Oculus: El espejo del mal
Al cumplir los 21 años al joven Tim Russell se le concede la libertad dejando la institución mental en la que se encontraba recluido debido al homicidio de su propio padre. Nada más salir es recogido por Kaylie, su hermana. Kaylie tiene la intención de demostrar la inocencia de Tim probando que la muerte del progenitor fue causa de un objeto maldito: el viejo y cotizado espejo Lasser. (Cineycine).
“Superficie lisa y brillante hecha de una placa de vidrio recubierta generalmente en su parte posterior de un compuesto plateado que refleja o da la imagen de algo o alguien”. Es hora de mirarse al espejo Lasser que nos aguarda en ‘Oculus: El espejo del mal’.
“Me prometiste que nunca olvidarías lo que pasó realmente” (Kylie)
Crítica de Oculus: El espejo del mal
El hoy muy reconocido Mike Flanagan retomó aquí su propio corto original ‘Oculus’. Hablamos de un cortometraje del año 2005 que se desarrolla en este largometraje de manera más profunda y completa a lo largo de sus 104 minutos de duración. ‘Oculus: El espejo del mal’ sólo costó 5 millones de $ y se estrenó el 11 abril de 2014 en EE.UU. Al final de su recorrido comercial consiguió recaudar casi 28 millones (total mundial 44.030.246 $).
La película tiene una historia y un guión bastante originales obra del propio Flanagan y Jeff Howard. Ambos nos exponen la terrorífica trama a través de dos líneas temporales: pasado y presente. Esta técnica la explotaría posteriormente Flanagan en la lograda serie ‘La maldición de Hill House’, para algunos su cenit como director. Las dos líneas se van intercalando a lo largo del metraje para unirse completamente en su tremendo final. En estos dos espacios temporales seremos testigos de los terribles hechos ocurridos en el pasado en la casa habitada por la familia Russell. Y, por otro lado, asistiremos en el presente a un experimento parapsicológico por medio del cual Kylie Russell tratará de demostrar que los sangrientos sucesos del pasado se debieron a la maldición de un viejo espejo. Un espejo adquirido por su padre: el espejo Lasser.
El tipo de terror de este film es un terror limpio, es decir, en esta cinta todo se basa en las sensaciones. Así pues, se trata de sugestionar al espectador con el argumento. De hecho, el espejo Lasser por sí solo simplemente es un objeto inanimado. Aquí son las actuaciones y la historia (especialmente el experimento parapsicológico de Kaylie) lo que convierte en algo poderoso y maligno al objeto en cuestión. Estamos pues ante un terror, en cierta manera, parecido al que vimos en ‘Babadook’ con encierro casero incluido. No obstante, también hay algo de sangre y apariciones perturbadoras. Sin embargo, estas se presentan muy a cuenta gotas y básicamente en el tramo final.
En relación con el tipo de “terror limpio y sugerente” que presenta ‘Oculus’, pues la verdad es que entiendo que el tema tendría que haber dado bastante más de sí en lo que a horror se refiere. Si nos fijamos en el atrayente póster, con una mujer saliendo del espejo, nuestra imaginación lógicamente tiende a desbordarse. En consecuencia, limitar en el film todo el terror a sugestionar con la historia prescindiendo casi por completo del horror puro y duro, tal y como ha hecho Mike Flanagan, me parece haber perdido una gran oportunidad de haber creado un film de terror inolvidable.
Un aspecto altamente destacado en ‘Oculus’ son las notables interpretaciones de todo el reparto. En esta cinta nos volvemos a encontrar con el joven Brenton Thwaites, que ya destacara y mucho en ‘La señal’. En ‘Oculus’ nuevamente está francamente bien encarnando a Tim y siendo el contrapunto racional a su hermana Kylie, encarnada con gran energía por la hoy muy famosa Karen Gillan. Increíble la fuerza que Karen le mete a su personaje creyendo firmemente, y a pies juntillas, en el espejo Lasser como algo maligno. Esta pareja de hermanos vendrían a ser una especie de Mulder y Scully de ‘Expediente X’ pero con los roles cambiados, es decir, el escéptico en este caso es Tim y la creyente Kylie.
Directamente genial es la interpretación de la jovencita Annalise Basso interpretando a la versión niña de Kylie en la trama que transcurre en el pasado. Annalise roba absolutamente todos los planos a su joven compañero Garrett Ryan y a Rory Cochrane. Este último interpreta a Alan Russell, el padre de familia, resultando el más flojo de todo el casting. También hay que destacar el gran papel que se marca una actriz puramente física como es Katee Sackhoff. En esta película asume el rol de Marie Russell, la esposa de Alan y madre de Tim y Kylie.
“Vamos a tener que ser muy muy valientes, Tim” (Kylie)
En conclusión.
Finalizo ya esta crítica de Oculus: El espejo del mal, un film que destaca principalmente por su original planteamiento y, sobre todo, por las grandes interpretaciones de todo el reparto. Un film que juega sus mejores bazas intentando sugestionar al espectador con la historia y los diálogos más que con efectos propios del horror puro y duro. Una propuesta interesante con la que pasar una tarde/noche de “terror y miedo limpio”. Como advertencia final… no se les ocurra adquirir el espejo Lasser ni a precio de ganga.
Tráiler de Oculus: El espejo del mal
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Sigue siendo ‘Reflejos’ de AJA el film de espejos por antonomasia entonces jejeje