Need for Speed
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El director Scott Waugh pone a Imogen Poots y Aaron Paul al volante de un Ford Mustang a plena potencia. Ambos deberán demostrarle a Michael Keaton y, sobre todo, a Dominic Cooper, lo rápido que puede hacerte correr la venganza. Todo esto y más en… ‘Need for Speed’.

“Cuando mañana estés boca abajo… no volveré a buscarte” (Tobey Marshall)

Crítica de Need for Speed

“No hay que pedirle peras al olmo”. ¿Por qué empiezo así esta crítica de Need for Speed? Muy sencillo, esta película no pretende correr en las mismas pistas que films como Gravity(Alfonso Cuarón, 2013) o ‘12 años de esclavitud (Steve McQueen, 2013). Sus apuestas son otras. Estas pasan por ofrecer al público, entusiasta del motor, una película para pasar algo más de dos horas disfrutando. Todo viendo como por la “pista” de la pantalla circulan «a todo gas» toda clase de vehículos. Vehículos rápidos y de gran potencia que compiten unos contra otros. Esta es la respetable propuesta de este film y la cumple. Tema distinto es que pudiéramos haber pedido mejores «prestaciones». Pero bueno, lo que ofrece ‘Need for Speed’ está bien para pasar un rato de evasión a toda velocidad.

Lo mejor de esta película es todo lo que tiene que ver con los automóviles. El rugido de los motores, las carreras ilegales (callejeras, estilo drift, competición), los accidentes que podremos presenciar (atención al tremendo y espectacular accidente que sufre uno de los personajes en una filmación excelente), las persecuciones por parte de la policía y las espectaculares e imposibles maniobras (repostajes sin parar, conducciones al borde del abismo por carreteras montañosas como las de Fossil Point-Utah sobre el río Colorado).

Como es lógico, “el reparto de las cuatro ruedas” es muy destacado. Así las cosas, en pantalla nos encontraremos con reproducciones de diferentes modelos de prestigiosas y conocidas marcas. Entre los automóviles que veremos están los siguientes: Mercedes, Ford Mustang, Saleen S-7, Chevy Camaro del 68, Pontiac GTO del 66, Ford Gran Torino del 69, Lamborghini Sesto Elemento, GTA Spano, Bugatti Veyron, McLaren P-1, o tres espectaculares Koenigsegg Agera R.

El guión es bastante simple y no da para mucho… y eso que la cinta dura más de dos horas. En este sentido, y pese a que se meta por medio una historia de vendetta, todo se reduce a conducir. De hecho, buena parte de la película es una road-movie. Una película de carretera en la que Aaron Paul e Imogen Poots conducen un Ford Mustang desde NY a California para participar en la “De Leon”. Un viaje en el que tendrán que hacer frente a varias “complicaciones” y adversidades. Estas situaciones servirán para establecer su relación y conocerse mejor.

Lo anterior, y algún toque cómico, es lo que ofrece el guión firmado por los hermanos John y George Gatins, unos enamorados del mundo del motor desde su infancia. Ambos tienen hasta un taller en Van Nuys (California) donde restauran coches clásicos. Su libreto adaptó la licencia de los videojuegos ‘The Need for Speed’ de EA Entertainment y cuyo primer éxito salió a la venta en 1994. Con el tiempo se convirtió en una de las franquicias más exitosas con más de 150 millones de unidades vendidas.

En la dirección tenemos a Scott Waugh, realizador que con su anterior película, Acto de valor, saboreó el éxito en taquilla. Aquí tampoco le fue nada mal pues para un coste de 66 millones recaudó 203.227.636 $ a nivel mundial. Incluso llegó a correr el rumor de una secuela financiada íntegramente con capital chino. A destacar también que los conductores reales de las carreras del film fueron: Tanner Foust, el conductor de más éxito en la historia de los “X Games” con el récord por el salto más largo en coche. Samuel Hubinette, piloto especialista y 9 veces campeón del Formula Drift. Y, Rhys Millen, campeón de Fórmula Drift y dos veces récord de velocidad. También participaron los siguientes pilotos profesionales: Rich Rutherford, Tony Brakohiapa, Brent Fletcher y Paul Dallenbach. La conducción se realizó mediante cabinas montadas encima del techo por detrás del asiento del conductor.

“Si quieres volar con águilas… necesitarás alas más grandes”. ¿Te gusta conducir?

El reparto principal lo lidera Aaron Paul como Tobey Marshall. Pese a sus innegables esfuerzos, Aaron no termina de llenar los zapatos de su personaje. Aquí demostró que todavía le faltaba empaque y carisma para liderar una producción de coste medio. Algo que remedió en producciones más recientes mejorando y subiendo mucho su nivel. Imogen Poots se convierte en la “compañera-copiloto” inesperada de Tobey. La actriz es la mejor parada del casting al hacer caer bastante bien a su personaje de Julia Maddon. Julia es una especialista en la compra-venta de coches caros.

Al margen de la pareja protagonista encontramos a Dominic Cooper como Dino. «Dino Bambino» como lo llama chistosamente “El Monarca”. Cooper es el peor del reparto entregando un “villano” de perfil muy bajo y carente de enganche alguno. También veremos a Dakota Johnson como Anita, la novia de Dino. Este es un papel que dice poco o nada y que tampoco auguraba su gran estrellato posterior. Finalmente mencionar la presencia de Michael Keaton como “El Monarca”, un tipo misterioso que vive por y para las carreras ilegales. Keaton sólo tiene cierto protagonismo al final como mero “locutor” de la carrera “De Leon”. El actual «buitre» entrega un personaje flipado con el mundillo del tunning. La verdad, poco más hace este famoso intérprete que está regresando a tiempos mejores.

Mención también para el grupo de amiguetes de Tobey Marshall. Un grupito que caerá mejor o peor al espectador según el grado de aguante de cada uno respecto a personajes un tanto “variopintos”. Este curioso grupo está formado por: el rapero Scott Mescudi (Benny alias “Maverick” los ojos del aire del grupo), Rami Malek (Finn, un mecánico con estudios y entusiasta), Harrison Gilbertson (Pete, el benjamín del grupo que tiene en Tobey a su ídolo particular) y Ramón Rodríguez (Joe, el mejor mecánico de Tobey, conductor de “La Bestia” y eterno chupador de palillos).

En conclusión.
‘Need for Speed’ es un film para ser disfrutado especialmente por los amantes de los vehículos rápidos, las carreras ilegales y las piruetas y acrobacias espectaculares. En estos aspectos la película cumple bien. Personalmente entiendo que tampoco hay que pedirle ni exigirle mucho más. Es un producto para un tipo determinado de público que también merece tener sus películas y ser respetado en sus gustos. El que busque aquí una cinta de “León de Oro” sencillamente se está equivocando de film y de expectativas.

“Somos mecánicos. No nos da miedo ensuciarnos las manos” (Finn)

Curiosidades.
-En un autocine que visitan los protagonistas se puede observar en la pantalla del mismo la proyección del film ‘Bullit’ protagonizado por Steve McQueen. Este fue un homenaje/guiño buscado clarísimamente por el equipo de la película.
-El Ford Mustang que Tobey y Julia conducen de camino a la “De Leon” fue elegido como el coche del héroe de la película. Este auto creado en 1964, símbolo de libertad y del romance en Estados Unidos, hizo nacer el movimiento de los muscle cars americanos y acabó por convertirse en un icono en el mundo entero. El Mustang del film fue fabricado especialmente para la película inspirado en el Shelby GT500 de 2013 y lleva un motor V8 capaz de ir a 300 kilómetros por hora.

Tráiler de Need for Speed

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