entonces, imagínense hacerlo con animales… e imagínense lograr que el animal se convierta en el héroe y que, sin hablar, logre transmitir al respetable todo un catálogo de emociones. Pocos directores se atreven a rodar grandes películas con animales (recuerdo ahora a Jean Jacques Annaud con ‘El oso’ o ‘Dos hermanos’) y desde luego muy pocos directores logran el éxito con ellos. Spielberg lo consigue y su “caballo de batalla” habría sido un muy digno ganador del Oscar 2012. Una estatuilla que, finalmente, fue para The Artistde Michel Hazanavicius, con todo merecimiento, todo sea dicho.

Lo único que realmente no me complace de la película es lo excesivamente bonitos que resultan algunos decorados. Me explico: ver la impoluta granja de la familia Narracott, o la extremadamente hermosa casa de la niña Emilie y de su abuelo (que aparecerán en un momento dado del film) no me encajan. Y no me encajan porque en ellas está todo limpio y nuevo, es decir, no hay desgaste, es como si todo fuera recién comprado para hacer de esos escenarios una hermosa postal de, por ejemplo, Navidad. Creo que Spielberg tenía que haber sabido detectar esto. Es el único “pero” que le pongo a la cinta. No es un “pero” importante dada la grandeza general de la película, pero ahí está.

Niels Arestrup y Celine Buckens

“Sigue cuidando de Joey y él siempre cuidará de ti”… Un caballo llamado Joey.

El gran protagonista del film es el caballo Joey. Toda la película se centra en seguir sus aventuras. Desde su mismo nacimiento en los plácidos y agradables campos de Devon, hasta su “alistamiento” para el conflicto bélico y toda su odisea durante los años de la Primera Guerra Mundial. Un caballo convertido en héroe y en protagonista casi absoluto del metraje.

Por lo demás, podemos decir que estamos ante una película coral, esto es, con muchos protagonistas de mayor o menor relevancia que van desfilando a lo largo de los casi 150 minutos de duración. No eran actores ni actrices muy conocidos para el gran público por aquel entonces, pero todos cumplen muy bien con los papeles encomendados. Por ejemplo, entre los mundialmente conocidos hoy en día tenemos al Tom Hiddleston pre-Marvel, o al propio Benedict Cumberbatch (ambos con roles de militares).

Si que me gustaría destacar el trabajo de un genial Peter Mullan como el testarudo granjero Ted Narracott. También resaltar la gran complicidad que se establece entre la jovencísima y debutante actriz Celine Buckens y el veterano actor francés Niels Arestrup. Ambos interpretan a la niña Emilie y a su abuelo que viven en una bonita granja francesa alejada del conflicto. Por un azar del destino, conocerán al caballo Joey en un momento dado. Genial complicidad la establecida entre ellos y que logran transmitir plenamente.

Tampoco puedo olvidar la gran implicación del joven Jeremy Irvine como Albert Narracott. Su relación con Joey es uno de los anclajes verdaderamente importantes de la cinta. He destacado a estos actores y a Celine Buckens porque son los que más me llegaron, pero todo el reparto luce bien escogido la en pantalla.

War Horse (Caballo de Batalla)

No hay que olvidar que la película está basada en el libro de Michael Morpurgo, novelista y autor de literatura infantil. Un buen día conoció a un veterano anciano en un bar que hablaba con pasión de los heroicos caballos con los que sirvió en la guerra. Esta conversación llevó a Morpurgo a realizar su propia investigación. Así aprendió lo vitales que fueron los caballos en todos los bandos de la guerra. Inmediatamente pensó que era necesario contar la historia.

Quisiera terminar esta valoración con una bien merecida loa a Steven Spielberg. Hablamos de un director que, desde que sorprendió al mundo en 1971 con su excelente película para la televisión El diablo sobre ruedas’, ha venido marcando la pauta en el mundo del cine. Desde ese lejanísimo 1971 hasta nuestros días han pasado la friolera de más de 40 años. Más de 40 años en los que Spielberg ha estado siempre al pie del cañón y se ha dado a conocer para diferentes generaciones de espectadores. Ahí están sus películas que abarcan diferentes géneros y temáticas, siendo todas ellas son lo mejor de lo mejor. El legado del cineasta nacido en Ohio es absolutamente inolvidable e insuperable.

Steven Spielberg

En conclusión.
Esta es otra gran obra de Spielberg. Es cierto es que se le puede acusar de “sensiblería un tanto barata”, pero la realidad es que al film le sienta como anillo al dedo. Estamos ante una película que funciona al cien por cien y que está filmada con inteligencia para llegar al corazón del espectador con una gran historia que contar. Esta es mi conclusión final de esta crítica de War Horse (Caballo de batalla). ¿Se la van ustedes a perder?…

“Hay días grandes y días pequeños. ¿Qué día será hoy?”.-Ted Narracott.

War Horse (Caballo de Batalla)

Curiosidades.
Jeremy Irvine fue seleccionado personalmente por Spielberg que quería una cara nueva para esta película. Irving se embarcó en un intenso periodo de entrenamiento llegando a montar diez horas al día en los establos de Hertfordshire.
-Bobby Lovgren, conocido por sus innovadoras técnicas en la doma de caballos, capitaneó un gran grupo de equipos compuesto de más de 100 caballos. Lovgren además contrató a domadores de Australia, España y Estados Unidos.
-Catorce caballos diferentes interpretaron a Joey de potrillo a adulto. Entre esos caballos el más importante fue uno llamado Finder adquirido por Bobby Lovgren después de domarlo para el film ‘Seabiscuit, más allá de la leyenda’ (Gary Ross, 2003). Por su parte, cuatro caballos diferentes se repartieron el papel de Topthorn, el amigo y rival de Joey en la guerra.
-Casi todas las escenas del film se rodaron con caballos de verdad. Pero Spielberg encargó un caballo animatrónico para partes de la secuencia en “Tierra de Nadie”.
-Durante la I Guerra Mundial los perros y los pájaros llevaban mensajes, los camellos y las mulas acarreaban equipos e incluso se utilizaba a los gatos para disminuir la proliferación de ratas en las trincheras. Pero la especie animal que más sufrió fue la del caballo. Entre 4 y 8 millones perecieron en ambos bandos.
-En 1943 Gran Bretaña creó la Medalla Dickin que se entregaba a aquellos caballos de militares que habían hecho gala de una «manifiesta gallardía o sentido del deber», y en el 2004, se inauguró en Hyde Park (Londres) un monumento que homenajeaba a los Animales en la Guerra, que incluye una escultura en bronce de un caballo noble y solitario mirando al horizonte.

Tráiler de War Horse (Caballo de batalla)

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