Lara Croft: Tomb Raider
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Era cuestión de tiempo que un personaje tan icónico y popular como Lara Croft tuviera su propia película porque además se prestaba a ello. Así, el 15 de junio de 2001, llegó a las pantallas de cine de Estados Unidos su película. Una cinta protagonizada por Angelina Jolie que hizo que los fans del personaje y de los videojuegos disfrutáramos en pantalla grande con ‘Lara Croft: Tomb Raider’.

“Para ver un mundo en un grano de arena…” (Lara Croft)

Crítica de Lara Croft: Tomb Raider

Hace 20 años, cuando ya habían salido a la venta cinco videojuegos de Lara Croft, uno de los mayores iconos en la cultura popular reciente, fue cuando la intrépida «asalta-tumbas» asaltó los cines de todo el mundo. La película se tituló ‘Lara Croft: Tomb Raider’ y la protagonista elegida fue Angelina Jolie. Por aquel entonces, Angelina contaba con 26 años y estaba en su máximo esplendor físico. En consecuencia, era la candidata ideal para interpretar a esta versión femenina del mítico Indiana Jones.

Al frente de la dirección encontramos a un viejo conocido como es Simon West. Hablamos de un más que competente artesano que recreó con bastante fidelidad todo lo que era el “universo Lara Croft”. Además, en la película se realizaron también una serie de incorporaciones que posteriormente fueron adoptadas por los propios videojuegos. Me refiero, por ejemplo, a la aportación del compañero informático que ayuda a Lara, el verla “correr por las paredes” (en la escena del famoso “bungee ballet”) o la recreación visual del interior de la Mansión con el añadido de la sala de control/seguridad. Estas incorporaciones las veríamos, a posteriori, en juegos como ‘Lara Croft: Tomb Raider Legend’ o ‘Tomb Raider: Underworld’. En este último, el interior de la Mansión de Lara era idéntico al presentado en la película.

El film de West se basa, o se apoya en buena medida, en el argumento de ‘Tomb Raider III: Adventures of Lara Croft’ (1998). Recordemos que esa tercera entrega para la mítica PlayStation era un videojuego no tan “focalizado” como los dos anteriores. En ‘Adventures’, Lara viajaba alrededor del mundo por parajes tan distintos como: la India, Londres, la Antártica o las Islas del Pacífico Sur. Esto mismo se repite en la película visitando, junto a Angelina, lugares tan diferentes entre sí como: Camboya, Londres, Venecia o Siberia. El objetivo o macguffin de la trama consiste en encontrar una poderosa reliquia conocida como el Triángulo de la Luz. Inicialmente las piezas del Triángulo a buscar eran tres. Sin embargo, por motivos de presupuesto, se dejaron en dos piezas… y eso que se pusieron sobre la mesa 115 millones de $.

En relación a lo anterior, y como es lógico, a lo largo del metraje podemos apreciar muchas referencias al mundo de Tomb Raider. Me refiero a guiños como: las famosas pistolas Vector R-35, la presencia de colosales enemigos sacados directamente de los videojuegos (nuevamente del ‘Tomb Raider III’ con la presencia del temible y colosal Kali con todas sus espadas y brazos), los enigmas ocultos en la Mansión Croft y los típicos puzzles de gigantescos armatostes que hay que resolver (el puzzle de Camboya o el del “planetario” de Siberia). Honestamente, y como gran fan de los juegos, siempre me he sentido satisfecho con estos «easter-eggs».

Naturalmente es obligado detenernos un poco en las set-pieces más destacadas del film. Para empezar tenemos un durísimo combate de entrenamiento en el que Lara se enfrenta a un implacable robot en su Mansión. Esta secuencia tardó dos semanas en rodarse y fue ideada al ver unos maniquíes humanos que se venden para los boxeadores. Otra set-piece que sobresale es el famoso “bungee ballet” de relajación que termina convertido en un avispero de tiros y piruetas. Por supuesto, también destaca muchísimo el clímax en el «Planetario». Aquí tenemos un reconstrucción artesanal en plató filmada por un total de 14 cámaras para asegurar las mejores tomas posibles. Tenemos que tener en cuenta que, dada la complejidad de las escenas y el set, era casi imposible repetir las tomas en ese espectacular escenario.

Para la banda sonora se hizo cargo de la batuta Graeme Revell, el compositor responsable de la música de la Trilogía Riddick. Hablamos de una soundtrack que, inevitablemente, destaca por su carácter aventurero. Como dato adicional, en la misma podemos escuchar el tema “Elevation” de U2 y el “Galaxy bounce” de The Chemical Brothers.

“Las damas suelen ser recatadas”… Angelina Jolie es Lara Croft.

La protagonista indiscutible y absoluta de la cinta es Angelina Jolie. La hoy muy famosa actriz fue seleccionada para interpretar a Lara Croft entre una larga, importante y dispar lista de candidatas que iban desde Uma Thurman, Demi Moore, Milla Jovovich hasta modelos de Playboy como Pamela Anderson y Anna Nicole Smith. Como personaje en el film, y de puertas para afuera, Lara es una rica millonaria que tiene “trabajos tapadera”. Pero, de puertas para adentro, es la mejor arqueóloga y saqueadora de tumbas del mundo. Cualquier reliquia que se precie está dentro de sus objetivos y Lara nunca falla.

El papel de Lara convertiría a Angelina Jolie en una actriz top del cine de acción y ella, consciente de ello, se preparó a conciencia. La actriz entrenó durante meses con pesas y control de dieta. No contenta con eso, también se ejercitó para el combate y manejo de diferentes armas con un adiestrador especial de las SAS británicas. Además no escatimó en riesgos protagonizando la mayor parte de escenas de acción sin dobles. Tan es así que se llegó a lesionar en la ya comentada escena del “bungee ballet”. Volteretas, disparos, saltos, peleas, balanceos, manejo de motos o coches todo terreno… con todo puede Angelina Jolie en esta película. Entrenamiento, y escenas físicas al margen, es incuestionable la presencia, jerarquía y carisma que Angelina aporta al personaje. La artista llena por completo la pantalla sin necesidad de grandes líneas de diálogo.

Apoyando a nuestra heroína tenemos a Noah Taylor como Bryce, su experto en informática. El trío se completa con Chris Barrie como Hillary, el fiel mayordomo de Lara que aquí es un hombre adulto y no un anciano que no puede ni con las bandejas. Y, atención, porque también aparece el ahora famosísimo Daniel Craig como Alex West, un arqueólogo amigo y competidor de Lara. Este fue uno de los primeros papeles de Craig en un film con repercusión internacional. Eso sí, salvo enseñar musculatura poco más hace. Su rol sería el de “chico Lara”, casi al nivel de las “chicas Bond” en los films del famoso agente 007. Finalmente, ojo a la breve aparición del propio padre de Angelina Jolie, Jon Voight. El veterano actor interpreta a Lord Richard Croft, a la sazón padre de Lara Crott.

El villano de la función va para Iain Glen como Manfred Powell, un «abogado» que es la mano armada de Los Illuminati. La verdad es que este actor me gusta bastante y se implica con acierto en los proyectos para los que firma. Este film es una buena prueba de ello. Ian recrea a un maloso al que, llegado el momento, no le importa patearse el trasero con Lara. Su esbirro más destacado es Julian Rhind-Tutt como Mister Pimms, un muchacho que se proclama como «su pasante».

“Los malvados no descansan” (Lara Croft)

En conclusión.
Termino esta crítica de Lara Croft: Tomb Raider, un film realizado fundamentalmente por y para los fans del videojuego y del personaje. Ese es su objetivo y lo cumple con creces ofreciendo una película muy entretenida y una loable traslación a la pantalla grande de los primeros videojuegos de EIDOS Interactive. Lo único que se echa en falta son las incursiones submarinas… habilidades de Lara que ya veríamos en la segunda parte. Pero esa es otra historia…

Tráiler de Lara Croft: Tomb Raider

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